Yamaha YZF-R6 2017, sin ventajas en el Mundial de Supersport

El control de tracción de la nueva Yamaha YZF-R6 2017 no se podrá utilizar en el Mundial de Supersport.

Óscar Pena

Yamaha YZF-R6 2017, sin ventajas en el Mundial de Supersport
Yamaha YZF-R6 2017, sin ventajas en el Mundial de Supersport

La Yamaha YZF-R6 2017, recientemente presentada en el Salón de Milán, incorpora como una de sus principales atractivos con respecto al modelo anterior un inédito sistema de control de tracción. Algo que no está presente en ninguna otra supersport como equipamiento de serie (lo está en la Kawasaki ZX-6R 636, pero no en la ZX-6R, que es la versión homologada en competición).

Esto significa que, a priori, los usuarios de la nueva R6 tendrán una pequeña «ventaja» en carretera y circuito (habrá que ver también cómo se comporta el sistema), con respecto al resto de usuarios de motos de 600 cc. Sin duda favorecerá la seguridad activa en cualquier ambiente, y si es suficientemente bueno y preciso, contribuirá a mejorar el nivel de pilotaje.

Hasta aquí, todo perfecto, pero, ¿qué pasará en competiciones internacionales y nacionales? El reglamento del WSSP (Mundial de Supersport), regulado por la FIM (Federación Internacional de Motociclismo), establece, groso modo, que las motocicletas a utilizar no pueden equipar sistemas de control de tracción. Esto es así desde la temporada 2015, año en que las categorías de Superstock 600 y Supersport  se unificaron en un mismo campeonato: el Supersport  600. En años anteriores sí estaba permitido en dicha categoría, y las motos incorporaban sofisticados y caros sistemas de control de tracción, suministrados por las propias marcas en los diferentes kits de preparación,  así como por otros fabricantes auxiliares especializados en la gestión electrónica.

Yamaha cuenta con una línea de productos Racing denominada YEC, que es la que se utiliza a nivel mundial para optimizar el rendimiento de motores y electrónica, y que incluye una centralita específica para competición (todos los fabricantes disponen de su propia línea de competición). Esta centralita se suministra desde hace unos años anulada en sus funciones de control de tracción para quienes compitan en certámenes regulados por la FIM. Algo que deberá mantenerse imperativamente para quienes la utilicen en el Mundial de Supersport, y también en el Campeonato de España de Superstock  600, por poner otro ejemplo que nos pilla muy de cerca (habrá que ver que establece la Federación Española con respecto a la categoría Open 600, más libre en cuanto a la preparación, y en donde podría tener cabida en un momento dado). De este modo la nueva Yamaha YZF-R6 2017 no tendrá ventajas con respecto a la competencia en los campeonatos más importantes a nivel mundial y nacional, y por tanto, al menos a nivel motriz y electrónico, poco, o muy poco, va a diferenciarse de la Yamaha R6 2008 a 2016. Sólo en lo que atañe a la estética y a la parte ciclo, ya que como sabemos, hereda la imagen de la última Yamaha YZF-R1M, así como su tren delantero, horquilla y frenos, e incorpora nuevo amortiguador y basculante, y subchasis y depósito de magnesio.