No puedo contaros cómo me ha ido con el BMW C Evolution sin revelaros previamente un secreto. Antes de pasar un mes con este scooter no me atraían para nada los vehículos eléctricos, independientemente de su número de ruedas. Me parecía una aberración el conducir una moto que no hiciera ruido y no quemara gasolina, aunque aprecie las silenciosas y las poco gastonas. Pero en este tiempo me he dado cuenta de que un propulsor sin combustible y sin tubo de escape puede proporcionar unas sensaciones impresionantes, como para reconocer que estaba completamente equivocado. A día de hoy me declaro un defensor de las motos eléctricas, aunque también es cierto que, al menos en el BMW C Evolution, tienen que cambiar para convertirse en los vehículos definitivos. Pero vayamos poco a poco.
Como iba a ser la primera vez que me subía en él, recibí una serie de instrucciones para evitar posibles problemas y para advertirme de qué tenía que tener en cuenta, así como para explicarme algunas funcionalidades de su cuadro de mandos y las diferencias entre los distintos modos de conducción que el BMW te permite. Volveré a ser sincero, apenas le escuché porque estaba realmente impaciente por subirme en él, además de que me gusta descubrir los secretos por mi parte, como le ocurre a cualquier usuario, no me gusta que me adelanten las sorpresas, prefiero ser yo quien saque mis propias conclusiones para después contrastarlas con quien también haya probado la moto o scooter en cuestión.
Así, después de asentir a todo, me subí en él y ya me di cuenta de que su peso es considerable (266 kg verificados), con lo que cuesta moverlo en parado. Al verme sufrir un poco teniendo en cuenta que la altura del asiento es también importante para mi 1,65 m, Josep Armengol, director adjunto de Motociclismo, sonrió y me recomendó que usara la marcha atrás, como me había contado en su «breafing» previo. Menudo cambio, nunca pensé que este recurso fuese tan útil en un scooter, pero a mí me ha resultado indispensable en algunas circunstancias. Por cierto, en parado hay otro punto a tener muy en cuenta, y es que ya sabéis que siempre hay a quien le gusta apretar los mandos (frenos o acelerador) de las motos cuando éstas se encuentran paradas y el BMW C Evolution no se sabe cuando está arrancado. Si os ponéis a hablar con alguien a vuestro lado, vigilad que no toque el acelerador o saldréis disparados. La mejor opción es la de apagar el motor o poner la pata de cabra, que hace las funciones de freno de estacionamiento.
Cuatro opciones
Los primeros días me sirvieron para hacer mediciones en cuanto a consumos de la batería con los cuatro modos de conducción, realizando los mismos recorridos y sin comerme la cabeza en intentar batir ningún récord. Empecé por el ECO, el cual ofrece poca aceleración y mucha retención al soltar el acelerador. Por los cálculos propios y del sistema informático he visto que se podrían realizar unos 100 kilómetros sin tener que buscar un enchufe.
Pasé a la posición ROAD, cuya principal diferencia con la anterior es que hay mucha aceleración y menor retención. La sorpresa para mí es que la autonomía no se veía mermada, seguía rondando los 100 kilómetros y encima con mayores prestaciones. El tercer modo disponible es el SAIL, con aceleración a tope y sin ningún tipo de retención, lo que podría resultar atractivo para los que busquen sensaciones parecidas a las de un moto, pero con el que se pierde autonomía (unos 80 kilómetros he llegado a hacer) al no recuperar energía la batería en las frenadas. Por último, la autonomía volvía a superar los 100 kilómetros con la cuarta posición, la llamada DYNAMIC, que para mí es muy parecida a la ROAD. De hecho, en mi uso diario he ido alternando estas dos pues son con las que encontré la mayor diversión en la conducción y la mayor eficacia en cuanto a la autonomía.
