El gigante nipón no solo es el mayor fabricante de motos del mundo, sino que también es referente en otros sectores como la automoción, la aviación y productos varios como generadores o herramientas de jardinería. Al darse cuenta de la cantidad de artículos fabricados que empleaban un motor de combustión, Honda tomó conciencia de la necesidad de preocuparse seriamente por el medio ambiente.
Fue así como, ya en 2001, la marca se impuso unos ambiciosos compromisos con el fin de cuidar el ecosistema: que diecinueve años después, en 2020, los propulsores Honda redujeran las emisiones de CO2 en un 30%. Pero los planes no se acaban en la actualidad, pues el nuevo horizonte de la compañía aspira a reducir en 50 % las emisiones de sus motores una vez llegado el año 2050.
Entre las medidas tomadas por Honda para reducir la contaminación una de las más destacadas fuer la decisión cesar la fabricación y comercialización de motos con motores de dos tiempos. Éstos son más contaminantes que las mecánicas de cuatro tiempos, y por eso la marca japonesa dejó de producir modelos de calle con tecnología 2T en el año 2001. Las únicas motos Honda con motores «de mezcla» fueron las CR de motocross, que convivieron sus hermanas CRF 4T hasta 2006, su último año de producción.
Otra de las estrategias ha sido el uso generalizado de la inyección electrónica PGM-FI como sistema de alimentación de los motores, una tecnología mucho más eficiente y menos contaminante que los antiguos carburadores. Previamente a la puesta en escena de la inyección electrónica, Honda ya había mostrado su preocupación por la reducción de emisiones contaminantes con la tecnología CVCC (Compound Vertex Controlled Combustion).
Consistía en un motor que, mediante una precámara, combinaba el uso de una pequeña proporción de mezcla rica y una gran proporción de mezcla pobre para obtener una combustión eficiente, que redujera restos de óxidos de nitrógeno e hidrocarburos, sin afectar al rendimiento. Honda empleó su tecnología CVCC en automóviles en 1971, logrando cumplir la normativa antipolución que por entonces empezaba a aplicarse en Estados Unidos, pero sin necesidad de un catalizador. La nueva tecnología era fruto de la investigación llevada a cabo por el Grupo de Investigación de la Polución del Aire que Honda había formado en 1966.
Volviendo a centrar el foco en la motos, Honda también fue artífice de ingeniosas maneras de hacer más eficiente los vehículos de combustión y reducir las emisiones contaminantes. Unos sistemas que, por ejemplo, están presentes incluso en scooters de 125 como el PCX o el SH125i, con sus motores eSP (Smart Power), de compacto tamaño y bajas fricciones, dotados además del sistema Idle Stop, que apaga el funcionamiento del motor cuando el vehículo se detiene, algo tan habitual en entornos urbanos. La actitud innovadora y la inquietud por el medio ambiente llevaron a Honda a conseguir que sus vehículos cumplieran la restrictiva norma Euro3 ya en 2004, incluso dos años antes de su entrada en vigor en el año 2006.
Tecnología eléctrica
La propulsión eléctrica de los vehículos es una realidad que tampoco se escapa a la atención de Honda, que ya ha presentado diversos modelos eléctricos, sobre todo para el mercado asiático. De esta forma, la propulsión eléctrica ha servido para aumentar la gran diversidad de motores que ha diseñado Honda a lo largo de su historia.
En 2010 llegó la primera propuesta, denominada EV-neo, un scooter eléctrico ideado para un uso en actividades comerciales como servicios de mensajería o transporte de mercancía. Emplea un motor eléctrico sin escobillas, con batería de ión-litio recargable mediante una fuente de alimentación doméstica. Sus prestaciones pueden equipararse a las de un motor de gasolina de 50 cc, con suficiente potencia para transportar artículos pesados incluso a baja velocidad en un rango de uso de hasta 34 kilómetros, que marcan su autonomía.
Por cierto, la EV-neo de Honda llegó a estar disponible en España, cedidas a algunas empresas y administraciones públicas para monitorizar sus resultados en Europa.
Unos años más tarde, en el Salón de Tokyo de 2017, Honda dio a conocer el PCX Electric y el PCX Hybrid. El primero es un scooter dotado con un motor eléctrico de alto rendimiento y también con la Honda Mobile Power Pack, una batería fácilmente desmontable y transportable. Por su parte, el PCX Hybrid emplea un original sistema híbrido de nuevo desarrollo diseñado específicamente para motocicletas. El compacto sistema híbrido está basado en una potente batería y un alternador que además de proporcionar corriente y funcionar como sistema de arranque, ejerce la función de asistir al motor de combustión, proporcionando un extra de par y prestaciones. Ambos modelos se pusieron a la venta desde 2018 en el mercado asiático, Japón incluido.
