Suzuki Burgman 200 ABS: un scooter para recomendar

Tras haber probado durante un mes un Suzuki Burgman 200 ABS puedo decir que es un scooter que recomendaría comprar.

Álvaro Gavín. Fotos: Lluís Llurba

Suzuki Burgman 200 ABS: un scooter para recomendar
Suzuki Burgman 200 ABS: un scooter para recomendar

Está claro que hoy día todas las motos y los scooter están en un nivel de calidad lo suficientemente alto como para poder recomendarle a alguien que se compre la moto que más le guste porque sabes que no va a dar problemas y que el único error que se puede cometer al adquirir una es que no se ajuste a tus necesidades, que no es poco, al dejarte llevar por la estética más que por el uso que le vayas a dar. Pero de vez en cuando llega a tus manos un modelo que te sorprende y que siempre nombras cuando te piden consejo, y esto es lo que me ha pasado con el Suzuki Burgman 200 ABS.

El Suzuki Burgman 200 ya gusta a primera vista

He de reconocer que con el Suzuki Suzuki Burgman 200 tuve buenas vibraciones desde el principio, pues soy de los convencidos de las cilindradas “poco convencionales”, como la de 200 o la de 300, ya que suelen suplir las carencias de motor de las que proceden manteniendo sus cualidades en lo que a la parte ciclo se refiere. Pero antes ya de poder comprobar si en el nuevo Suzuki Burgman 200 se daban estas premisas, ya hubo algo que me cautivó: su espacio bajo el asiento. Y es que no había arrancado el motor y ya me vi sorprendido. No recordaba haber visto antes semejante hueco, suficiente para dos cascos integrales y algún que otro objeto más (y eso sin contar las guanteras situadas en el panel frontal, con toma de 12V incluida). Yo, que siempre voy cargado con una mochila (bastante llena, por cierto), no pude ser más feliz al ver que cabía la misma y seguía teniendo sitio para llevar la compra del día. Ya me tenía ganado para lo que quedaba de mes, pero tenía que comprobar que en funcionamiento y utilidad es el vehículo ideal para moverse por la ciudad y alrededores.

Reconozco que aunque ésta sea una prueba de un mes de duración, es en el primer y segundo días en los que más conclusiones saco, especialmente en lo que a los puntos negativos se refiere, pues con el tiempo tiendo a acostumbrarme a los defectos. De hecho, cada dos o tres días suelo darme una vuelta en mi moto habitual para sentir la de pruebas como nueva y tener sensaciones distintas. En esta ocasión me pasó algo curioso, me daba pereza coger la mía, pues el scooter era en el que sentía natural, y no paraba de sacar fallos a mi moto.

Tal es el nivel del 200 que en los primeros días, lo único negativo que encontré fue que al carecer de freno de estacionamiento tenía algunos problemas al buscar en el bolsillo el mando del garaje de mi casa, cuyo acceso está en rampa. Se trata de un fallo leve, pero incomprensible al contar la anterior versión con este dispositivo. Me imagino que estaréis pensando que estoy exagerando. Pues tengo que decir que no, aunque debo reconocer que el trayecto tipo diario se ajusta como anillo al dedo al nuevo Burgman. De mi casa a la redacción tengo 10 kilómetros justos, repartidos a partes iguales entre calles y una vía rápida limitada a 90 km/h, el terreno donde mejor se mueve.

Es un scooter muy útil

En ciudad, como decía al principio, muestra la agilidad del 125 del que deriva. Y eso que en cuanto a dimensiones puede parecer estar más cercano a un GT que a un 125 de los pequeños, pero resulta muy fácil “navegar” entre los coches, y eso que yo soy de los que arriesgan poco y tiene que verlo muy claro antes de intentar ganar puestos en la urbe. Ayuda en este sentido, y mucho, la reducida altura del asiento, que permite que hasta gente como yo, creo que el más bajo de la redacción de motos, llegue al suelo sin problemas.

Su motor, carente de vibraciones, tiene buena pegada y dentro de la ciudad no hace falta más. Incluso al entrar en autopista de circunvalación, el 200 muestra su poderío y es aquí donde más se nota la diferencia con los 125. Es cierto que cualquier scooter pequeño te permite circular a 90 kilómetros por hora, pero es una velocidad cercana a su límite y apenas tienes margen de maniobra en el caso de necesitar un golpe de gas. Con el incremento de cilindrada notas que a la velocidad legal el scooter va más “relajado” y que puedes incrementar esa velocidad sin problemas si las circunstancias del tráfico lo requieren. Es más, sabes que si tienes que salir a la autopista podrás hacerlo sin miedo a ser el vehículo más lento.

Rodé por la A1 en un par de ocasiones y en ningún momento me sentí como un estorbo para el resto de vehículos. Ahora bien, es en estas circunstancias cuando encuentras el segundo de sus aspectos negativos, el de la protección aerodinámica. Al Burgman no le vendría nada mal una pantalla distinta que la que trae de serie, especialmente en días fríos y/o de lluvia. No sé si será por su diseño, pero el caso es que notaba mucho el viento, algo extraño porque tiene un tamaño generoso.

Tengo que añadir que todo este confort no sería posible si no fuera por el buen comportamiento de los frenos y de las suspensiones. Incluso en las bacheadas calles de la ciudad de Madrid me he sentido cómodo con el “pequeño” Suzuki. Solamente, al comerme algún agujero un tanto considerable, he sentido un poco seco el tren trasero, aunque el generoso mullido del asiento ayuda notablemente.

¿Me compro un Suzuki Burgman 200?

Es habitual que me cueste devolver las motos y scooter del “Un mes con” (no porque me mueva con una moto que no es mía y porque me paguen la gasolina, que sois muy malpensados), pero en este caso me ha dado más pena que nunca. Vale que mi moto también tiene un hueco para llevar la mochila y que estoy encantado con ella, pero es que para el uso diario, el 90% del uso que yo hago, es ideal. Cierto que en el 10% restante, rutas de fin de semana, la moto creo que ganaría. Y digo creo porque preferí no probar el Burgman en esas tareas no fuera que sufriera una crisis de ansiedad. El caso es que llevé el scooter al concesionario y volví a la redacción deseando que algún amigo me pidiera consejo sobre qué moto comprarse para poder soltarle todo esto que has leído. 

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