El cine está compuesto básicamente por emociones. Si un buen guión tiene que sorprender al espectador, llevarle al interior de una historia en la que sus protagonistas se ven enfrentados a sus fuerzas antagonistas buscando soluciones y tomando iniciativas cada vez más radicales, un medio como la moto es perfecto para sus fines. La moto es emoción, libertad, riesgo, diferencia a sus usuarios del resto, y por esos motivos está presente en tantas películas. A veces, la mayoría, su papel está encomendado a motos que podríamos considerar normales y corrientes, pero en otras ocasiones, bien por el propio género de la película, bien por el ambiente en el que se desarrolla, es necesario crear modelos especiales. Algunos plantean modificaciones simples, otras tratan de hacernos descubrir cómo serán las motos en el futuro, a veces son simplemente fantásticas.
Este tipo de motos no podemos clasificarlas con nuestros criterios habituales, porque no necesariamente tienen que ser funcionales. No hace falta estrujarse mucho los sesos para ser conscientes de que la moto de un fantasma que despide llamaradas mientras se desplaza o un modelo dotado de ametralladoras pesadas conducido por un superhéroe no necesitan tener ningunas otras aptitudes. Es la imaginación de los técnicos de efectos especiales la que marcará su esplendor. De hecho hay una clara diferencia entre estas motos a veces imposibles en las películas de hace unos años, y las de las actuales, en las que los efectos digitales y la simulación 3D permiten crear casi cualquier cosa con un efectismo absoluto. Hoy en día una moto puede saltar, volar, convertirse en un robot o cualquier otra cosa que se le ocurra al guionista de una película. Pero al final, como todo lo que ocurre en el cine, lo importante es que la historia que se traslada te atrape, y todas estas motos de película, imposibles de encontrar en la vida real, lo único que tienen que hacer es ayudar a que esto ocurra.
Moto de partida: Harley-Davidson Hydra Glide. Película: Easy Rider, 1969.
Harley-Davidson Capitán América
Moto de partida: Harley-Davidson Hydra Glide. Película: Easy Rider, 1969.
Probablemente la moto más famosa de la historia del cine ha sido la Harley-Davidson chopper que conducía Peter Fonda en su papel de “Capitán América” en la película Easy Rider. La cinta contaba el viaje de Wyatt, interpretado por Peter Fonda y su compañero Billy, Dennis Hopper, desde Los Ángeles al festival Mardi Grass en Nueva Orleans, financiado con la compra de cocaína en la frontera de México. A ellos se unía un pasajero, George, papel a cargo de Jack Nicholson, con el que compartían todo tipo de experiencias. La Harley-Davidson “Capitán América” fue construida por el preparador de Peter Fonda, Tex Haall con la ayuda de Dan Haggerty, mecánico y posteriormente también actor. Se trataba originalmente de una Hydra Glide de 1952 con un motor Panhead, que fue desprovista de prácticamente todo, con el chasis modificado y una enorme y larga suspensión delantera. La moto dio origen al concepto chopper tal y como se lo conoció durante mucho tiempo. Se construyeron dos unidades de cada moto, la Capitán América y la de Billy.
En el final de la película, una de las motos sufría un accidente y se quemaba, pero Haggerty, que trabajaba como mecánico en la película recogió los restos y la restauró. Las otras tres motos fueron robadas poco después del estreno del garaje de Peter Fonda. Haggerty vendió una moto en 1996 y luego otra acabó vendiéndose en 2014 por 1,36 millones de dólares, la que se suponía que era realmente la original, y que se constituyó como la moto más cara de la historia.
Moto de partida: Ninguna. Película: Batman El Caballero Oscuro (The Dark Knight).
Batpod
Moto de partida: Ninguna. Película: Batman El Caballero Oscuro (The Dark Knight).
