Chocante Dakar el que se lleva vivido, infrecuente e insólito, absolutamente excepcional tanto por el formato de recorrido definido como, sobre todo, por el impacto que está causando en la prueba la caprichosa climatología. Al destino no le gusta que le digan lo que tiene que hacer y en este Dakar mucho menos.
Arrancaba esta jornada desde Bolivia rumbo hacia Argentina, dando la salida el propio Presidente boliviano, Evo Morales. Y lo hacía sin contar ya con Joan Barreda entre los participantes. En la aciaga etapa anterior en Uyuni, además de sufrir una avería mecánica en su Honda, Joan sufría una caída cuando era remolcado por su compañero Cecci. A consecuencia de ella se dañaba un dedo de la mano izquierda y, dada su situación sin opciones a resultado, Barreda decidía no seguir.
Año negro para "Bang bang" que en verano ya tuvo una lesión, más tarde el Rally de Marruecos otro percance en el hombro y ahora se completa con el dedo del Dakar. Decía Joan, antes de comenzar la prueba, que al 2016 le pedía salud para poder ganar y encontrar su momento. Ese que lleva buscando tras ya seis años de experiencia en la prueba, contando éste, con gran esfuerzo, habiendo incluso cambiado su residencia en Andorra para entrenar y vivir en altura. Decisión para aclimatarse mejor al Dakar en altitud sudamericano, pues él vivía en Castellón a nivel del mar y en las primeras ediciones lo pasó mal. “Hay que esperar mi momento”, apuntaba Barreda. Seguro que llegará. ¡Fuerza, para seguir, no queda otra, amigo Joan!
Por cierto, ¿la prólogo dejó un maleficio entre los ganadores? Lo comento porque tanto Barreda –mejor en motos- como Ignacio Casale –quads- e incluso el belga Bernhard Ten Brinke –coches- están los tres fuera de la carrera.
La ruta boliviana de este día era la misma de jornadas atrás pero en sentido inverso. Quizás por eso algunos pilotos tomaron referencias, tirando de memoria, que les pasaron factura, caso de Matthias Walkner. En una curva a derechas optaba por acortar un poco el recorrido por fuera de la pista pero lo que se encontró fue una gran zanja. Rodando tan deprisa, ni con la mejor suspensión, pudo evitar la caída a consecuencia de la cual sufre una rotura de fémur y se queda apeado del Dakar. En los raids, en cualquier momento, la trampa está esperando para intentar hacerte caer en ella. Ayer decía de Walkner que tiene madera de Campeón del Dakar. Lo sigo pensando, por supuesto, pero ya no lo será, como pronto, hasta 2017.
Paulo Gonçalves paraba en su auxilio, esperando junto a él once minutos, para luego reiniciar la marcha tras la llegada al mismo punto de Txomin Arana que le reemplazaba como cuidador del austriaco Walkner -se detuvo ocho minutos- . Otra sensacional jornada para ambos pilotos, tanto para el portugués que finaliza la primera semana como líder como para el vasco que de nuevo repite un séptimo puesto de etapa y ya es también ¡séptimo! absoluto –en sus su dos Dakar anteriores nunca estuvo tan arriba-.
Como tampoco ha estado nunca tan arriba Antoine Mèo entre otras cosas porque debuta en este Dakar. El cinco veces Campeón del Mundo de Enduro, ya puede lucir el galón de “Ganador de Etapa” que junta con la que ya lograba el año pasado en el Rally Merzouga. La adaptación del galo a los raids está siendo muy buena, apenas ha corrido tres carreras previas, Atacama en Sudamérica, junto a Marruecos y el mencionado Merzouga –también en África-, y con este triunfo deja claro el por qué de su seudónimo de Caimán.
Otro “rookie” como Kevin Benavides que, como recordaréis también había ganado días atrás, acabó con el segundo mejor crono. El argentino estaba feliz porque la carrera llegaba a su localidad natal de Salta, pudiendo dormir en casa, con la sensación de los deberes bien hechos colocado como quinto de la general, segundo piloto Honda, primer “rookie” y líder en Súper Producción.
