John Surtees: Un talento innato

Hay muchas capacidades del ser humano que se aprenden, que son adquiridas, pero otras resultan completamente innatas en la persona. Éste es el caso de John Surtees,"Big John", la única persona que ha sido capaz de ser campeón del mundo en las máximas categorías del automovilismo y motociclismo.

Juan Pedro de la Torre

John Surtees: Un talento innato
John Surtees: Un talento innato

La familia de John Surtees poseía un negocio de venta de automóviles en Westerham, así que el joven John enseguida se aficionó por el mundo del motor. Siempre estuvieron detrás, apoyándole, impulsándole, como un respaldo definitivo. Y todo con una aparente naturalidad, con una facilidad innata. Disputó su primer Gran Premio en el Ulster, con una Norton 500, con la que fue sexto.

Sus primeros pasos

Aquellos primeros años fueron tiempos de formación, y sufrió algún percance, como en 1953, cuando estuvo fuera de combate por un largo tiempo. Corría con sus eficaces Norton privadas en 350 y 500, pero su primera victoria en el Mundial llegaría en 250, en su única participación en la categoría a lomos de una NSU.

Tenía 21 años y ya contaba con un abultado palmarés, cuajado de importantes victorias en pruebas internacionales. Hasta que un día recibió una llamada: el conde Doménico Agusta le invitaba a probar sus motos en Monza y Módena. Surtees fue un piloto metódico y minucioso, un gran técnico, y cuando se subió por primera vez a la pesada pero potente MV Agusta 500, sus ajustes y continuas paradas en los boxes estuvieron a punto de sacar de quicio a los italianos. Invirtió mucho, muchísimo tiempo en detalles aparentemente insignificantes: el manillar, el asiento, las manetas… Pero cuando les dijo que la moto estaba a su gusto, apenas le bastaron unas pocas vueltas para batir el récord de la pista.

Y así se convirtió en el "anti-Duke", el hombre que rompió el reinado de Geoff Duke, que acumulaba ya cuatro coronas en 500, tres de ellas consecutivas. La verdad es que Surtees lo tuvo más fácil de lo previsto, porque a resultas de una sanción impuesta por la FIM por el boicot realizado en la carrera de 350 del Gran Premio de Holanda de 1955, fueron suspendidos 17 pilotos, entre ellos Duke, Armstrong, Masetti y Colnago, los cuatro primeros de 500 en 1955, y otras estrellas notables, como Ahearn, Brown o Milani. Para muchos supuso perderse media temporada.

La exigencia, su carta de presentación

Tampoco fue un camino de rosas para Surtees, porque después de ganar las tres primeras carreras con claridad, se rompió un brazo en la cuarta, en Solitude (Alemania), y no pudo correr las dos siguientes, pero fue campeón por primera vez, y permitió que MV Agusta lograra su primera corona en la máxima categoría.

Pero en 1957 las circunstancias se pusieron en su contra. Afrontó de nuevo 350 y 500, aunque sus salidas con la 350 fueron finalmente escasas. En 350 se tuvo que enfrentar a inesperados adversarios: Bob McIntyre y Libero Liberti, ambos con Gilera. El esperado duelo con Duke no se llevó a cabo porque éste se cayó en Imola a principios de año, y arrastró una lesión toda la temporada. Surtees empezó con averías, y en el TT no pudo con McIntyre, en su famosa vuelta rápida a más de 100 mph de media: el primer hombre que batía esa marca. Sólo ganó en Assen, y hasta en su feudo del Ulster la suerte le dio la espalda. Liberati ganó el título y Surtees fue tercero.

Estaba insatisfecho. Era tan exigente que no se podía permitir semejante resultado. Recibió una llamada invitándole a probar en Mandello del Lario la Moto Guzzi 500 V-8, una maravilla técnica capaz de seducir a un piloto tan meticuloso y preciosista como él. Pero días antes de acudir a la cita se produjo un anuncio inesperado: Moto Guzzi, Gilera y Mondial, las tres marcas más laureadas en el Mundial hasta ese momento, anunciaban conjuntamente su retirada de las carreras. Fue el conocido "pacto de la abstención". Una iniciativa a la que, aparentemente, también se tendría que haber sumado MV Agusta. Pero no lo hizo, y esta decisión del conde Agusta fue esencial en el devenir de la historia del Mundial.

