Triumph Moto2: Prueba exclusiva

Probamos en exclusiva el motor que Triumph utilizará en 2019 en el Campeonato del Mundo de Moto2.

Sergio Romero

Triumph Moto2: Prueba exclusiva
Triumph Moto2: Prueba exclusiva

Hace alrededor de un año Triumph empezó a trabajar en el proyecto de Moto2 que se desveló en el GP Mugello de 2017, poco después de que comenzase la rumorología sobre el futuro de la categoría. Desde entonces han hecho ya muchos kilómetros en circuito y varios pilotos de Moto2 han probado la moto para estar preparados para ser el suministrador único de la categoría intermedia en 2019. Cinco periodistas de todo el mundo hemos tenido la suerte de probar el motor montado en una Daytona 675 preparada en el circuito de Calafat.

Monomarca

Entrar en una competición monomarca es una decisión arriesgada para cualquier fabricante y hay que tener la seguridad de que te producto va a cumplir con las expectativas aunque en pista solo se mida con el mismo. Para Triumph ha sido una oportunidad de mostrar su potencial y de volver a la competición al más alto nivel, en un momento en el que la categoría de Moto2 estaba un poco estancada. Como idea inicial un motor con mayor cilindrada que los 600 cc de la Honda CBR600RR, que se utiliza ahora, puede dar como resultado unas carreras en las que los pilotos tengan que lidiar con más par y así diferenciarse más de su competencia. Pero todo esto son especulaciones que no despejas hasta que pruebas la moto. Pues hemos tenido la suerte de ser uno de los cinco medios internacionales elegidos para una prueba exclusiva en el circuito de Calafat.
Triumph ha estado trabajando con el nuevo motor montado en una “mula”, como las marcan llaman a sus prototipos, que es una Daytona 675 preparada para circuito. Como los anclajes del motor son iguales la deportiva es una base excelente para sacar conclusiones del motor y probarlo a conciencia.

La moto se ha aligerado al quitarle todas las piezas de serie innecesarias para el circuito y tiene un equipamiento ad hoc, con sus suspensiones K-Tech, amortiguador de dirección GPR, ABS anulado, llantas OZ, slick Dunlop de Moto2 y un colín modificado. Así que teníamos en el pit lane una Daytona 675 lista para ir rápido y ver de que es capaz el tricilíndrico de 765 cc que Triumph presentó con las nuevas Street Triple. Las mejoras en el motor están en los conductos de admisión y de escape de la culata, las válvulas de titanio con muelles más duros y se ha variado el calado de la distribución para que funcione mejor a alto régimen. Se utiliza, como es habitual en los motores preparados, un alternador más pequeño, y se ha montado un primera más larga para que haya menos salto entre las dos primeras relaciones del cambio.

El embrague es antibloqueo FCC y la centralita es Magneti Marelli. Por fuera se pueden apreciar los cambios en las tapas del embrague y del alternador, más compactas para ganar distancia libre al suelo y la del embrague desmontable para poder ajustar el embargue sin tener que quitar el aceite. La bandeja del cárter también ha sido modificada, es la de la Daytona 675, ya que en este motor el escape, Arrow, sale por el lado derecho.

No es un motor nada crítico pero pondrá un poco más en apuros al neumático trasero

Triumph Moto2, A pista


Viendo todos estos detalles la curiosidad de los cinco periodistas presentes en el pit-lane va aumentando y cuando los técnicos de Triumph ponen en marcha el tricilíndrio, que tiene un canto magistral, nuestras expectativas se disparan. Al salir a pista parece una moto normal de esa cilindrada pero en el momento que pasas de 6.000 rpm empieza a empujar con ganas y de la manera lineal a la que nos tienen acostumbrados los tricilíndricos ingleses. En cuanto te animas un poco y pasas de 8.000 rpm con el gas a tope en segunda la moto despega la rueda delantera del suelo. La primera apertura del acelerador es suave y da confianza como para ir rápido desde el principio. El motor es muy progresivo y contundente hasta prácticamente el corte de encendido, que en nuestra moto de pruebas estaba a 13.800 y que se situará a 14.000 rpm en el motor definitivo.

No es un motor nada crítico pero pondrá un poco más en apuros al neumático trasero y eso siempre complica y da emoción a las carreras. De hecho es una configuración muy divertida que cualquiera aficionado a rodar en circuito sin ser un piloto puntero puede disfrutar mucho. Tendremos que esperar todavía un año pero podemos ver duelos interesantes con el tricilíndrico de Triumph en los chasis de las Moto2.
Si quieres conocer la opinión de su piloto probador, Julito Simón, y la entrevista con Stuart Wood, el responsable de ingeniería de Triumph, no te pierdas el próximo Motociclismo que sale al kiosco el martes 16 de enero.