Sin duda se trata de una de las motos más extrañas en tanto en cuanto es un vehículo autónomo de verdad, que era pilotado. La moto del murciélago salía de otro de sus vehículos que le servía de carcasa, el Tumbler, y de ahí su nombre ya que Pod significa capullo. Su primera aparición tuvo lugar en la película The Dark Knight, de la trilogía dirigida por Christopher Nolan. El Batpod era uno de los vehículos auxiliares de Batman, y contaba con un par de cañones, para romper paredes a su paso, y garfios. Previamente había utilizado otras motocicletas, la primera de ellas la Batcycle, sobre la base de una Yamaha 250 cc de dos tiempos, con un sidecar acoplado y un gran carenado frontal en forma de bulbo, que se utilizó en la serie televisiva del año 1966.
El propio Nolan dio las bases de su diseño, que posteriormente fue finalizado por Nathan Crowley. El Batpod tiene unas enormes ruedas delanteras de 20” con más de medio metro de ancho, con motores internos en los cubos de las ruedas y un sistema de conducción particular, ya que se dirige con los hombros. Los efectos sonoros en la película venían a cargo de un automóvil, el Tesla Roadster. Se construyeron seis unidades para rodar la película en previsión de que algunos de ellos fallasen, pero sin duda lo más notable de este Batpod es que sea una moto funcional capaz de rodar por la calle y no necesitar de efectos informáticos para su desplazamiento.
Moto de partida: Indian Scout. Película: Burt Munro, 2005.
Indian Burt Munro
Moto de partida: Indian Scout. Película: Burt Munro, 2005.
En realidad la Indian de Burt Munro que aparece en la película sobre su vida no es una moto creada específicamente para seguir un guión de ficción, sino una réplica bastante cercana a la que el veterano protagonista preparó para intentar batir los récords de velocidad en el lago salado de Bonneville. La película trata de las peripecias de un jubilado neozelandés aficionado toda su vida a la moto, y que en 1967, cerca de cumplir los 70 años, decidió irse a la pista de Utah con una Indian de 1920 sobre la que había trabajado toda su vida. Se encontró con todo tipo de trabas, desde las puramente económicas al rechazo de los organizadores a dejarle participar, debido a su edad y el artefacto con que pretendía lograr sus planes, pero finalmente lo logró, y batió un récord para motos de menos de un litro, superando en una pasada los 300 km/h. Luego volvió otras nueve veces, batiendo en cada ocasión sus marcas, que hoy en día siguen imbatidas.
La Indian que construyó, uno de los primeros modelos de Scout estaba modificada por él mismo, muchas veces empleando soluciones totalmente artesanales creadas en su garaje y probadas luego en la playa. En 1962, después de aumentar la cilindrada a 850 cc, logró una marca de 288 km/h en Nueva Zelanda, y más tarde la volvió a aumentar a 950 cc para irse a Bonneville. La moto disponía de un carenado de tipo puro, también diseñado y fabricado por Munro en chapa.
Moto de partida: Ninguna. Película: Tron 1982 y Tron: Legacy 2010.
Light Cycle
Moto de partida: Ninguna. Película: Tron 1982 y Tron: Legacy 2010.
Las motos de las películas Tron llevan con nosotros desde principios de los años 80, y con constantes actualizaciones debido a haberse mantenido como juegos de ordenador desde su lanzamiento. Ha habido cinco generaciones de estas motos luminosas que compiten en un terreno de juego cuadrado y que en un primer momento sólo se movían en línea recta y en ángulos de 90°. Se trata de vehículos informáticos, que son generados por la red en los juegos y que tienen diferentes colores de luz dependiendo de quién las generó. Todos hemos visto estas motos de enormes ruedas que van dejando una estela de luz a su paso y cuya misión es destruir a las del equipo contrario.
Originalmente el juego fue diseñado por Kevin Flynn, que evolucionó en las sucesivas versiones las motos, En la tercera generación su apariencia era distinta al tener una marquesina superior, que desapareció en la cuarta generación. En la última película, llamada Tron: Legacy, apareció la quinta y última generación, diseñada por Daniel Simon, que sustituyó a Sid Mead, creador de las anteriores. En esta ocasión su apariencia es más semejante a la de las motos reales y para girar no se gira la rueda delantera, sino que se inclina la moto. En cualquier caso no se trata de vehículos reales, sino de animaciones 3D, que cada vez han adquirido mayor calidad.
