De los más de 1.500 radares que tiene la DGT instalados en las carreteras para multar a los conductores que incumplan los límites de velocidad, la mayoría lo representan los radares fijos. De estos, contando también los de tramo (cada vez más utilizados por su eficacia para captar infracciones múltiples), se cuentan unos 900 en total en las carreteras españolas.
Como sabrás, a diferencia de los radares móviles, los radares fijos están señalizados unos cuantos metros antes de alcanzar la posición de la cámara infractora. Muchos conductores entran en alerta nada más ver dicho cartel y frenan, mientras que otros tratan de localizar el dispositivo y frenar justo antes. La mejor forma de evitar tener que estar buscando el radar, obviamente, es cumplir con los límites de velocidad siempre.

Esta tendencia a buscar el radar para frenar justo antes no siempre funciona, ya que se pueden emplear diferentes métodos para “cazar” a los conductores que hayan vuelto a acelerar nada más pasar la posición del radar: lo que conocemos como radares en cascada. Hay que tener en cuenta también que la DGT suele ir cambiando los radares entre las diferentes cabinas que hay colocadas a pie de carretera, por lo que resulta más complicado detectar dónde estaba el radar en cuestión.
¿Qué sucede con los radares fijos colocados en los pórticos metálicos típicos de la carretera? Estos son más difíciles de detectar, por no decir imposible, ya que si hay instalado un panel luminoso rectangular, este suele tapar la posición de las cámaras preparadas para multar los excesos de velocidad.
Hay ciertos pórticos, no obstante, que dejan ver a un lado la caja del radar: por lo general, los radares escondidos en estos pórticos suelen apuntar a los coches que van en la misma dirección de circulación, pero hay algunos casos que se colocan en el extremo para “cazar” a los de la otra dirección, como sucede en el radar de salida del túnel del Paseo de Extremadura en Madrid y que va a dar a la A-5 (uno de los radares, por cierto, más efectivos en España).

Un truco eficiente para poder detectar a distancia si un pórtico tiene colocado un radar o no es este: fíjate en las patas o laterales de dicho pórtico y, si tiene escaleras, hay una mayor posibilidad de que exista un radar instalado en su parte alta. Estos dispositivos, de cara a reparar posibles fallos, recalibraciones, etc., necesitan de un operario que suba a realizar estas tareas de mantenimiento.
Sin embargo, si dicho pórtico tiene un panel luminoso, deberemos tener en cuenta que estas escaleras también se pueden utilizar para el mantenimiento de dicho panel, por lo que la presencia del radar no está asegurada siempre. Al menos, la presencia de estas escaleras podría ponerte en preaviso, sobre todo si el pórtico no cuenta con paneles luminosos.