Cualquier Burgman 125 que veas por el mundo tiene su origen en la factoría que posee la marca de Hamamatsu en Gijón. Desde 2002 se han fabricado miles de unidades de este scooter que se han exportado por todo el mundo con el sello de calidad asturiano, y es que de Japón únicamente reciben el propulsor y alguna otra pieza más; el resto se fabrica y ensambla en Gijón. Este modelo en versión española ha sido un éxito de ventas mundial y hasta la llegada del Sixteen era el único scooter que comercializaba Suzuki.
Una de las claves de su popularidad es que es un scooter para todo y para todos. Puede competir de tú a tú con cualquier GT de su cilindrada, pero por a sus reducidas dimensiones, es ágil y maniobrable entre el tráfico. Gracias a un peso muy contenido y baja altura de su asiento, es un scooter fácil de conducir, muy recomendable para noveles o para chicas, por ejemplo; aunque los que estéis por encima de 180 cm de estatura os podéis sentir algo encajonados.
Todocaminos
Suzuki ha sabido diseñar un scooter que se comporte bien en carretera y ciudad. Sólo le pediría un poco más de radio de giro para moverlo en parado, pero entre el tráfico "ratonea" con mucha soltura, mejor que cualquier GT ayudado por unas pequeñas ruedas de 13’’ delante y 12’’ detrás. Saliendo por carreteras y autopistas, su buena parte ciclo le aporta estabilidad, la pantalla y el escudo le dan una protección sobresaliente frente al aire, mientras que la comodidad es mérito de un asiento amplio, confortable y de dos alturas. El pasajero, por su parte, no tiene tan buena vida como el piloto ya que el asiento se ensancha tanto por detrás que debe viajar con las piernas demasiado abiertas, además de no tener estriberas independientes para los pies.
A pesar de esa dualidad ciudad/carretera, evidentemente estamos hablando de un scooter GT. Donde mejor se reconoce este aspecto es en su capacidad de carga, probablemente la mayor de un scooter "convalidado". Casi lo de menos es que puedas alojar dos cascos integrales bajo el asiento, es que te sobra espacio para muchas más cosas con ellos dentro. Puedes guardar desde una bolsa de deporte, hasta un neumático trasero (comprobado). Además de lo que guardes en el hueco, también goza de una profunda guantera dividida en dos compartimentos.
Mucho empuje
El motor llega desde Hamamatsu completamente terminado y listo para ser ensamblado en Gijón. Tiene un primer golpe de gas contundente, siendo uno de los 125 cc con mejor salida, y consigue estirar hasta conseguir una buena velocidad punta de 112 km/h. El pequeño monocilíndrico refrigerado por aire tampoco es muy "gastón" ya que consume 3,4 litros a los 100 km, lo que unido a un depósito capaz para 11 litros, supone una autonomía de 323 km.
Nos quedamos también con su efectivo sistema combinado de frenada. Un sencillo método hidráulico con el que enviamos presión a ambas ruedas, con sólo apretar la maneta izquierda, y que da un plus de seguridad especialmente a los recién llegados a las dos ruedas. Por si fuera poco, Suzuki mantiene al pequeño Burgman con una promoción de 400 euros de descuento sobre su precio habitual, un buen momento para descubrir las bondades de este "Guaje".