Moto de partida: Yamaha YZF-R1 Película: Mad Max Furia en la carretera, 2015.
Rat Bikes
Moto de partida: Yamaha YZF-R1 Película: Mad Max Furia en la carretera, 2015.
En realidad en la última película de Mad Max, ya sin su intérprete habitual, el neoyorquino Mel Gibson, que precisamente se dio a conocer con la primera versión de esta serie, se utilizaron varias motos que estaban basadas en modelos de Yamaha, ya que la firma japonesa se convirtió en colaboradora oficial del filme. La película logró varios premios Oscar de producción, entre los que se encontraban los de los vehículos, ya que la totalidad de ellos estaban concienzudamente modificados respecto a modelos reales. Entre las motos, y además de motos de campo y quads, había varias Yamaha YZF-R1, que casi resultan irreconocibles por su modificación para adaptarlas a un supuesto uso por los desiertos, que al final tenían un aspecto totalmente “Rat”.
Al contrario que los modelos de campo y algunas con base BMW que lo tenían mucho más complicado por la presencia del cardan, las R1 estaban equipadas con unos basculantes mucho más largos y realmente resultan bastante irreconocibles con las suspensiones modificadas, anchas ruedas de tacos y su caracterización futurista. La película se rodó en el desierto de Namibia y se utilizaron unos 150 vehículos, de los que 8 de ellos eran Yamaha R1.
Las motos fueron diseñadas por Colin Gibson, que era el diseñador de producción, y las construyó la compañía Fury Road. En todas las películas de la serie las motos tienen un papel destacado, desde que en la primera se convierten en las protagonistas por ser el vehículo más empleado por los malos que persiguen al héroe.
Moto de partida: Harley-Davidson FXR. Película: Dos duros sobre ruedas (Harley-Davidson and the Marlboro Man), 1991.
Harley’s Bike
Moto de partida: Harley-Davidson FXR. Película: Dos duros sobre ruedas (Harley-Davidson and the Marlboro Man), 1991.
Don Johnson y Mickey Rourke son dos colegas moteros, por supuesto a bordo de motos Harley-Davidson, que deciden robar un banco. La razón es que esa misma entidad financiera le quiere quitar el bar a un amigo para construir en esos terrenos. Los problemas comienzan cuando se equivocan de furgón y lo que consiguen es un montón de droga sintética. La moto de Rourke era una FXR de 1989 modificada por Gene Thomason de la empresa Bartel. Rourke decidió la preparación y la pagó Simon Wincer, el director. Hay varias versiones de lo que ocurrió con la moto, la más teatral que unos moteros devotos de la Capitán América de Easy Rider asaltaron a Wincer y la quemaron. Rourke en un momento determinado decidió construir una réplica y se la encargó a su amigo Johnny McMichael, de la empresa Death Motorcycles, que le cobró 35.000 dólares, equipada con una preparación de 114 pulgadas cúbicas y 135 CV. No se trataba de una moto idéntica porque había pasado una década desde el nacimiento de la original, pero el resultado fue bastante cercano.
Moto de partida: Suzuki Gladius. Película: El sicario de dios (Priest), 2011.
Priest’s Bike
Moto de partida: Suzuki Gladius. Película: El sicario de dios (Priest), 2011.
Aunque parezca mentira viendo el resultado final, la base de partida de los creadores de esta moto es una Suzuki Gladius. La película está basada en un manga koreano sobre vampiros y mortales que luchan entre sí. La moto se supone que está propulsada por una turbina colocada en su parte superior, en la posición habitual del depósito de gasolina. Para llegar al modelo final, Ghostlight Industries realizó numerosos cambios, alargando el chasis y lanzando ambas ruedas hacia los extremos para extender su longitud entre ejes a más de dos metros. La horquilla telescópica se sustituyó por un sistema con un larguísimo sistema Earles, y toda la moto se cubrió con una carrocería muy especial con paneles de fibra de vidrio, y efectos añadidos como armas. Una de las prioridades del diseño era que la moto fuera funcional y rodase realmente en las escenas. Algunas de las construidas se mantuvieron en marcha después del rodaje, de manera que si el futuro realmente se convierte en una lucha entre vampiros y humanos, tendremos todavía disponibles algunas de estas motos.
