En Gilera se viven tiempos felices. No son los años cincuenta cuando la marca de Arcore dominaba con mano de hierro el Mundial de 500 cc, pero poco a poco va reverdeciendo laureles. Este año, Marco Simoncelli ha dado la primera corona en la categoría de 250 cc de su historia y la marca ya está explotando la imagen del piloto de Cattolica en sus scooter deportivos como el nuevo Runner SP 50.
Esta fiebre “gilerista” se enmarca dentro del centenario que la histórica firma italiana celebra en 2009. A parte de los réditos que le supone el campeonato del mundo de Simoncelli, Gilera quiere explotar su lado más sport y para ello tiene previsto fabricar una deportiva tetracilíndrica de 600 cc.
Antecedente: Gilera 600 SS ‘02
Esta no ha sido la primera intentona de Gilera por entrar en el segmento de las deportivas en la era actual. Ya en 2001 la marca italiana presentó en el Salón de Milán una moderna supersport con una estética al más puro estilo italiano.
El corazón de la Gilera 600 SS era el de la Suzuki GSX-R 600 y es que la supersport italiana recibía motorización de Hamamatsu, mediante un acuerdo de Suzuki con el Grupo Piaggio. El propulsor era un cuatro cilindros en línea refrigerado por agua e inyección electrónica. La parte ciclo constaba de un chasis doble viga de aluminio con partes de titanio, horquilla invertida con barras de 43 mm, amortiguador trasero regulable, frenos delanteros de 320 mm con pinzas de cuatro pistones, llantas de 17’’ y escape Akrapovic.
Aunque nunca llegó a presentarse dinámicamente, por las fotos que vimos en los salones el prototipo estaba muy desarrollado, con la carrocería completamente acabada, faros, retrovisores e incluso instrumentación acabada con velocímetro analógica.
Aquel año se rumoreaba que la marca había reabierto el departamento de competición y estaba desarrollando la versión de carreras que competiría en el Mundial de Supersport con dos pilotos. Sin embargo, ni la moto ni el proyecto llegó a buen puerto.
Nueva era para Gilera
Desde el pasado Salón de Milán los rumores apuntan a que durante los primeros meses de 2009 Gilera podría presentar a bombo y platillo su primera deportiva de serie en décadas y, en cierto modo, qué mejor forma de celebrar la efeméride de los cien años que volviendo a sus orígenes con una moto deportiva y de competición.
Pero además de celebrar el centenario, el sentido fundamental de esta moto se enmarca dentro del nuevo enfoque que pretende dar el Grupo Piaggio a Gilera. En los últimos años, la firma de Arcore se ha centrado en el segmento de los scooter deportivos donde ha tenido un mercado muy prolífico con modelos como el Runner, Nexus, Fuoco o GP 800. Pero la nueva supersport de Gilera sería la primera moto de otras muchas que comercializarían desde entonces.
La idea de Gilera sería crear su deportiva a partir un motor propio desarrollado en Pontedera, en lugar de ser suministrado por una fábrica japonesa, pero su configuración sería parecida, con un tetracilíndrico cuya potencia rondarían los 130 CV.
El diseñador Oberdan Bezzi ha realizado sus primeros dibujos de la futura supersport, una vestida de calle con el color rojo Gilera y otra con los carenados de competición.
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