El francés Michael Metgé, repescado por Honda tras su paso por Yamaha, para ser mochilero de Barreda, que compite por cuarta vez el Dakar –terminó en 2013 y 2014-, conseguía este día un soberbio cuarto puesto de etapa. Jalonado en la tabla de tiempos por Toby Price que ha cedido algunos minutos sobre el líder Gonçalves pero que sigue en su buena ruta hacia la victoria final.
No podemos olvidar la capacidad de Gerard Farrés, de menos a más, octavo, tanto en la general como en la etapa. Y aún con expectativas de seguir mejorando.
Quien estaba exultante era Iván Cervantes con su resultado de 7º de la etapa -caída incluida, delante de las cámaras de televisión-, resultado que luego se desvanecería al penalizarle con un minuto, quedando colocado en el puesto 16º -así es este Dakar, tan rápido, que por un minuto pierdes muchas plazas-. Iván reconocía estar “reventado, y con ganas de llegar a Salta para descansar”.
Para gozoso, Armand Monleón pues en estos kilómetros de especial en Bolivia, firmaba la 11º plaza, cuarto entre los “rookies”, y el discípulo de Marc Coma ya va acumulando una valiosa y necesario experiencia dakariana.
Laia Sanz ha sido una de las perjudicas por la anulación del segundo sector. Había terminado duodécima y ya quedaba a diez minutos del top ten absoluto, pero la suspensión de esa parte de la etapa, que ella sí había disputado, le ha recolocado como 19ª. En meta comentaba: “Da un poco de rabia, porque había hecho una buena segunda parte pero no me quita el sueño. Sigo diciendo que el Dakar no ha empezado. Tras el descanso, nos quedan cuatro etapas muy complicadas”.
No le están yendo como esparaba la carrera a Jordi Viladoms. Cierto que este tipo de recorrido rápido no es el quemás le favorece dado que él brilla más en etapas de navegación. Pero el problema del piloto KTM es que ha estado corriendo con fiebre lo que le ha mermado físicamente, habiendo optado por rodar a un ritmo acorde a su condición.
Otra vez entre los treinta mejores, Antonio Gimeno que fue de los primeros en no tomar la salida en la segunda mitad de la etapa. Tras haber pasado la frontera de Bolivia con Argentina, la ruta debía continuar. 22 motos lo hicieron pero en la 23 se paró la carrera dado que las lluvias habían provocado fuertes riadas que escondían el peligro de poder arrastrar las motos al cruzar el cauce de un río.
Caos de nuevo, sobre todo con las clasificaciones, pues los tiempos fueron bailando según se tomaban decisiones de anular la segunda mitad de etapa para todos, de dar el peor tiempo de los que habían acabado a todos los que no la habían hecho, de sólo dejar la etapa de Bolivia, como al final sucedió…
El contraste es que en Bolivia lucía el sol, había pistas secas y polvorientas –salvo algún punto de nieve y barro-… Pero en Argentina, la situación era bien diferente con la lluvia y, además, no os penséis que la anulación del tramo les quitó dureza a los pilotos pues aún tuvieron que hacer un larguísimo enlace bajo la lluvia. Y los enlaces, aunque el crono no corre, hay que terminarlos también y sin incidentes. Empapados y agotados ya descansan todo en Salta. Aunque quizás decir descanso es un eufemismo, pues tampoco van a parar de hacer cosas. Más bien será disntensión o relax, sin pilotar.
El contencioso dakariano español lamenta su primera baja, la de Barreda, pero sigue con todas las demás fuerzas vivas: Marc Solá (35º), Dani Oliveras (77º), Rosa Romero (78º), la familia Fernández (Domingo -96º-, tras haber sufrido una caída esta semana, y su hijo Carlos -81º), Enric Martí (84º), José García Domínguez (93º), y José García Merino (108º).
Acaba la primera semana que ha sido muy rápida, con dificultades por la climatología y la altitud. El lunes, tras el descanso en Salta del domingo, vuelve la competición, con la arena y la navegación acechando a la carrera.