BeOn es una potente empresa de ingeniería que ha ido destinando muchos de sus recursos al mundo del Motorsports, un sector donde la pasión y su “know how” les ha llevado a fabricar más de 300 motos de competición por todo el mundo. Después de dominar con sus motos en las categorías de PreMoto3 y Moto4 este año han decidido ir un paso más allá y han puesto en marcha un proyecto muy ambicioso: la BeOn-JuniorCup dentro del ESBK.
La idea de esta Copa de Promoción, donde todos los pilotos corren la misma moto y los mismos neumáticos Pirelli, es ofrecer una puerta de entrada más económica en el camino hacia Moto3, ya sea en el JuniorGP o en el Mundial. Se trata de un campeonato que se integra en los circuitos del calendario del ESBK, pistas que se utilizarán también en el Mundial, y está pensado para pilotos de 14 a 23 años donde la igualdad mecánica va a favorecer que destaque el talento.

Más económico
Las cifras para hacer una temporada con una Moto3 se han disparado muy por encima de los 100.000 euros y esta fórmula ofrece un camino alternativo, en el que gracias al comportamiento y prestaciones de la moto que se utiliza los pilotos van a llegar con un buen nivel de pilotaje a un precio alrededor un 50 por cien más bajo. La moto que hemos ido a conocer al Circuito Aspar en Valencia es la BeON Moto3 CUP, una moto nacida desde cero para la competición.
La experiencia de BeOn en el diseño de motos de carreras de pequeña cilindrada y su relación con algunas marcas japonesas han sido clave en el nacimiento de esta Moto3 CUP, que vendría a ser una Moto3 sin materiales exóticos y caros pero con motor Yamaha de 450.

Buenas prestaciones
Este conjunto consigue unas prestaciones de 65 CV para 91 kg, mientras que una Moto3 ronda una potencia similar, aunque con menos par en toda la banda, y su peso es más bajo. En la práctica han rodado prácticamente en los mismos tiempos con las dos motos en Estoril, comparando el JuniorGP (1’44.91) con la BeON-JuniorCup (1’44.48).
La moto se basa en un chasis doble viga de aluminio que se ha fabricado por ellos, combinando piezas extruídas y algunos elementos mecanizados, con una geometría de carreras y una distancia entre de ejes de 1.200 mm. Delante se utiliza una horquilla invertida diseñada y ensamblada por ellos con cartuchos Andreani en su interior, mientras que detrás cuenta con un amortiguador Öhlins TTX36.

Pura competición
Solo con verla te das cuenta de que es un prototipo de competición, pero además hemos tenido la suerte de poder probarla en el técnico circuito de Aspar, que muchos pilotos usan para entrenar. Es un poco más amplia que las Moto3 más radicales, en las que si mides más de 1.70 m tienes que flexionarte muchísimo para integrarte en el carenado, así que aquí las nuevas generaciones de pilotos un poco más altos no van a sufrir.
Al ser una pista muy virada de 2,2 km, a medio camino entre un karting grande y un circuito pequeño, te exige mucho desde el principio y ahí te das cuenta rápidamente de lo fácil que se manejarla. Es una moto corta y ligera, que cambia de dirección con un suspiro, así que eso también te obliga a ser preciso en tus movimientos sobre ella. Te permite entrar cada vez más rápido en los virajes enlazados de la pista valenciana y a ir haciendo cada vez mejor sus trazadas, que llegan a enlazar hasta tres ápices. También es una moto rígida a la que le puedes exigir más cada vez que sales a pista con ella, tanto en las frenadas como en esos apoyos en curva, pero no transmite esa sensación de falta de feeling que puedes tener en las motos muy racing cuando no has rodado mucho con ellas. Así que es una moto con la que resulta fácil llegar a un determinado ritmo y es una base excelente para ir realmente rápido con ella.

Amplia banda
Su motor de motocross procedente de la Yamaha YZ450F, es otro de sus puntos distintivos, ya que ofrece una banda de potencia con mucho par, que la hace menos crítica de llevar. Sus cifras como hemos dicho son muy parecidas a las de una Moto3, aunque tiene una entrega más contundente abajo y sube menos de vueltas, hasta las 12.000 rpm.
Eso se traduce en un buen tacto de gas con la moto inclinada y en una buena patada cuando abres gas a tope en marchas cortas, incluso se levanta sin que lo esperes. Cuenta con embrague antibloqueo Suter y tiene “quickshifter” de subida, así que es también una buena base para las carreras. El precio de la moto es de 21.000 euros y se puede hacer todo el campeonato por unos 50.000 €, así que es una plataforma más accesible que las categorías que te llevan actualmente al Mundial de MotoGP
