Yamaha YZF-R125 & YZF-R3 2019, prueba y primeras impresiones

Yamaha presenta la renovación de sus deportivas de iniciación: una YZF-R125 de tecnología más avanzada para los conductores de carnet A1 y una YZF-R3 más deportiva y agresiva para los del carnet A2. Nunca los primeros pasos en la firma japonesa fueron tan excitantes.

Roberto Ruíz

Yamaha YZF-R125 & YZF-R3 2019, prueba y primeras impresiones
Yamaha YZF-R125 & YZF-R3 2019, prueba y primeras impresiones

Aún estábamos digiriendo los polvorones y ya nos poníamos en marcha para probar las dos primeras novedades que se han encargado de estrenar este 2019: las nuevas Yamaha YZF-R125 y Yamaha YZF-R3 2019. Este año la firma japonesa renueva su gama deportiva de arriba a abajo y las más pequeñas han sido las primeras en llegar. Tanto una como otra evolucionan para ofrecer un carácter y un diseño más deportivos, no hay más que verlas, pero sin olvidar nunca que para mucho de sus usuarios serán motos para el día a día, por lo que agilidad, ligereza, eficiencia y suavidad de funcionamiento nunca se pueden descuidar.

Para esta primera toma de contacto Yamaha nos citó en Valencia, donde hemos podido probar ambos modelos tanto en ciudad como en vías rápidas y carreteras de montaña, pero como son la base de una pirámide que empieza en la R125 y termina en la R1M, qué menos que ponerlas a prueba también en circuito. Para ello pudimos hacer varias sesiones con cada una de ellas en el circuito de La Ribera, en Algemesí, y te podemos asegurar que disfrutamos como niños. El espíritu racing de las pequeñas R de Yamaha no son solo apariencias precisamente…

Yamaha YZF-R125 2019: tercera generación

Yamaha YZF-R125 & YZF-R3 2019, prueba y primeras impresiones

Yamaha YZF-R125 & YZF-R3 2019, prueba y primeras impresiones

La Yamaha YZF-R125 lleva revolucionando el corazón de los más jóvenes desde 2008. Tras aquel primer modelo con motor 4 tiempos llegó en 2014 una nueva evolución totalmente renovada, una apuesta seria que incorporaba ya nueva inyección, horquilla invertida y pinza delantera radial. Y ahora, cinco años después, ha llegado el momento de actualizar la más pequeña de las deportivas de Yamaha con un motor totalmente nuevo, mejoras en el chasis y un diseño cautivador que sigue al milímetro las líneas de sus hermanas mayores.

Como ves la R125 cambia mucho por fuera pero más lo hace aún lo que no se ve: su propulsor. Cuando te mueves en una categoría en la que la potencia está limitada, como es la del carnet A1 y sus 15 CV, parece que no hay mucho margen de mejora, pero Yamaha no se ha conformado con lo que tenía, que ya era bueno, para ofrecer ahora un motor de última generación. Para conseguirlo se ha creado una cámara de combustión más compacta, se han minimizado las fricciones, se montan válvulas 1 mm mayores, también con una tobera mayor y un airbox mucho más grande que pasa de 2,9 l a 5,5.

Yamaha YZF-R125 & YZF-R3 2019, prueba y primeras impresiones

Yamaha YZF-R125 & YZF-R3 2019, prueba y primeras impresiones

Sin embargo, la gran novedad llega gracias al sistema de distribución variable VVA que adapta la posición de las válvulas según las revoluciones del motor, cambiando concretamente a partir de las 7.400 vueltas. Esto permite un mejor aprovechamiento del par, lo que conlleva una mayor aceleración, más suavidad de funcionamiento y una eficiencia optimizada (un 5% mejor). Si a esto le sumas su nuevo embrague antibloqueo su comportamiento en conducción deportiva queda refinado por completo.

Todo esto, junto a un chasis revisado, un basculante de aluminio rediseñado y un neumático trasero que crece hasta los 140 mm, hace que la R125 sea ahora más eficaz en cualquier ambiente, ya sea en ciudad y carretera, donde ya la hemos puesto a prueba con muy buenas sensaciones, como en circuito, donde también hemos podido exprimir sus cualidades deportivas.

Los 15 CV de su pequeño motor están aprovechados al máximo y la parte ciclo transmite la sensación de ir sobrados. El tacto del tren delantero es impecable, con una horquilla robusta y un freno que muerde con decisión nada más insinuárselo, lo que nos ha permitido sacarle mucho partido en pista. La posición de conducción es agresiva, los semimanillares ahora se han abierto un poco pero su asiento es elevado, a 820 mm del suelo (4 cm más que su hermana R3) y eso nos deja situados al ataque sobre el depósito. Su espíritu agresivo se deja ver en cada línea de su nuevo carenado y en detalles como en el protector de la manera de freno, que es de serie.

