El pasado mes de agosto un estudio de Detector realizó una lista de cuáles habían sido las motos más robadas en España durante el año 2019, puesto que era el último del que se tenían datos completos al respecto. Y el dudoso honor de liderar tan funesta lista correspondió a la Honda SH125, también conocida como Scoopy.
El motivo no es complicado de deducir, ya que se trata de uno de los scooters más vendidos y que más se ven en las carreteras españolas, de manera que, aunque solo sea por probabilidades, se convierte de facto en uno de los más “robables”. Claro que el hecho de que suponga casi el 25% de las unidades sustraídas resulta cuanto menos asombroso.
Yamaha, objeto de robo
Lo más curioso es que a pesar de que el Scoopy sea el favorito de los cacos, Honda no es la marca más robada, recayendo esta distinción en su gran rival: Yamaha, puesto que la compañía del diapasón acumula el 32% de las motos que se roban en España. A continuación encontramos a Honda, con un 28%, y a Kawasaki, cuyas motocicletas atraen el 17% de las sustracciones.
Respecto a los modelos, el podio lo completan el maxi scooter Yamaha T-Max con un 21% y la Kawasaki Z800, con ese mismo tanto por ciento. Así pues, los diez primeros puestos de motos más robadas serían los siguientes:
- Honda SH 125
- Yamaha T-Max
- Kawasaki Z
- Yamaha X-Max
- KTM 125 Duke
- BMW GS
- Yamaha YZF-R1
- Yamaha Cygnus
- Yamaha Neos
- SYM Symphony

¿Para qué se roban las motos?
Cualquiera que vea la lista podría preguntarse por qué no se roban las motos de más alta gama o aquellas que tienen unos precios más elevados. Pero hay una explicación para ello: a los ladrones les interesa sustraer los modelos más vendidos para desguazarlos, de manera que se puedan vender las piezas o ensamblar “nuevas” motos que se vendan en el mercado de segunda mano.
Eso sí, solo el 15% de los robos son planeados con antelación, ya que el Ministerio del Interior considera que la mayor parte de ellos son “fortuitos”, es decir, se cometen aprovechando alguna circunstancia que los facilitan (despistes, dejar la moto sin protección…). Esto es una buena muestra de que en todo momento se deben tomar las máximas precauciones, incluso si la parada va a ser de solo unos minutos. Nunca se sabe dónde aparecerá un amigo de lo ajeno y se va a llevar la moto.
Cuidado en Cataluña
Lo que parece claro es que si la moto recorre Barcelona, Málaga o Madrid, las opciones para ser robada son mucho mayores, de modo que los motoristas barceloneses, malagueños y madrileños deben extremar la seguridad. Lo que resulta realmente sorprendente es que si se tienen en cuenta las comunidades autónomas, Cataluña se lleva la palma, ya que allí se cometen el 87% de los robos de motos que hay en España. Muy lejos la sigue la Comunidad de Madrid, con un 7%. Por lo tanto, los propietarios catalanes de motocicletas más vale que estén con el ojo avizor, ya que los hurtos son mucho más frecuentes de lo recomendable.