Triumph Motorcylces practica una estrategia comercial que parece que le funciona muy bien. Aprovecha los salones de otoño para presentar novedades, pero últimamente acostumbra a dejarse un “as guardado en la manga" que desvela una vez que “pasa la fiebre" del EICMA. Así adquiere un mayor protagonismo en la prensa especializada al quedar fuera del grueso de novedades presentadas en Milán. De este modo, la sorpresa post salón de este año de la firma británica nos ha llegado en forma de Speed Twin, un modelo desarrollado a partir de la Thruxton básica y que recupera una denominación que en el pasado dio nombre a grandes monturas de la firma en dos etapas, primero entre 1938 y 1940, y después entre 1947 y 1966. Así, los más puristas recordarán aquellas motos que fueron muy populares entonces y que estuvieron muy solicitadas entre los “Ton Up Boys" que participaban con ellas en las “burn ups" o carreras ilegales que se llevaban a cabo a mediados del siglo pasado en torno a varios cafés de las afueras de Londres.
La atractiva Speed Twin recupera una denominación legendaria que Triumph utilizó en el pasado en dos etapas
Así se puede decir que la denominación Speed Twin es legendaria dentro de la firma de Hinckley. Ahora da nombre a una moderna roadster muy bien camuflada bajo un aspecto vintage muy logrado, al igual que ocurre con el resto de modelos de la saga “modern classics" de Triumph. Al contemplarla por primera vez es fácil adivinar que esta nueva Speed Twin se ha desarrollado sobre la Thruxton básica, pero una vez que la estudias detenidamente, te das cuenta que incorpora muchos cambios. Para empezar anuncia una rebaja de 10 kg en el peso, lograda principalmente a base de aligerar subchasis, aletas, discos y llantas. También el embrague utiliza más componentes de aluminio y aparte de reducir inercias, anuncia 1 kg menos de peso. Con estos cambios y otros que afectan a la distancia entre ejes (15 mm mayor), al lanzamiento de la horquilla (un grado más) y a su avance (casi 3 mm superior), en Triumph han logrado que el reparto de pesos esté equilibrado al 50 por ciento, algo que en la Thruxton no ocurre, que carga más peso detrás. Otra modificación importante es la sustitución de los semimanillares por un manillar alto que recuerda al de las Speed Triple. También incorpora un equipo de frenos delantero firmado por Brembo con pinzas de cuatro pistones y bomba radial, además de un asiento más plano y mullido.
Está desarrollada sobre la plataforma de la Thruxton básica, pero la Speed Twin pesa 10 kg menos y su precio es 1.100 euros más bajo
Con todas estas mejoras y otras de menor relevancia en muchos acabados, todos los periodistas que hemos acudido a su presentación internacional al este de la isla de Mallorca estábamos convencidos de que su precio iba a ser similar e incluso superior al de la Thruxton. Sin embargo, al final de la conferencia de prensa uno de los responsables de la marca inglesa nos sorprendió muy gratamente al anunciar una cifra 1.100 euros más baja, lo que supone que el citado precio se ha fijado en 13.100 euros para la variante monocolor, al que deberemos añadir 300 euros si optamos por las versiones con dos tonalidades como las que aparecen en este artículo.
Muy bien equipada
Como buena Triumph de última generación, la Speed Twin cuenta con un completo paquete tecnológico compuesto por acelerador electrónico, tres modos de conducción (Sport, Road y Rain), control de tracción desconectable, alumbrado LED incluyendo los intermitentes, luz de visón diurna en el faro, toma de corriente USB e inmovilizador con llave de contacto codificada. Además, monta aletas y paneles laterales de aluminio cepillado, llantas de aleación de 17", neumáticos Pirelli Diablo Rosso III, tapa de culata de magnesio, basculante de dos brazos de aluminio, abrazadera de manillar con el logotipo Speed Twin y retrovisores anclados a las puntas del manillar.
Como buena Triumph de última generación, la Speed Twin incluye un paquete tecnológico muy completo y está bien dotada en cuanto a componentes
Como el resto de sus hermanas, su puesta en escena viene acompañada de una larga lista compuesta por 80 accesorios opcionales entre los que destacan los silenciadores Vance&Hines y diversas opciones de asientos. Igualmente, en Triumph Motorcycles han creado una completa y bien diseñada línea de equipamiento a juego para sus usuarios.
