La seguridad en la conducción de la moto ha dado un gran salto en la era digital y la electrónica ha sido clave en esta evolución. La moto ofrece grandes sensaciones en su conducción, por su dinamismo, por la interacción de la inclinación en su manejo y por sus grandes prestaciones. Pero un vehículo de dos ruedas también es más sensible que uno de cuatro y por eso necesita unas ayudas más complejas para ser más seguro. La electrónica juega un papel clave en la última generación de motos, que reciben la tecnología derivada de la competición para que podamos sacarle más rendimiento a nuestra moto y al mismo tiempo hacerlo de una manera más segura. Kawasaki ha sido una de las marcas que ha tenido una gran evolución tecnológica y una potente ingeniería asociada a su nombre, ya que cuenta con divisiones que además de motos fabrican trenes, barcos, plantas energéticas, etc. Así que vamos a ver cómo son sus aportes en este campo.
El ABS en la moto
El sistema antibloqueo de frenos está diseñado para actuar cuando se produce un deslizamiento del neumático por un exceso de frenada, cuando la centralita de la moto detecta ese deslizamiento, con los sensores de velocidad de las ruedas, limita la presión del sistema de freno hasta que se recupera dicho agarre. Ante una frenada de emergencia lo que percibes cuando entra en acción son unos leves pulsos en la maneta de freno o en el pedal. Kawasaki dio un paso adelante con el KIBS, el sistema antibloqueo inteligente que se diseñó específicamente para los modelos deportivos de la marca y para ello se conectó la centralita de la moto con la del ABS, de manera que su gestión tiene toda la información que la moto recoge y se consigue una acción más precisa.
La ZX-10R lo estrenó en Qatar en 2011 con muy buenos resultados y ha sido la última versión de la Ninja de 2016 la que ha puesto en escena el ABS con función de inclinación, que permite frenar con la moto muy inclinada sin perder agarre en la rueda delantera. Un poco más allá ha ido el KCMF (Kawasaki Cornering Management Function), que tiene el control de diversos parámetros, como las suspensiones, los frenos y la potencia del motor, gracias al incorporación de la centralita IMU, con el fin de asegurar la estabilidad de la moto durante todo el viraje y que es parte del equipamiento de la exclusiva ZX-10RR. Los usuarios de las motos de turismo la marca también tienen a su disposición un sistema de ayuda a la frenada, el K-ACT (Kawasaki Advanced Coactive-braking Technology), que combina la acción del freno delantero con el trasero para ofrecer una mayor estabilidad.
Control de tracción KTRC
El control de tracción es uno de los avances más importantes a nivel electrónico de las últimas generaciones de motos, ahora puedes acelerar con la misma tecnología que respalda a un piloto de MotoGP. Kawasaki empezó con el KTRC, disponible en tres niveles de actuación y pensado para conseguir la máxima tracción con buen agarre o la máxima seguridad con poca adherencia. Este control de tracción está disponible en la Z1000SX, en las Versys 1000, la GTR1400 y en los modelos Supersport en la versión deportiva S-KTRC. En su caso, regulable en tres posiciones, está programado para predecir mediante la tecnología DELTA el deslizamiento del neumático trasero.
En las ZX-10R 2016, ZX-10RR 2017, H2 2017, H2 Carbon 2017, H2R 2017 y Z1000SX 2017 el ajuste y la finura tanto del control de tracción como en el sistema “antiwheelie” ha mejorado sustancialmente gracias a la interacción con la centralita inercial IMU. Esta tecnología permite abrir el acelerador con mucha confianza en motos de más de 200 CV y en cualquier tipo de conducción, ya sea en una carretera mojada por la lluvia o en un circuito en busca de los límites de la moto.
Modos de motor
Con el incremento de las prestaciones de los motores de última generación se ha hecho necesaria una gestión del motor que permita adaptarlo a las diferentes condiciones que se pueden encontrar en el uso de la moto, en las que la calidad del asfalto, su temperatura o la climatología pueden variar en gran mediad el agarre disponible. Kawasaki ha instaurado el uso de los modos de potencia. Las motos menos deportivas cuentan con una curva Full y otra Low, que ofrece un 70 por cien de la potencia máxima y una entrega más progresiva. Las Versys 1000 y la Z1000SX disponen de estos dos modos, mientras que las deportivas cuentan con tres modos: Full, Medio y Low. Y eso hace que puedas cambiar el carácter de la moto con solo pulsar un botón.
Embrague antibloqueo
Kawasaki dispone de dos tipos de embrague antibloqueo. El primero y más antiguo se utiliza desde la primera ZX-R750. Este embrague es ajustable en “cuánto” y “cuándo” quieres que actúe. Se utilizaba en los modelos deportivos y cuenta con cinco o seis muelles en función del modelo. El segundo tipo de embrague antibloqueo, que utiliza casi toda la gama actual de Kawasaki, es el asistido. Gracias a un sistema de rampas permite que cuando hay un exceso de par por una retención muy brusca los discos de embrague deslicen y no aparezcan los indeseados rebotes en la rueda trasera que dificultan la frenada. Este mecanismo permite además poner unos muelles de embrague más blandos, sólo hay tres, dado que el sistema de rampas hace presión sobre los discos de embrague al acelerar (el efecto contrario al de las reducciones), con lo que el tacto de la maneta de embrague es más suave.
Gracias a todas estas ayudas electrónicas lo conductores nóveles tienen una mayor seguridad a su disposición y los pilotos experimentados pueden sacarle más partidos a las potentes motos deportivas de última generación.