Moto de partida: Harley-Davidson. Película: Ghost Rider, 2007 y 2011.
La moto fantasma
Moto de partida: Harley-Davidson. Película: Ghost Rider, 2007 y 2011.
Estas películas, basadas también en un cómic, tuvieron a Nicolas Cage como protagonista. Johnny Blaze, que trabaja como motociclista acróbata, acaba haciendo un acuerdo con el diablo y se convierte en un monstruo envuelto en llamas, a bordo de una moto igualmente incendiaria. La moto en su estado “normal” recuerda mucho a la Capitan América de Easy Rider, una Harley-Davidson chopper con un motor Panhead, que se convierte en la Mefistófeles, que ya es una moto bastante menos operativa. La moto del diablo tiene unas dimensiones desorbitantes y está cubierta por completo de una carcasa para darle un aspecto mucho más orgánico, además de tener que soportar los efectos de llamas. Se trata de una moto construida sobre una custom realizada en Australia que tiene más de 3 metros de distancia entre ejes, pesa más de 300 kg, y que es casi imposible de manejar en marcha. Se han realizado dos películas basadas en el cómic sin diferencias en las máquinas utilizadas.
Moto de partida: Kawasaki Z1000. Película: Mad Max, 1979.
Kawasaki Jim Goose
Moto de partida: Kawasaki Z1000. Película: Mad Max, 1979.
No hay duda de que en la primera película de la serie Mad Max, las motos eran unas de las grandes protagonistas. La película tenía un presupuesto muy exiguo, de manera que la mayoría de los extras que participaban en las escenas sobre las motos eran verdaderos motoristas con sus propios equipos, sólo 7 personas eran actores o especialistas. Se destrozaron bastantes motos, hasta 14 vehículos en total, y muchos tuvieron que reciclarse. La propia furgoneta del director, George Miller, acabó hecha trizas. Las motos, en parte fueron cedidas por Kawasaki, que era la marca que centraba los primeros planos.
Una de las leyendas negras de la película era que en una escena de caídas una moto había matado a un piloto al golpear con él, y que fue incluida en la película. Todo era cierto, menos su muerte, como puede confirmar Dale Bensch, el golpeado por la moto de Mick Daniels. La moto de Jim Goose, el amigo de Mad Max era una Kawasaki Z1000 con un carenado especial y un colín con las siglas de Main Force Patrol, que es una de las más presentes en el inicio del largometraje.
Moto de partida: Ninguna. Película: Akira, 1988.
Kaneda’s custom
Moto de partida: Ninguna. Película: Akira, 1988.
En realidad, la moto que conduce Hotaro Kaneda, el líder de la banda de motoristas “The Capsulers” es un dibujo manga, como el resto de los personajes de animación presentes también en la película. Sin embargo, esta moto es una de las referencias de diseño futurista desde su nacimiento a finales de los años 80. El creador del cómic, Katsuhiro Otomo diseñó una moto a medio camino con un scooter, cuyo diseño luego puede considerarse inspirador de otras motos como la Gilera CX o la Dodge Tomahawk, se convirtió en un icono de la moto del futuro. Hay una réplica real de la moto, construida por Masashi Teshima, que invirtió unos 120.00 dólares y es la única réplica reconocida, y que estuvo utilizando recorriendo Japón para recaudar dinero para una asociación de niños autistas. El argumento de los manga y la película trata sobre los integrantes de una banda de motoristas, su interacción con los grupos rivales y el incidente con un experimento del Ejército para crear superhombres en el que se ve involucrado el líder de la banda.