Honda Africa Twin: la experiencia de nuestro lector

El ganador del concurso realizado por la revista LA MOTO, Carlos Palacios, cuenta su experiencia tras haber podido disfrutar de su premio: probar la Honda Africa Twin.

Texto: Carlos Palacios | Fotos: Jaime De Diego

Honda Africa Twin: la experiencia de nuestro lector
Honda Africa Twin: la experiencia de nuestro lector

He de reconocer que ha sido una experiencia fantástica, ya no sólo a nivel motociclista, sino también personal. He podido conocer a dos personas muy cercanas, Pepe y Jaime, un fotógrafo espectacular, y visitar lugares a los que no hubiese accedido de otra forma.

La primera que piloté fue la Honda Africa Twin con el cambio normal, desde que salimos de la redacción hasta la primera parada que hicimos para repostar, 270 kilómetros dirección Andalucía, ya en la provincia de Jaén. Gracias a su motor bicilíndrico y a los 95 CV que ofrece (según la marca), y a un peso bastante contenido respecto a otras trail o maxi-trail (poseo una Aprilia Caponord 1000 que con protecciones debe andar cerca de los 280 kilos), tiene un empuje más que aceptable, desde cualquier régimen de vueltas y en casi todas las marchas. En la que aprecié bastante respuesta fue en 6ª, en la que girando el gas sin miedo, partiendo de 100 km/h, sube hasta los 140 sin apenas sufrir ni vibrar. Éste es otro punto a favor, el motor no transmite demasiadas vibraciones, lo que se agradece en trayectos largos.

Después de la primera parada, cambié al modelo con cambio DCT. En modo automático, hay dos opciones (más la opción G para campo), modo D y modo S. El modo D no me gustó mucho, por no decir nada, ya que en menos de 10 segundos, si no le exiges demasiado al motor, sube hasta 6ª velocidad, lo que resulta bastante molesto. En modo S, las marchas alargan más el recorrido, y es más eficaz para una conducción en carreteras con curvas, pero igualmente el cambio es demasiado precipitado. Luego, la opción semiautomática, con los botones de subir y bajar marchas en la piña izquierda te dejan más libertad, para subir marcha si o si lo hace el piloto, pero a la hora de reducir, si no te das cuenta, la moto reduce las marchas. Este tipo de cambio automático, para ciudad tiene que ser comodísimo, pero en carretera, para mi gusto, pierde un poco la esencia, y el hecho de no poder jugar con el embrague, en algunas situaciones como pueden ser giros cerrados o en campo, me resultó algo incómodo. Pero como en todo, para gustos colores y esto no quiere decir que sea mala elección, ni muchísimo menos.

Respecto a lo que es el conjunto general, el asiento está pensado para campo, es algo estrecho comparado con lo que yo estaba acostumbrado, pero deja mucha libertad cuando te pones de pie sobre ella. Ahora que, cuando llevas muchos kilómetros seguidos, se hecha en falta algo más de almohadilla. Para viajes largos, le falta algo más de protección, que la cúpula no sea regulable es un pequeño inconveniente. Es una moto bastante alta, aunque la suspensión trasera es regulable, para personas de baja estatura, quizá sea algo complicado hacerse con ella en parado. Las estriberas vienen con gomas, pero se puede quitar cuando se necesite para entrar al campo y tener más agarre con las botas. Como en casi todos los displays digitales, cuando te da el sol de lado, hay algún dato que cuesta ver (sobre todo los dígitos pequeños). El botón del TCS va en la piña izquierda, es muy cómodo de regular su intromisión o desconectar, no así el botón del ABS, que está en el cuadro. Si lo hubiesen ubicado en la piña derecha, creo que hubiesen acertado más. En cuanto a la posición del claxon y los intermitentes, el primero está justo encima del de los intermitentes, y uno, que está acostumbrado a que estén al revés, en las primeras intersecciones, no puede evitar "avisar" a los coches más por el claxon que por los intermitentes.

Los frenos trabajan perfectamente, tanto el delantero como el trasero. El ABS hace muy bien su función, no es demasiado intrusivo, y una vez desconectado, es fácil hacerla derrapar. La rueda de 21” delantera no hace que sea tan torpe en curvas como yo me podía imaginar, acostumbrado a 17” y 19”. Las gomas que montamos para carretera eran las Pirelli Scorpion A/T. Era la primera vez que circulaba con esta marca, y quedé bastante contento con ellas, buen agarre en seco, curvas y sobre mojado en el tramo del Puerto de la Ragua, con bastante fresquito y nieve. Respecto a las gomas de taco para campo, de la marca Continental, contando que era la primera vez que montaba con ruedas de así, creo que dejan disfrutar de las derrapadas, tanto al acelerar como al frenar, sin que por ello no hagan bien su trabajo de agarrar en arena y barro. Doy fe que me llevé más de un susto por mi inexperiencia en campo (sobre todo los tramos de arena), pero aun así acabé con una sonrisa de oreja a oreja como cuando a un niño le regalan su primera piruleta.

Para finalizar, agradecer a Honda y a La Moto esta oportunidad, seguiré participando para ver si se repite la suerte de realizar otra prueba similar. Os recomiendo que no participéis, para que tenga más posibilidades yo.

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