Contundente
Su motor de dos cilindros paralelos de 1.200 cc anuncia una potencia máxima de 97 CV a solo 6.750 rpm y un par de 11,4 kgm a 4.950 rpm, lo que ya nos da una idea de su carácter musculoso y del rango de utilización no excesivamente amplio. Al arrancarlo sorprende por el bonito sonido ronco característico de un gran bicilíndrico y por las escasas vibraciones que transmite. Si percibimos su palpitar, pero de un modo realmente suave y agradable. El embrague se presiona de manera muy intuitiva y sin apenas cerciorarnos, y el cambio se acciona del mismo modo, sin ser especialmente rápido, pero con un funcionamiento muy correcto.
El bicilíndrico de 1200 cc de la Speed Twin responde con mucha fuerza desde muy bajo régimen y funciona como un reloj
La forma de empujar desde muy bajo régimen es lo más atractivo de este propulsor. Tanto es así, que una vez que superamos los primeros metros nos podemos olvidar de las dos primeras relaciones de cambio, permitiéndonos circular con la tercera velocidad engranada a muy baja velocidad y trazar las curvas más cerradas sin mayores problemas, acelerando como una catapulta a la salida de cada de una ellas y apoyándonos con garantías en el buen funcionamiento del control de tracción, especialmente si circulamos con el modo Rain seleccionado, que va asociado a un nivel de actuación más intrusivo de la mencionada ayuda. Con tan buena repuesta a bajo y medio régimen, podemos subir marchas sin necesidad de exprimir el motor al máximo, aunque también es cierto que no se muestra incómodo cuando mantenemos la aguja del cuentarrevoluciones “flirteando" con la línea roja situada a 7.000 rpm.
Cómoda y deportiva
Aunque cubica 1.200 cc, la Speed Twin no es una moto especialmente grande, ni alta de asiento. Si es cierto que es este último se separa más del suelo que el de la Thruxton debido a su mayor mullido, pero nada que impida que lleguemos con facilidad al suelo. Por diseño, al ponernos a sus mandos nos sentimos más encima que “dentro" de la moto, una sensación que se ve acrecentada por el manillar alto anclado a unas torretas de considerable longitud. Así, adoptamos una posición erguida y muy poco forzada, con la impresión de que siempre tenemos todo bajo control. Anuncia 196 kg en seco, que con los 14,5 litros de gasolina que caben en su depósito deberán ser unos 220 kg en orden de marcha, pero no se siente pesada en ningún momento y se mueve con facilidad en parado. Por ponerle algún pero al maniobrar a baja velocidad, no estaría de más una mayor capacidad de giro en la dirección.
La Speed Twin es una roadster de carácter polivalente, pero nos permite practicar una conducción alegre y divertirnos a sus mandos
A la hora de apretar el ritmo va siempre muy aplomada en cualquier tipo de carretera. Las suspensiones cuentan con tarados intermedios, mostrándose confortables, pero con una horquilla con una buena resistencia al hundimiento en frenadas enérgicas. Por su lado, la trasera sorprende positivamente por su buena capacidad de absorción para tratarse de una suspensión de configuración tradicional, con dos amortiguadores laterales. Respecto a la frenada si es cierto que hay que apretar con ciertas ganas sobre la maneta para conseguir parar con contundencia. Parece ser que en Triumph han optado por unas pastillas con poca mordiente pensando en uso variado y en una conducción no especialmente enérgica. Aun así y a pesar de su aspecto clásico, cuando conduces la Speed Twin las sensaciones que te transmite son similares a las de una naked de última hornada, y sin ser especialmente rápida en los cambios dirección, permite practicar una conducción alegre sin problemas y así divertirnos en carreteras con muchas curvas como las que abundan en la sierra mallorquina de Tramontana.
Conclusión
La Speed Twin es una moto moderna muy bien camuflada bajo un aspecto vintage muy logrado. La verdad es que estéticamente está realmente lograda y si te gustan las motos es muy difícil que pases a su lado sin detenerte a contemplarla. Triumph tiene muy controlado el concepto “modern classic" y sabe mejor que nadie cómo hacer motos de última generación con estéticas que emulan a modelos de la marca que existieron en el pasado. Su bicilíndrico funciona como un reloj, sin trasmitir vibraciones y respondiendo con mucha contundencia desde muy bajo régimen. También su sonido ronco es otro de sus atractivos. Y a la hora de conducirla es una moto sin complicaciones, que se maneja con facilidad en parado para ser un modelo de alta cilindrada y que permite diversión al pilotarla con alegría, aunque siempre que la entendamos como una roadster polivalente y no como una deportiva.
Ficha técnica Triumph Speed Twin