Suzuki GSX250R, prueba a fondo y ficha técnica

¿Carnet de moto limitado? Ser joven, con poca experiencia o tal vez no rebasar en mucho los 1,60 metros de estatura, no entrañan problema alguno para pilotar una moto deportiva como la nueva Suzuki GSX250R.

Bego Calvo. Fotos: Juan Sanz, Marcos Contreras. Colabora: Rodadas Manuvi, Álvaro Guardia.

Suzuki GSX250R, prueba a fondo y ficha técnica
Suzuki GSX250R, prueba a fondo y ficha técnica

Suzuki continúa apostando por el espíritu deportivo que tantos éxitos le ha permitido cosechar a lo largo y ancho de la existencia de sus míticas siglas GSX-R. Desde la primera 750 aparecida en 1985, todas y cada una de las “erres” lanzadas al mercado por la firma de Hamamatsu no han dejado indiferente a los más apasionados por las motos deportivas. Después de tantos años, es momento de ofrecer una “hermana pequeña” que sirva de referente a futuros pilotos. Con prestaciones ajustadas a sus características, se nos presenta esta nueva “dos y medio” heredando la base de la conocida Inazuma 250, una naked con aires de B-King; está claro que Suzuki sabe cómo identificar las diferentes ramas de su extensa gama, desde las cilindradas más bajas hasta el techo de las mismas.

Suzuki GSX-R250, HECHOS PROBADOS

Que la saga GSX-R es por todos conocida, es un hecho, y que los éxitos tanto en competición como en los mercados de todo el mundo han atraído al público, también. Sin embargo, y con mayor razón si hablamos de una 250 como esta, cabe hacerse la pregunta de si realmente cumple con las expectativas creadas por sus ancestros. Es aquí donde otros hechos probados entran en escena, por ejemplo, el origen mencionado más arriba, porque si la parte ciclo y el motor de la Inazuma nos parecían correctos, sin más, aquí no aportan nada espectacularmente nuevo. Dicho con otras palabras, la lucha de esta GSX250R frente a rivales cercanos de cilindrada y “corazón” queda un tanto desvirtuada en cuanto a prestaciones se refiere. Así, la velocidad máxima no puede ir más allá de los 140 km/h indicados, una cifra que alcanza en la “zona roja virtual” del cuentavueltas digital. Si a ello le añadimos un peso de 182 kilos en orden de marcha, nos encontramos ante una preciosa moto deportiva con durísimos rivales, prácticamente inalcanzables una vez nos ponemos en marcha.

¿Esta pequeña Suzuki es capaz de cumplir las expectativas depositadas en ella bajo las siglas GSX-R?

Pues bien, eso es lo que vamos a hacer de inmediato, porque si las cifras suelen crear una aureola positiva o negativa, esta Suzuki en realidad prefiere incidir más en otros detalles que en la crudeza “pura y dura” del número en sí; o dicho con otras palabras: hablemos de sensaciones y vivencias a sus mandos, dejando las cifras para la ficha técnica de rigor. Si de pasión se trata, lo primero que te invade, y más en mi caso donde suelo encontrarme con problemas a los mandos de muchas deportivas, es una alegría tremenda por comprobar que pasar la pierna derecha por encima de la moto y colocarla recta, con ambos pies bien plantados en el suelo, es mucho más sencillo de lo que pudieras imaginar. La unión entre el depósito y el asiento del piloto es estrecha pero, sobre todo, la altura de este es lo suficientemente reducida como para dejar los miedos a un lado en cada detención o maniobra a baja velocidad. Al girar la llave de contacto, el display digital realiza un rápido chequeo para confirmarte, finalmente, que la moto se encuentra “ready to go”, ¡y yo también, así que vamos allá!

Suzuki GSX-R250, ¡AGRADABLE!

Esta Suzuki es un derroche de amabilidad mecánica. Resulta tan agradable que incluso pasarás desapercibido… al menos por el sonido que sale de su único silenciador de inspiración GSX-R1000. El motor apenas muestra rumorosidad, ni estirando las primeras relaciones del cambio ni mucho menos al ralentí. Tampoco aparecen vibraciones abajo, donde empuja con suavidad y de forma muy lineal desde las profundidades, sin molestos tirones ni reacciones toscas. No cabe duda de que se trata de una moto perfecta para dar tus primeros pasos en moto, ya que ni asusta ni intimida en ningún momento, sino más bien todo lo contrario. En la zona alta, que será donde realmente aproveches todo el potencial de su motor en busca de la máxima aceleración, muestra una progresión tan “humana” que en más de una ocasión te encontrarás con el corte de encendido sin ser consciente de que estás llegando al tope del motor.

Es perfecta para dar tus primeros pasos en moto

Es cuando de verdad aprovechas el máximo potencial del bicilíndrico en línea cuando te das cuenta de que un segundo disco de freno, o una bomba más potente, solucionaría esa sensación de falta de mordiente cuando de verdad necesitas una fuerte deceleración. Me gusta pilotar con un dedo en el freno “por lo que pueda pasar”, pero si no tengo que usar más que el índice para parar, mucho mejor; en esta Suzuki lo he conseguido así, pero tirando con bastante más fuerza de la que sería deseable en situaciones de emergencia. Esto, traducido a un circuito como la pista de Jarama, en la que hemos rodado gracias a la amabilidad del equipo de Rodadas Manuvi, se convierte en una entrada constante del ABS en un intento por frenar lo más tarde posible, aprovechando la ligereza del conjunto respecto a una moto de mayor cilindrada y prestaciones. Pero si hay algo que sorprende en esta pequeña “gesequiserre” es el espacio disponible para el piloto, moviéndote con total libertad mientras buscas los límites en circuito, o tal vez en carretera, donde los rápidos cambios de dirección parecen obra de tu pensamiento, y no del más mínimo esfuerzo físico por tu parte. Esta Suzuki pisa firme y confiada con unas suspensiones que, salvo en severos baches, absorbe con entereza y aguantan la frenada que es capaz de desarrollar su equipo asistido, como te digo, por el imprescindible ABS dictado por Euro4.

Suzuki GSX-R250, DE TAL PALO…

… Tal astilla. Eso reza el dicho, y aquí queda una vez más demostrado. Esta 250 evidencia sus orígenes de naked “a prueba de bombas”, como es la Inazuma, pero también aporta genes deportivos en estética y detalles de acabado como la acertadísima instrumentación, donde cualquiera que sea la información que aparezca, la verás con total seguridad, independientemente de las condiciones de luz; por tamaño y disposición en el cuadro, cada detalles se encuentra disponible al primer vistazo, y uno de ellos es el consumo medio en cada parcial de los dos que aporta. Excelente.

Aporta genes naked y deportivos, de ahí su versatilidad

Se trata, en líneas generales, de una moto deportiva utilizable, de esas que no intimidan al piloto novel, sino todo lo contrario, le invitan a conocer, poco a poco, paso a paso, las peculiaridades de una moto de carácter racing… o de cualquier otra, porque por posición de conducción, disposición de los mandos o confort ofrecido por el asiento, al final acaba siendo una moto más del grueso que podremos encontrar en las tiendas bajo la etiqueta “multiusos”. Incluso podrás llevar a un pasajero sin que se queje demasiado de la dureza de su asiento, la posición de sus piernas o el espacio disponible para su acomodo. ¡Más aún a su favor! Es, en pocas palabras, una deportiva de espíritu con claras dotes polifacéticas al alcance de cualquiera que se identifique con ella. El resto vendrá con los kilómetros y la experiencia.