Comparativa chopper

Harley-Davidson Dyna Wide Glide, Honda VT1300CX y Victory Vegas Blue. A la hora de desarrollar motos, hay veces que pesa más el diseño que el comportamiento en sí. Éste es el caso de la Harley-Davidson Dyna Wide Glide, la Honda VT1300CX y la Victory Vegas Blue, tres motos muy bellas de comportamiento particular. Tweet

Víctor Gancedo. Fotos: Juan Sanz.

Comparativa chopper
Comparativa chopper

Creo que es la primera vez que en MOTOCICLISMO publicamos una comparativa de tres motos procedentes de tres marcas distintas y que en los tres casos han sido fabricadas en Estados Unidos. Además, aunque pueda parecer extraño, también cuenta con la particularidad de que la hemos llevado a cabo en nuestras carreteras habituales, partiendo del garaje de nuestra redacción en Madrid. Estas motos, aunque por diseño encajan más con el mercado estadounidense, cuentan con un pequeño porcentaje del mercado a este «lado del charco», y por ello, como es lógico, se comercializan también aquí.

Las chopper, denominación que encaja a la perfección con nuestras protagonistas, estuvieron presentes en el panorama mundial durante varias décadas, especialmente en la de los ‘70. No en vano, aquel estilo de motos quedó inmortalizado «para los restos» en 1969 cuando Dennis Hopper y Peter Fonda protagonizaron la película Easy Rider, junto a Jack Nicholson y dos Harley muy personalizadas que, aún hoy en día, definen a la perfección cómo debe ser una chopper.

Vuelve la moda
Nuestras tres protagonistas de esta páginas, Harley-Davidson Dyna Wide Glide, Honda VT1300CX «Fury» y Victory Vegas Blue, recuperan el auténtico estilo de las chopper de entonces y lo definen a la perfección con sus especatculares estampas. Las tres incluyen grandes llantas de 21” en su tren delantero calzadas con neumáticos estrechos, cuentan con distancias entre ejes generosas (hasta 1.805 mm en el caso de la Honda) y los lanzamientos de su respectivas horquillas se aproximan a los 35º, retando a los límites de la propia física.

Con estos datos y si también tenemos en cuenta que los pesos de las tres superan los 300 kg en orden de marcha, no hay que ser muy docto en la materia para cerciorarse que estas chopper funcionan mejor en línea recta que entre muchas curvas, con las lógicas diferencias entre ellas.

Nuestras tres protagonistas coinciden en cuanto a estilo, pero luego cada una lo interpreta a su manera. Las tres están propulsadas por grandes bicilíndricos en V, pero sus cilindradas oscilan entre los 1.313 cc de la Honda, hasta los 1.713 cc de la Victory, pasando por los 1.584 cc de la Harley-Davidson. Esta escala es la que luego también las ordena en cuanto a rendimiento, siendo la Vegas la más contundente, aunque ello no impide que incluso la «Fury» responda al acelerador de forma muy directa.

Ésta, además, posee el funcionamiento más suave y exento de vibraciones. Tanto es así que si la utilizas con tapones en los oídos, a veces puedes llegar a dudar si el motor está en marcha. Con respecto a la Dyna Wide Glide, hay que señalar que tiene «pegada» más que suficiente e incluso es el más alegre a «alto régimen», si podemos decir «alto» a un régimen máximo de 5.600 rpm. Además, también funciona con suavidad, siempre que nos acostumbremos al sonido que emana de su caja de cambios cada vez que actuamos sobre ella.

El funcionamiento del motor de la Vegas es el más rumoroso (al igual que la Harley, no incorpora refrigeración líquida que lo silencie), pero con respecto a otras Victory que hemos probado anteriormente, podemos decirte que ahora su tacto general ha mejorado y el funcionamiento del cambio es menos ruidoso. Hay que tener en cuenta que Victory, de Polaris Industries, es una marca joven, y cada año que pasa va puliendo detalles en sus modelos y mejorando de forma ostensible como hemos podido comprobar.

En marcha
Una vez fuera de la urbe, tras haber recorrido unos cuantos kilómetros y de haber «saltado» de asiento en asiento tras breves paradas, enseguida te percatas que la Victory es la más «deportiva» de todas y que su comportamiento es el que más se acerca más al de una moto convencional.  En curvas rápidas es la que demuestra un mayor aplomo. También es la más progresiva en los cambios de dirección y conseguimos balancearla de un lado a otro sin demasiados esfuerzos, acelerando a la salida de cada curva con viveza.

Menos eficaz, pero más rica en sensaciones, la Dyna cuenta con otros atractivos para seducirnos. Su funcionamiento es más trepidante y te empapas de él desde la cabeza hasta los pies cada vez que aceleras. Además, Harley ha conseguido que sus vibraciones no molesten y que te lleguen perfectamente amortiguadas. Su tren delatero demuestra una agilidad acepatble, pero en días fríos y con humedades, su neumático delantero muy fino no transmite mucha confi anza en apoyos y a la hora de frenar.

En este apartado, la Honda, gracias a su frenada combinada con ABS (opcional), es claramente la más completa. También es la que posee un mayor confort de marcha. A la hora de hablar de agilidad, la verdad es que no es muy brillante, siendo la que más se descompone en cambios de dirección y al superar irregularidades cuando se encuentra ligeramente inclinada. Está claro que estas tres motos hay que entenderlas. Con ellas el disfrute no lo vas a encontrar realizando una conducción agresiva. A sus mandos, tu adrenalina debe fluir a ritmos de paseo en excursiones «mañaneras» o en viajes cortos. O también en viajes largos, pero parando mucho y deleitándonos visulamente con sus logradas estéticas , al más puro estilo Easy Rider