Y sí, he utilizado la palabra diversión, y es que el C Evolution sorprende por este motivo. La aceleración que proporciona su motor es impresionante, incluso me choca que se pueda conducir con el B1. Cierto es que el control de tracción funciona a la perfección y resulta complicado darte algún susto en modo de derrapaje del tren trasero, pero sigo insistiendo que aunque la velocidad máxima se encuentre limitada, la aceleración es propia de una moto de bastante cilindrada. Muchos motoristas se quedaban un tanto impresionados al ver (que no oír) cómo salía disparado y me colocaba en el siguiente semáforo en primera posición sin despeinarme (salvo en la posición ECO). Pero más impresionantes son las recuperaciones a cualquier velocidad, basta un leve toque de gas que enseguida te encuentras en su velocidad máxima (levemente superior a los 120 km/h). Y en este sentido da casi lo mismo el modo de conducción pues las prestaciones resultan similares. El hecho de no escuchar el sonido del motor hace que la sensación de velocidad sea incluso mayor, aunque no le hubiera venido mal la adopción de una pantalla algo más alta para que el viento no resulte tan molesto. La sensación por empuje y ruido «eléctrico» es como la de ir en el Metro con las ventanas abiertas y sin apenas ruido.
En ciudad, aparte de lo ya comentado respecto a su aceleración, la ausencia de ruido hace que tengamos que estar más atentos si cabe, pues ni el resto de vehículos ni los peatones nos escuchan, solo se perciben de nuestra presencia al vernos. Más de una vez he tenido que utilizar la bocina para avisar a alguien de que no cruce por no escucharme. Tampoco ayuda en este sentido que el BMW, por defecto, sólo utilice las luces de LED al arrancarse, y que para circular con las de cruce haya que apretar el pulsador (se encienden también de forma automática en circunstancias de poca luz, como en los túneles).
Será una cuestión de ahorro de energía, pero creo que es recomendable ser lo más visible posible teniendo en cuenta que es la única manera de que sepan de nuestra presencia. Y ya que hablamos de luces, deciros también que hay que tener igualmente cuidado con las retenciones. El C Evolution, salvo en la posición SAIL, retiene en las frenadas para recuperar energía, especialmente en ECO. Pero tanto en ésta como en DYNAMIC y en ROAD se puede circular por ciudad sin apenas usar los frenos, aprovechando la retención. Y eso significa que no se enciende la luz de frenado, con lo que no estás avisando a los demás vehículos de que estás frenando.
Enchufado
Como habéis podido concluir con lo que os he contado, el scooter eléctrico de BMW funciona a las mil maravillas. Ahora, la cuestión es saber si los entre 80 y 110 kilómetros de autonomía son suficientes, que es la pregunta que me han hecho varias personas al saber que me he estado moviendo con él. Para mí sí, pues mis trayectos diarios en Madrid no han superado los 50 km diarios. Los que vivan a más de 40 kilómetros de su centro de trabajo sí que podrían tener algún inconveniente, sobre todo si en casa o en el trabajo no tienes punto de carga. Y aún teniéndolo, hay que asegurarse de poder enchufarlo y es que el sistema de BMW es un poco caprichoso. Me explico, en el garaje de mi casa tengo un enchufe pero la potencia no es suficiente para cargarlo y el sistema entonces no es que cargue más lento, es que directamente no se pone en marcha. Esto me obligaba a poder hacerlo sólo desde la toma colocada en el aparcamiento de Motorpress. La carga se realiza en menos de tres horas, suficiente si te encuentras en tu jornada laboral, aunque no si tienes que salir por algún imprevisto, El cable viene incluido y se guarda en una de las guanteras frontales (en la otra está situada la toma de corriente), en un espacio un poco justo para ello, demasiado en mi opinión. De hecho solo cabe en una posición y si empiezas a meterlo mal no serás capaz de colocarlo correctamente.
Como soy un poco impaciente opté por utilizar el hueco trasero bajo el asiento para llevarlo, quedándome sin sitio para el casco (cabe un integral sin problema). Por cierto, llama la atención que para acceder a este hueco no se disponga de un botón de apertura y haya que utilizar la llave del contacto. También se echa de menos un sistema de bloqueo para el asiento no se baje mientras colocas las cosas en su interior. Se trata de los dos únicos defectos que he encontrado en todo un mes, sin tener en cuenta el de la autonomía que, como ya he explicado, es un fallo o no dependiendo del recorrido diario que tenga que hacer cada uno.
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