Dominio absoluto

Surtees no acudió a su cita con Moto Guzzi y permaneció fiel a MV Agusta. El resultado fue excepcional, porque en las tres siguientes temporadas el piloto británico dominó con absoluta superioridad las categorías de 350 y 500, alcanzando siete títulos mundiales. Surtees lo ganó prácticamente todo durante esos años. Sería fácil, e injusto, decir que lo hizo porque disfrutaba de motos muy superiores al resto.

Mientras él y sus compañeros Hartle y Venturi disfrutaban de las potentes MV Agusta tetracilíndrica (Hartle llegó a salir a pista con una seis cilindros que Surtees ni siquiera utilizó), el resto de la competencia se las apañaba con sus Norton Manx y Matchless monocilíndricas, o con alguna BMW bóxer Rennsport, ninguna de las cuales ofrecía prestaciones semejantes a las de la MV. Pero decimos que sería injusto simplificar todo en esto, porque en sus tres temporadas de gloria, Surtees corrió enfrentándose a sí mismo, batiendo sus records precedentes y sus registros temporada tras temporada. Rodara en lo que rodase, Surtees era competitivo, porque además de correr con MV Agusta en el Mundial y las pruebas internacionales pactadas, también disponía de sus Norton privadas con las que, de la misma manera, seguía imponiendo su ley en Gran Bretaña.

Pero esta circunstancia no era del agrado del conde Agusta, que en su contrato para 1960 especificó que sólo podría correr en el Mundial y las pruebas establecidas con MV Agusta y nadie más."Pero en mi contrato no decía nada de pilotar coches", comentó años después con mucha ironía Surtees. Así empezó a cimentarse el mito del doble campeón, en motos y coches.

Que John Surtees decidiera pasarse a los coches es algo que no sorprendió a nadie. Mientras campaba a sus anchas en el Mundial, Surtees empezó a tomar parte en carreras automovilísticas. En 1959 comenzó a correr con Vanwall y Aston Martin, y enseguida le llegaron las ofertas. Ken Tyrrell le puso al volante de un Fórmula 500 y ganó en Goodwood, y al año siguiente debutó en la Fórmula 1 con Lotus en Mónaco, en mayo, en una carrera en la que tuvo que retirarse. Ese mismo año correría cuatro Grandes Premios sin abandonar su dedicación a las categorías de 350 y 500.

Su progresión en la F-1 fue impresionante: en julio fue segundo en Silverstone, en el Gran Premio de Gran Bretaña, en una carrera ganada por el gran Jack Brabham y su Cooper Climax. Después consiguió la "pole" en Oporto, en el Gran Premio de Portugal, pero se retiró por rotura del radiador. Y regresó a la acción en Estados Unidos, en el segundo Gran Premio de la temporada disputado en Norteamérica, en Riverside, donde sufrió su primer accidente.

Sus nuevos intereses en el automovilismo hicieron que descuidara levemente el Mundial de motociclismo. En realidad, se encontró con una dura e inesperada oposición dentro de su propia casa, porque en Gary Hocking, John Hartle y Remo Venturi le ganaron unas cuantas carreras de 350 y 500. Si en los dos años anteriores Surtees había ganado las 24 carreras en las que tomó parte -Geoff Duke se hizo con el doblete en Hedemora (Suecia) en 1958, evitando el dominio absoluto de Surtees-, en 1960 Big John"sólo" ganó siete de las 12 carreras que disputó: dos en 350 y cinco en 500. Y volvió a proclamarse campeón con suficiente autoridad, alcanzando a sus 26 años una cifra de títulos impensable: siete títulos en 350 y 500, y 38 Grandes Premios. Sólo Carlo Ubbiali, con sus nueve títulos en 125 y 250, y 39 victorias le superaba, pero la diferencia no sólo estaba en la categorías, también en la edad. Ubbiali tenía 37 años; Surtees, sólo 26.