La YZF-R125 está dirigida a las nuevas generaciones pero también a los que ya no son tan jóvenes que aprovechan para convalidar su carnet de coche. Para ellos Yamaha tiene en sus filas una moto a la que es cierto que cuesta encontrarle pegas, porque si lo que buscas es una deportiva como ella luego no vale quejarse de que si es cómoda o no, o si tiene en cuenta al pasajero o no. Si lo que quieres es una R… eso es lo que encontrarás con esta R125.

Yamaha YZF-R3 2019: la deportiva del A2

Yamaha YZF-R125 & YZF-R3 2019, prueba y primeras impresiones

Yamaha YZF-R125 & YZF-R3 2019, prueba y primeras impresiones

Parece que fue ayer cuando Yamaha puso en escena su YZF-R3 y resulta que ya hace cuatro años de aquello. Los poseedores del carnet A2 y todos aquellos que buscan una supersport para su día a día están de enhorabuena porque la nueva R3 conserva la manejabilidad, la amabilidad y las prestaciones de siempre, pero con una parte ciclo mejorada que le confiere un comportamiento deportivo de más alto nivel. Si a eso le sumas un diseño totalmente renovado de clara inspiración MotoGP no es difícil que esta japonesa robe corazones entre quienes buscan su primera moto deportiva “seria".

Yamaha ha mantenido el propulsor de su R3 tal y como era, un bicilíndrico en paralelo de 321 cc capaz de ofrecer 42 CV de potencia y 29,6 Nm de par. Suave, alegre y rápido, en Japón han considerado que aún no es necesario invertir en mejorarlo para centrar el tiro en otros elementos de la moto, y en ello le damos la razón.

Yamaha YZF-R125 & YZF-R3 2019, prueba y primeras impresiones

Yamaha YZF-R125 & YZF-R3 2019, prueba y primeras impresiones

La respuesta del gas es buena y cuando te mueves en la parte alta del cuentarrevoluciones tienes diversión más que suficiente, tanto en carretera como en circuito, aunque sí es verdad que un embrague antibloqueo como el que estrena este año su hermana R125 no le vendría nada mal.

Yamaha YZF-R125 & YZF-R3 2019, prueba y primeras impresiones

Yamaha YZF-R125 & YZF-R3 2019, prueba y primeras impresiones

La gran mejora la encontramos en las suspensiones. Ahora la R3 deja atrás la horquilla convencional de antes para montar una horquilla invertida KYB con barras de 37 mm mucho más firme y con tarados más deportivos. Al mismo tiempo se ha renovado el amortiguador trasero, con un muelle más rígido y regulación en precarga y rebote. Entre uno y otro se consigue una mejor precisión de movimientos y una mayor estabilidad, algo que hemos agradecido desde el primer momento en cuanto hemos acelerado la marcha.

Lo que no cambian son los frenos, delante se sigue montando un disco de 298 mm con pinza flotante de dos pistones y, puestos a mejorar su carácter deportivo, no le habría venido mal optar por una pinza radial como hace su hermana R125, pues la diferencia entre una y otra se nota nada más rozar la maneta.

Se mantiene un asiento tirando a bajo, a 780 mm del suelo, lo que nos deja muy metidos en la moto y es cómodo para el día a día, pero se ha rebajado la altura de los semimanillares en 22 mm y se han modificado las formas del depósito, lo que nos deja en una posición más activa sobre la moto idónea para sacarle más provecho en conducción deportiva.

Antes de pasar a palabras mayores, como la YZF-R6 o la YZF-R1, esta R3 cumple a la perfección con el papel de moto-escuela con la que ganar práctica, experiencia y confianza. Aunque no llegue al límite de potencia que marca su categoría (tiene 30,9 kW y le queda margen hasta los 35 kW que limita el A2) tiene empuje más que suficiente para pasárselo bien y disfrutar de un comportamiento lleno de sensaciones deportivas.

A veces nos gustaría volver a tener 16 años para deleitarnos con la evolución que el mercado nos ofrece hoy en día para madurar en esto de las motos. Empezar con una moto como la YZF-R125 sería el sueño de nuestra juventud, seríamos sin duda los reyes del instituto. Una deportiva a escala que lo tiene prácticamente todo y a la que cuesta pedirle más porque hasta su diseño causa sensación. Y lo mismo pasa con la YZF-R3, una moto que te deja ir rápido, muy rápido si quieres, con una conducción llena de sensaciones y una estética que te hará creer el mismísimo Valentino Rossi. Las dos, cada una en su momento, son excelentes motos-escuela para cogerle el gusto al mundo de las motos R y hacer tus primeros pinitos a los mandos de sus semimanillares.