La Suzuki Katana resucita con este proyecto de Motociclismo

Una de las motos más queridas de los años 80 ha vuelto a la vida gracias a un proyecto de colaboración de Motociclismo en Italia.

Carlos Domínguez

La Suzuki Katana resucita con este proyecto de Motociclismo
La Suzuki Katana resucita con este proyecto de Motociclismo

Cuando preguntamos en redes sociales qué moto te gustaría recuperar del pasado respetando el mismo espíritu con el que nació, hay dos modelos que se repiten constantemente: por un lado la Honda RC 30 y, por otro, la Suzuki Katana 1100. La Katana, nacida todavía en los 70, se convirtió en un icono en la década de los 80 gracias a unas líneas rompedoras y un carácter deportivo innato. Aunque forma parte del catálogo de leyendas de Suzuki, lo cierto es que fue diseñada en el corazón de Alemania por Target Design, un estudio de diseño industrial que ya había estado trabajando con Recaro, BMW o Audi, entre otros. De hecho, las formas que caracterizan a la Katana fueron primero empleadas sobre una MV Agusta a petición de la revista MOTORRAD en Alemania, quienes buscaban "la moto deportiva del futuro". Pero fue Suzuki quien tomó el diseño y creó con él la máquina que conocemos hoy.

Un poco inspirados por aquel concurso, nuestros amigos de Motociclismo en Italia tuvieron la idea la pasada primavera de revivir aquel concepto y reconstruir una Suzuki Katana como si fuera fabricada en 2017. Para ello han contado con la colaboración de Rodolfo Frascoli y de Engines Engineering. El primero quizás lo conozcáis por ser el encargado de las líneas de motos como la Moto Guzzi Grisso, la Triumph Speed Triple o la Tiger 1050 mientras que Engines Engineering, dirigida por Alberto Strazzari, es una empresa de la estructura industrial boloñesa dedicada al desarrollo de propulsores y componentes de competición. Con ellos han estado trabajando en los últimos meses para poder llegar al Salón EICMA de Milán con un modelo final muy, muy interesante.

Pensando en el modelo original, la elección de la base parecía clara: una moto de más de un litro y que, de alguna manera, recogiera el corte sport turismo de la Katana. Con una potencia aproximada de 150 cv y un peso en seco en torno a los 185 kg, parecía que la mejor opción por prestaciones y fidelidad a la marca original, era la Suzuki GSX-S1000F.

Lo primero que llama la atención es cómo han logrado "modernizar" la figura básica de la Katana, haciendo una moto nueva pero fácilmente reconocible. El proceso empezó con los primeros bocetos de Frascoli, quién los mandaría más tarde a las oficinas de Engines Engineering para que estos lo transformaran en un modelo tridimensional desde el que poder empezar a trabajar (algo que se escribe muy rápido pero que llevó casi dos semanas y que facilitó la adaptación a la estructura de la GSX-S1000F). Con ese modelo listo, el siguiente paso consistía en llevarla a la arcilla para lo que fue primero necesaria una base en ureol. A partir de ahí: volúmenes, ergonomía, superficie y, por último, detalles.

La nueva Katana se presentó en el stand de Motociclismo en el EICMA donde fue muy bien recibida, siendo reconocida incluso por los moteros más jóvenes que, a pesar de haber nacido años después, han oído y leído sobre la máquina de Suzuki.