A veces oyes el poderoso sonido de un monocilíndrico, te giras y ves una llamativa supermotard pasar rompiendo con lo que le rodea. Es como circular por la calle con un moto preparada para circuito, tiene algo especial. Esa estética transgresora y unas cualidades dinámicas muy especiales, han hecho que el segmento de las supermotard haya crecido y se haya diversificado en años anteriores a la crisis.
Para esta comparativa hemos elegido dos modelos que representan a la cilindrada media y que por precio y prestaciones son asequibles para todo el mundo. Aunque es cierto que por lo que cuestan puedes tener una de las naked de 800 cc, que tan de moda están. Pero con ellas no podrás llegar cruzado al ápice de la curva, girar en un palmo y salir con la rueda delantera mirando al cielo...
Con uno basta
Recuerdo con claridad el lluvioso día a las orillas del lago Varese, en los cuarteles generales de MV Agusta y Husqvarna en aquel entonces, cuando presentaron la SM 610. Desde aquella época las cosas han cambiado, ya que la marca sueca ha pasado a formar parte de BMW y la supermotard de calle de la marca ahora se llama 630 SMS. Lo cierto es que no ha cambiado mucho, pero con mayor cilindrada y potencia, está en mejores condiciones para enfrentarse a una especialista como la KTM SMC 690.
Ahora la cilindrada de la Husqvarna llega a los 600 cc y en nuestro banco ha rendido 50 CV. Con estos datos está 54 cc y 10 CV por debajo de la KTM. En la práctica la diferencia se nota cuando buscas las máximas prestaciones y es que la moto austriaca tiene un tacto más brioso en cualquier régimen.
Además, el monocilíndrico de la SMC es mucho más suave y se nota que la gestión está más conseguida, gracias al interesante sistema EPT (Electronic Power Throttle), que con un servomotor controla la apertura de la mariposa del inyector. Así, desde bajo régimén el motor gira muy redondo y responde con «limpieza» en toda la curva. También permite escoger entre tres curvas de potencia mediante un potenciómetro que hay bajo el asiento.
Y por si esto fuera poco dispone de un embrague antibloqueo, que es una gran ayuda para deslizar en fuertes reducciones sin que haya bloqueos indeseados en la rueda trasera. La SMS 630 es un poco más ruda y su motor no es tan moderno como el de su rival, algo que se percibe en el citado tacto y en las prestaciones.
En cualquier caso es suficientemente potente como para que te lo pases bien en una carretera de montaña o incluso en un karting de dimensiones aceptables. A pesar de que en los dos casos hay ejes de equilibrado en el interior de sus motores, las vibraciones se hacen patentes cuando subes de revoluciones. La Husqvarna las genera en menor medida y llegan más al manillar, mientras que las de la KTM son más suaves y se perciben más en el asiento. Si vas por un tramo de carretera, jugando con el cambio, no son tan perceptibles, pero si tienes que realizar un trayecto por autopista, las notas más a partir de 120-130 km/h.
Peso pluma
Llevar una moto de entre 140 y 150 kg en vacío es todo un lujo a la hora de tomar curvas. Con cualquiera de nuestras dos protagonistas puedes circular tranquilamente o llegar prácticamente «colado» a un viraje y girar sin ningún problema. Es cierto que hay que hacer un poco de estiramientos antes de subirse (las alturas de ambos asientos rondan los 900 mm), pero luego las manejas como quieres. Son como las motos de campo de las que en su día derivaron, con manillares anchos, estrechas en la parte del asiento y altas en general. Luego en marcha la KTM tiene un poco de ventaja, ya que, además de más potente, es 10 kg más ligera que su rival y tiene un tacto más firme de suspensiones.
La horquilla WP de 48 mm aguanta muy bien las frenadas y los apoyos, algo importante cuando las suspensiones tienen recorrido. El tren trasero, con bieletas, también tiene un funcionamiento impecable y como el de la Husqvarna es multirregulable. Ésta cuenta con una horquilla Marzocchi invertida, con reglajes un poco más blandos y se comprime más al apurar la frenada. En cuanto a este último apartado, las dos están muy igualadas, dado que cuentan con la misma pinza Brembo monobloque de cuatro pistones y anclaje radial. En la práctica es más que suficiente para detener a cualquiera de las dos e incluso para hacer que la rueda trasera despegue del suelo a voluntad.
En cuanto a calidad de acabados y componentes, la 690 SMC está también un poco por encima. Su instrumentación, por ejemplo, es más completa y legible, aunque la de la «Husky» tiene varias posiciones con más información, como las revoluciones, la hora, los parciales, etc. Las dos son muy divertidas en tramos virados y no muy cómodas para largos trayectos. No son motos polivalentes. Serán sus estéticas rompedoras y las posibilidades de sus partes ciclo las que hagan que te decidas por alguna de ellas. Ahora sólo tienes que saber si estás listo para que empiece la acción...