Más coches, menos motos

Surtees lo tenía muy claro. Sin más objetivos que cumplir en el Mundial de motociclismo, donde ya lo había ganado todo, y sin rivales que le pusieran freno, o al menos eso podía permitir creerse, aunque su compañero Hocking no estuviera completamente de acuerdo, Surtees decidió dejar el motociclismo e iniciar una fulgurante carrera en la Fórmula 1.

Surtees impresionó por su carácter, por su determinación, por su dureza en la pista, donde corría sin concesiones, pero con una absoluta limpieza. El gran Colin Chapman, padre de los Lotus, mítico técnico y diseñador de la Fórmula 1, vio la progresión de Surtees, a quien le tocó pelear en el mismo equipo que el mítico Jim Clark (campeón de F-1 en 1963 y 1965). Su rivalidad hizo que Surtees cambiara de equipo, recalando en Ferrari. Con la marca del "cavallino rampante" Surtees ganó el título en 1964. Pero tampoco terminó sintiéndose totalmente a gusto en Ferrari, ya que abandonó el equipo a mitad de 1966 en el marco de una temporada marcada por la presión del equipo.

Surtees había sufrido en 1965 un terrible accidente en Mosport Park (Canadá), del que se recuperó sorprendentemente pronto, pero las exigencias de correr con la marca de Maranello terminaron hastiándole. Tras ganar en la segunda carrera, en Bélgica, rompió con la marca y fichó por Cooper-Maserati (Maserati, marca odiada Enzo Ferrari).

Las dos siguientes temporadas corrió con Honda, y en 1969 fichó por BRM con pobres resultados. La falta de buenas perspectivas le hizo abandonar BRM, y justo en 1970 la marca volvió a ser competitiva. Pero Surtees había tomado la determinación de crear su propio equipo, montando Surtees Racing Organisation, una escudería que se mantendría activa hasta noviembre de 1970.

Por su equipo pasaron muchos pilotos, entre ellos Mike Hailwood, que tras la retirada de Surtees del motociclismo se convirtió en el heredero deportivo del mítico Big John. Hailwood ganó el Campeonato de Europa de F-2 en 1972, con Surtees, pero después de algunos podios dejó el equipo al terminar la temporada 1973. Y en 1974, corriendo para McLaren, un grave accidente en Nürburgring le apartó definitivamente del automovilismo.

Surtees mantuvo sus diseños en competición hasta 1978. En noviembre de ese año anunció el cese de la actividad. Y se casó. Meses antes se tuvo que someter a una operación para corregir problemas derivados del accidente sufrido en Mosport, y durante su convalecencia conoció a una enfermera que, tras años y años cegado con la competición, le descubrió el valor de la vida familiar.

No abandonó el mundo del motor, y todavía hoy, a sus 74 años, es un frecuente participante en pruebas y exhibiciones de vehículos clásicos, de dos y cuatro ruedas, y sigue siendo una referencia constante en la competición. Es uno de los consultores del equipo Maxtra, en el que están involucrados Jan Witeveen y Harris Performance, así que, casi 50 años después de dejar las motos, volveremos a ver a Surtees en 2009 en los circuitos de MotoGP.

 

JOHN SURTEES
Nacido en Tatsfield el 11 de febrero de 1934. Debutó en competición en 1950, y se inició en el Mundial en 1952, con sólo 18 años. Tras ganar siete títulos en 350 y 500, se pasó al automovilismo, siendo campeón del mundo de F-1 en 1964


PALMARÉS
Siete veces campeón del mundo en 350 y 500 (1956-1958-1959-1960).
38 victoria en GG.PP. (250-350-500).
Campeón del Mundo de F-1 automovilística (1964)