Motorcycle Cannonball Race

Los pilotos de la Cannoball recorren Estados Unidos de costa a costa con una moto construida antes de 1930

Ignacio Vázquez de Balmaseda Fotos: HRC

Motorcycle Cannonball Race
Motorcycle Cannonball Race

Estamos ante un evento que se celebra con carácter bienal en el que hombre y máquina se funden en uno solo para disfrutar de uno de los recorridos más increíbles y bellos del planeta.
En su última edición, el pasado año, la Motorcycle Cannonball Race tuvo su inicio en la playa de Daytona Beach, Florida, lugar desde el que toma poco más de dos semanas alcanzar la meta, ubicada en Tacoma, Washington. Separados por cerca de 4.000 millas (3.983 concretamente) esta experiencia se divide en 16 días intensos de rodar por carretera y un día de descanso en Kansas. Pero… ¿cómo surge la idea de la Motorcycle Cannonball Race?

La Motorcycle Cannonball Race como tal, nació en el año 2010, cuando una serie de entusiastas demostraron que las motocicletas antiguas podían ser puestas a prueba en un último y fabuloso test ante uno de los examinadores más duros, el Continente Norteamericano. De esta manera los coleccionistas de monturas antiguas de todo el mundo tienen a su alcance hacer realidad sus sueños, sacándole partido a sus motos que tiempo atrás habían dominado las carreteras y rutas.

Muchos coleccionistas se conforman con atesorar sus joyas en un garaje acondicionado y, como mucho, darse una vuelta algún domingo de verano. En cambio, hay otros más audaces, que disfrutan de sus clásicas al pie del cañón. Manchándose las manos de grasa y usándolas para lo que fueron diseñadas: ir hacia el horizonte y más allá. El auge del amor por los vehículos clásicos es algo imparable, que incluso lo podemos comprobar en España. Hace, digamos, 30 años, una moto clásica era, simplemente, «vieja».

Hoy el panorama ha cambiado radicalmente y se pagan pequeñas fortunas por una OSSA Yankee en perfecto estado. Basta con darse un paseo –te lo recomiendo– por uno de los muchos salones clásicos que ya se desarrollan en España.

No fue en estos tiempos modernos cuando a alguien se le ocurrió cruzar el continente de costa a costa, hay que echar la vista atrás hasta 1922, cuando Erwin «Cannonball» Baker salió desde Sataten Island (Nueva York) con destino Los Ángeles a los mandos de una Neracar. ¿Su motivo? Comprobar cómo de barato le podía salir cruzar el continente norteamericano, no había detrás el más mínimo interés de superar ningún récord como podía caber esperar, (aunque habría que estudiar si cruzar el continente en moto por menos de 20 dólares es digno de entrar en el Libro Guinness de los Récords).

Dejando a un lado la historia, el espíritu de la Cannonball se mantiene como una mera carrera de resistencia de costa a costa planeada para el disfrute del piloto. Los Grandes Lagos, el Parque Nacional de Yellowstone, la Avenida de los Gigantes… son algunos de los escenarios por los que ha discurrido la Cannonball Race.

Reglas

Como hemos mencionado antes, la Cannonball ofrece la posibilidad de devolver a la vida a las motos antiguas, pero hay que aclarar cuánto de antiguas deben ser, puesto que solo se permite correr a aquellas motos construidas antes de 1930. Dicho de otra manera, son motos muy antiguas, y muchas de ellas raras, y como consecuencia la mayoría no podrían estar en la carretera a día de hoy, de no ser por los repuestos y nuevas piezas que sus orgullosos dueños han ido acoplando para terminar el proceso de resurrección de estas bellezas con más de 80 años en sus respectivos chasis. Por ello el principal requisito para que una moto pueda participar en la Cannonball Race es que el motor sea original, es decir, anterior a 1930. Cualquier reproducción del chasis u otras piezas están aceptadas siempre que guarden relación con el modelo original.

En cuanto a los frenos, toda modificación que incluya mejoras en lo referente a la capacidad de frenado estará bien vista, de hecho es altamente recomendable. Las motos de hace 100 años no frenan como las de ahora. Al ser modelos con magneto hay que revisarlas porque la idea es que cada una emplea su sistema de encendido original. En lo referente a los neumáticos, el argumento de la seguridad de las llantas siempre está sometido a debate, por lo que no es necesario utilizar la cubierta original en las ruedas. Por último hay que decir que cada moto necesitará estar registrada y con licencia. Y, por supuesto, el piloto también debe tener su propia licencia y seguro.

Ruta 2014

Como hemos mencionado anteriormente, en la que ha sido la tercera edición de la Motorcycle Cannonball Race, el punto de partida seleccionado fue la famosa Daytona Beach, ubicada en la costa Este, uno de los puntos con más tradición histórica del motociclismo. A lo largo de 17 días de ruta, con una media de 300 millas diarias, se une a la magnífica experiencia de rodar con una moto de las de antes, el disfrute de las vistas, así como el recorrido por varios de los puntos más destacados del paisaje norteamericano. El río Mississippi, las Montañas Rocosas, el Parque Nacional de los Arcos, el río Colorado o el desierto de Nevada son algunos de los puntos en los que la ruta se detiene.

De igual manera, hay paradas obligadas en tres museos de historia de la moto en los que es imposible no realizar una peregrinación, cada pedazo de historia es un bello recuerdo al que añadir a la aventura. Estos museos son: Coker Tyre Museum, Cyclemos Motorcycle Museum y The Rocky Mountain Motorcycle Museum. Con el espíritu aventurero que caracteriza a esta ruta, las carreteras interestatales no son muy utilizadas, aunque sí que es cierto que hay algunos puntos en los que no queda más remedio que recorrer un breve tramo.

Próxima cita 2016

A la espera de la que será la cuarta edición de este evento, la Motorcyclye Cannonball Race continúa acumulando nuevos adeptos y recorriendo de costa a costa el continente norteamericano. La experiencia bien lo merece, pocos pueden presumir de acometer un logro de estas características y disfrutar de la aventura