Llama bastante la atención que el coloquialmente denominado impuesto “Cayenne” (por el lujoso todoterreno de Porsche), aprobado esta semana por el Parlamento, a quien más haya castigado no sea a todoterrenos y automóviles de alta cilindrada sino a un tipo de vehículos, en principio, ajenos a las razones que llevaron al Estado a endurecer la ley anticontaminación vía elevación del impuesto de matriculación.
Efectivamente, los automóviles que más contaminen costarán más, pero los más perjudicados han sido las motos de cuatro ruedas y las de agua. De estar exentos del pago del impuesto de matriculación han pasado a tener el tipo impositivo más elevado: entre un 14,5 y un 17 por ciento. Incomprensible pero cierto. Ninguno de los grupos parlamentarios que ha votado a favor de la enmienda a la Ley de Calidad del Aire, todos salvo el PP –que se abstuvo-, han tenido en cuenta el daño que esta reforma del impuesto de matriculación puede tener para estos mercados.
Los fabricantes de este tipo de vehículos tendrán que ponerse las pilas y fomentar las ventas sin descuidar, además, incorporar mecánicas poco contaminantes, dado que esta nueva normativa establece los tipos impositivos en función de las emisiones C02 y no de la cilindrada. Tanto es así, que los vehículos que menos gases contaminantes lancen a la atmósfera no tendrán que pagar el impuesto de matriculación. Mal panorama les queda.
Los quads subirán de precio
Entre un 14’5 y 17 % por el nuevo "impuesto verde". El Congreso ha aprobado una enmienda a la Ley de Calidad del Aire por la que se reforma el impuesto de matriculación, bajo el principio de que "los que más contaminen pagarán más". Quads y motos de agua, hasta ahora, exentos de este gravamen, tendrán que pagar entre un 14,5 y 17 por ciento de tasa, el tipo impositivo más elevado.
