Yamaha YZF-R1 2015

La principal novedad de Yamaha es la YZF-R1, que se comercializará en dos versiones.

Sergio Romero/Pepe Burgaleta. Fotos: Yamaha

Yamaha YZF-R1 2015
Yamaha YZF-R1 2015

Yamaha se ha guardado su nueva novedad más importante para este Salón de Milán y no es otra que la nueva YZF-R1, una de las deportivas más famosas. En su último cambio importante, en 2009, recibió el particular motor «crossplane», una tecnología heredada de MotoGP y que se ha aplicado a otros modelos de la marca. Pero desde entonces solo había sido renovada con la adopción de un control de tracción.

La última integrante de la saga es una moto revolucionaria, que ha cambiado por completo y que ha sido diseñada para dar lo mejor de sí en circuito. Lo primero que llama la atención es su compacidad, algo en lo que se ha trabajo mucho, empezando por el motor. Este mantiene la configuración «crossplane» con el orden de encendido irregular, pero tiene novedades muy interesantes como las bielas de magnesio o un cigüeñal con menos inercia. La marca declara 200 CV, gracias a los numerosos cambios que hay en su interior, como la culata más compacta, con válvulas más grandes y mayor compresión. También cambian sus pistones, el accionamiento de las válvulas y el embargue, entre otras muchas cosas.

El chasis y el basculante también son de nueva factura, así como las llantas de magnesio. Con ellos se consigue una distancia entre ejes de 1.405 mm y un peso de solo 199 kg en lleno y 179 en seco. La electrónica también es de última generación y se utiliza la plataforma inercial IMU, que permite controlar las reacciones de la moto en 3D, de modo que es capaz de gestionar el ABS, el control de tracción, el de lanzamiento y el anticaballito. El motor tiene modos de motor y una instrumentación TFT.

Yamaha YZF-R1M

El hecho de que ahora se lancen dos versiones, la normal y una monoplaza denominada «M», más enfocada todavía a las carreras, que cuenta con suspensiones Öhlins electrónicas de serie, una electrónica más completa y piezas de carbono, recalcan la intención deportiva de la nueva moto. Para la «M», hasta se han previsto unos cursillos en pista para que sus propietarios conozcan en detalle sus nuevas monturas.

Independientemente de los detalles concretos como el empleo del titanio en piezas internas como las bielas o las válvulas, o el magnesio de las llantas, lo realmente importante en la génesis de la nueva R1, que comenzó a principios de esta década, ha sido redefinir el concepto de su deportiva para acercarla al máximo a su MotoGP, no solo en aspectos como las ayudas electrónicas, sino también en su concepto general. Ahora es más potente y ligera, pero también más pequeña y radical. La R1 se ha despojado de los pocos compromisos que aún tenía para convertirse en una moto pensada, diseñada y fabricada para los circuitos, y como extensión de ellos, para la competición.

Yamaha anuncia que su nueva YZF-R1 supone el paso a una nueva era digital de su superbike, algo que es cierto que su anterior modelo no lograba, pero que más que situarla en una posición de privilegio, la coloca en un nivel similar al de su competencia más directa, la que lucha por la victoria en las carreras. La lista de siglas de los sistemas de la nueva R1 es interminable, pero lo más importante de esta moto no son sus detalles, sino su nueva filosofía, probablemente muy parecida a la de aquella primera R1 de 1998, la moto sin compromisos que cambió el mundo.