A principios de los años 60 España seguía siendo una isla en términos motociclistas, un país cerrado a las importaciones cuya industria nacional se encargaba de suplir el mercado interior y de aventurarse tímidamente al exterior. Por una parte se encontraba lo que podemos considerar las marcas autóctonas, lideradas por Bultaco, Montesa, Sanglas o Derbi, con productos propios, aunque hubiesen comenzado sus andaduras con copias de modelos extranjeros. Por otra, las empresas que habían decidido fabricar bajo licencia motos europeas, como era el caso de Vespa, MV Agusta, o Ducati. Esta última firma italiana estaba en manos de Mototrans, que fabricaba en Barcelona las motos de Bolonia con las modificaciones pertinentes para adaptar el producto al mercado español.
Mototrans, después de importar varios modelos de Ducati, comenzó a fabricarlos en 1959, con la 125 Sport como primer modelo «nacional». Tras ella llegaron todo un rosario de nuevas motos, pero todas durante mucho tiempo con un punto el común, su motor monocilíndrico de cuatro tiempos derivado de ese 125 cc diseñado por Fabio Taglioni para la Marianna. La cilindrada del 125 cc primero aumento a 160 cc, luego a 175 cc con las TS, y más tarde a 200 cc con la Élite. Era sorprendente lo que podía dar se sí este cárter, porque en 1963 llegó a los 250 cc con el nacimiento de la 250 De Luxe de estas páginas.
En estos primeros años 60, tanto Bultaco como Montesa había creado su segunda generación de motores de dos tiempos, y sus prestaciones superaban a las de las Ducati, que además eran más caras. Ducati había lanzado en 1962 un nuevo modelo llamado Diana, ya con 250 cc, y Mototrans decidió fabricarlo en España para hacer frente a las cada vez mayores prestaciones de la competencia. La moto no se podía fabricar exactamente igual porque no se podían mantener las cotas de la Diana, que eran de 74,0 x 57,8 mm. No había posibilidad de fabricar camisas de fundición tan finas como necesitaba ese cilindro por parte de los suministradores nacionales, así que se empleó el cilindro de la Élite de 67 mm de diámetro, aumentándolo otros dos, hasta llegar a cotas de 69 x 66 mm. El resto de la moto era también casi igual que el de la Élite, aunque con diferencias en algunos componentes y con una carrocería diferente debido al depósito redondeado y las tapas laterales que cubrían la batería.
La De Luxe anunciaba 20 CV y una velocidad máxima de 140 km/h, que en aquellos tiempos y con aquellas carreteras era una cifra respetable, aunque en realidad exagerada para las prestaciones reales de la moto. En cualquier caso la De Luxe se convirtió en un éxito, y de hecho acabó siendo el modelo fabricado en mayor cantidad por parte de Mototrans a lo largo de sus 12 años de producción, ya que estuvo a la venta hasta 1974. A lo largo de sus años en producción Mototrans también lanzó la 24 Horas, un modelo más deportivo con la misma base de motor e inició la fabricación de las Road y Scrambler.
En todos esos años, las De Luxe cambiaron poco, tan sólo en detalles de equipamiento y en componentes. Los carburadores podían ser Dell’Orto o Amal, el manillar original de dos piezas pasó a ser de una sola, los guardabarros delanteros de la TS luego se sustituyeron por los de la Élite, se incorporó la caja de cambio de cinco relaciones de la 24 Horas a finales de 1970. Ya con una década a cuestas, y con la Road en el mercado, Ducati decidió darle un repaso a la De Luxe en 1973, y le puso el faro y los relojes de la 24 Horas, y el asiento, piloto o ruedas de la Road, pero lo cierto es que ya era una moto muy veterana en el mercado y un año más tarde se retiró de la venta. Hay que tener en cuenta que aunque España seguía siendo un país cerrado a las importaciones masivas de motos, por aquellos años ya se vendían desde hacía un lustro motos como la Honda CB 750 Four, y que en 1973 había aparecido la Kawasaki Z900 ya con culatas DOHC. Las Ducati monocilíndricas en general, y la De Luxe en particular estaban totalmente desfasadas. De hecho, Ducati ya había comenzado su deriva hacia modelos de varios cilindros, aunque Mototrans no estaba precisamente en las mejores condiciones económicas como para afrontar grandes cambios, y, de hecho, el siguiente nuevo modelo que se lanzó, fue la Road, que mantenía el mismo chasis de la De Luxe y el motor de toda la vida.
En cualquier caso, la Ducati De Luxe 250 fue uno de los modelos más populares de nuestro país en el segmento de las motos que se consideraban de altas prestaciones en aquella década de los 60, una moto rápida y fiable que a los más veteranos les traerá seguro una infinidad de recuerdos.