La DGT tiene actualmente repartidos por las carreteras tres tipos de radares principalmente: fijos, móviles y de tramo. A los que habría que sumar los drones y los helicópteros Pegasus. Y aunque cada uno tiene sus particularidades, todos ellos tienen el mismo objetivo: multar a todos aquellos conductores que excedan la velocidad límite de la vía.
Pero la cosa no se va a quedar aquí. La DGT hará una inversión de más de 8 millones de euros para instalar 270 nuevos radares de todo tipo por toda España. El 80% de estos radares se destinarán a carreteras convencionales y el 20% restante irán para el control de autopistas y autovías.
Todos los nuevos radares que llegarán a las carreteras
Y aunque en España no andamos escasos de radares precisamente, si salimos de nuestras fronteras nos daremos cuenta que la cosa podría ser mucho peor y que algunos de nuestros vecinos más cercanos tienen razones ya para estar asustados cada vez que cogen el coche.
Los últimos que hemos conocido han sido los radares con inteligencia artificial que ya se están probando en el Reino Unido.
Pero fuera de España existen también seis tecnologías de radares para multar que (de momento) no se emplean en nuestro país.
Radares térmicos

Estos radares térmicos se encargan, básicamente, de conocer la ocupación de un vehículo en su interior, para así poder comprobar si, por ejemplo, hay vehículos que incumplen las normativas de ocupación de los llamados en España carriles VAO de alta ocupación. Estos nuevos radares térmicos detectan así los pasajeros que transporta realmente cada vehículo.
En España, aunque aún no se han probado, podrían servir como mecanismo de vigilancia y sanción a lo que la DGT considera ya una infracción grave, sancionada con 200 euros de multa. Se trata del incumplimiento de las normativas de ocupación de los carriles VAO o BUS VAO, carriles por los que solo pueden circular autobuses y taxis, así como vehículos privados siempre y cuando tengan una ocupación de al menos dos pasajeros. También los vehículos con la etiqueta Cero Emisiones de la DGT.
Radares de bolsillo

Si los radares Velolaser te parecían casi “invisibles” e indetectables, espérate a conocer estos nuevos radares. Como su nombre indica, son muy pequeños: miden 13 centímetros y solo pesan ¡410 gramos! De hecho, un agente lo puede guardar cómodamente en su uniforme.
Estos radares de bolsillo cumplen con tres funciones: controlan la velocidad, hasta los 300 km/h, y con un margen de error de apenas 1 km/h, pero también cuentan con un gran zoom para poder controlar si los pasajeros llevan bien abrochado o no el cinturón de seguridad y si el conductor está haciendo uso del teléfono móvil mientras conduce. Y todo ello, con un alcance de 640 metros, pudiendo usarse en trípode o desde las manos del agente mientras está parado.
Radares de ruido

Conocidos ya como radares medusa, están dotados con hasta 5 micrófonos y una cámara de visión de 360 grados, y se encargan ya de detectar el ruido que emiten los vehículos a una velocidad de hasta 10 veces por segundo, realizando fotografías de coches y motos, y mutando por ejemplo en París hasta con 135 euros a quien sobrepase los límites.
En España alguna ciudad, como Barcelona, han empezado a instalar este tipo de radares, de momento, eso sí, en fase experimental.
Radares en coches privados

Aunque en España solo está autorizado un agente de la autoridad (policía local, policía autonómico o un agente de la Guardia Civil) a usar un radar para proceder al procedimiento formal de firma y denuncia de una infracción de tráfico y circulación, en otros países un ciudadano anónimo o un particular tiene esa capacidad sancionadora. ¿Cómo? Instalando un radar láser en su coche particular, convenientemente homologado.
El caso más cercano es el de Francia donde, para desempeñar esta función, el Gobierno francés paga a cada conductor una cantidad mensual con jornadas laborales de seis horas. Durante este tiempo, el conductor tiene que hacer cientos de kilómetros en trayectos marcados previamente y señalados por su alta siniestralidad.
Radares de polución

En España puedes encontrar algún tipo de control de emisiones de escape a los vehículos en alguna gran ciudad. Pero no un radar de polución como tal. Pero en Francia, por ejemplo, sí.
El radar mide las emisiones al paso del vehículo y, dependiendo de la ciudad, puede llegar a enviar una multa al conductor si sobrepasa los niveles establecidos, o simplemente quedarse en un aviso.
Radares de torreta Mesta Fusion 2

Es el radar definitivo y el más temido por los conductores fuera de nuestras fronteras ya que es capaz de multar hasta por 11 cosas distintas... y ¡a la vez! De hecho, puede controlar hasta ocho carriles y 32 vehículos al mismo tiempo.
Además de distinguir entre distintos tipos de vehículos, puede multar por exceso de velocidad, así como vigilar el uso del cinturón de seguridad, la distancia de seguridad, semáforos en rojo, adelantamientos por la derecha, empleo del teléfono móvil al volante, uso del intermitente, pago vigente del seguro...