Una de las novedades de esta temporada es la Honda NT1100, una moto con la que ya hemos tenido la oportunidad de realizar nuestras habituales pruebas individuales y comparativas. Se trata de la última apuesta de Honda por el sector del turismo, una faceta que desde la desaparición de las Pan Euoipean y las Deauville estaba un tanto desatendida. La GoldWing es evidentemente una viajera empedernida, pero en una categoría que para la mayoría sobrepasa sus posibilidades, y que tiene un tamaño y un equipamiento que no todos necesitan.
La NT1100 es una moto relativamente simple, algo que también se refleja en su precio, rozando los 15.000 € en su versión con cambio manual y 16.000 € en la que dispone del sistema DCT. Con una base mecánica muy parecida a la de la Africa Twin, lo que ha hecho Honda es crear una moto adaptada al turismo convencional con las aptitudes de la trail, precisamente el segmento que las ha comido más terreno en los últimos años en lo que respecta a los viajes.
Base común
No ha habido que realizar modificaciones sustanciales, básicamente cambiar las llantas por una de carretera de 17” con sus neumáticos, bajar la posición de conducción, crear una nueva carrocería con más protección e incorporar accesorios enfocados al viaje como una cúpula regulable o maletas laterales.
Sabiendo lo que tienes que hacer, el trabajo es bien sencillo, pero el resultado es una moto que parece completamente distinta. Honda te ofrece una moto de gran turismo, pero más simple que las habituales, con un equipamiento adaptado, pero sin cargarla de peso, y con la opción de disfrutar del cambio automático DCT que te permite olvidarte de su accionamiento mientras conduces.
Hacia el mar
A los que vivimos en la Meseta nos gusta mucho el mar. Puede ser por no tenerlo, puede que tengamos envidia de los que habitan en la costa y no dejan de repetirnos su suerte, pero el caso es que irnos hasta allí es para nosotros algo irresistible. Honda planificó esta ruta para que comprobásemos las virtudes de la NT1100 con la ayuda de dos grandes conocidos, de hecho gente de la revista, Mariano Urdín y José Manuel Pérez Lago, apoyados por Paulo en la ruta portuguesa.
La verdad es que “La Agencia”, se lo tomó muy en serio, o casi, y planificaron una ruta en la que la que la autopista brillaba prácticamente por su ausencia, y que aunque los de la zona central conocíamos bien hasta la frontera, para los que venían de otros lugares supuso toda una novedad. La lástima fue que en el trayecto por el Valle del Jerte, sus innumerables cerezos todavía no hubiesen florecido, cuando lo hacen esos miles y miles de árboles es un verdadero espectáculo.
En ruta
La ruta consistía en salir de Madrid, cruzar la sierra hacia Ávila y de allí por Gredos llegar a La Alberca, primera escala del viaje. Al día siguiente subir hasta el Río Duero rodeando la Peña de Francia y seguirlo por sus cañones hasta llegar a Oporto por la N222.El viaje no empezó bien, porque de Madrid a Ávila nos cayó “la Mundial”, agua, niebla, viento, en fin, todo lo que jamás firmarías que te ocurriese en un viaje, y además con unas previsiones para el futuro inmediato muy poco halagüeñas.
La NT1100 demostró que tiene protección, pero bajo el diluvio lo importante es ir forrado de plástico y rezar para que botas y guantes aguanten. No todo el equipamiento lo hizo, pero afortunadamente el mío sí, hasta los guantes. Jugando de vez en cuando con las levas de cambio del DCT para ir exactamente al régimen deseado la Honda navegó perfectamente pese a las ráfagas laterales.
Mal comienzo
A mi edad eso de hacerme un viaje de Madrid a Oporto en esas condiciones no me apetecía mucho, y mientras escuchaba las gotas golpear la parte superior del casco escondido tras la pantalla y con las puntas de las botas en los estribos iba planeando una llamada inesperada que me requiriese con urgencia y me impidiese continuar.
Afortunadamente dejó de llover en Ávila, al menos con esa intensidad, y eliminé de mi cabeza el plan alternativo, una suerte porque el resto de la ruta, tan sólo con algunas gotas intermitentes fue una delicia. De hecho hasta pudimos picarnos algunas veces con un Mariano que a pesar de ser supuestamente el guía decidía seguir nuestra dinámica habitual en las pruebas que llevamos compartiendo más tiempo del que quiero reconocer.
Viajera ejemplar
La ruta, planeada para parar en los lugares con mejores vistas, recorriendo carreteras llenas de curvas y compartiendo experiencias fue una auténtica delicia, algo a lo que también ayudó evidentemente la NT1100 DCT. Sin un peso excesivo que manejar, con el kit que incluía un baúl y un asiento más confortable, que te permiten llevar todo el equipaje que una o dos personas necesitan para un fin de semana sin pasarse, y además sin fatiga según avanzaban los kilómetros, hemos podido comprobar que la Honda es una moto de turismo perfecta para este tipo de actividad.
Está claro que no te hace falta una moto mucho más equipada para este tipo de viaje. Con el dinero que te ahorras tienes para gasolina, comidas y hoteles en un motón de trayectos. Y si quieres conocerla al detalle con todos sus datos, nuestras mediciones y nuestra experiencia, ya sabes que sus pruebas están publicadas en MOTOCICLISMO, como siempre.
La N222
¿Cuál es la carretera perfecta? Es algo difícil de plantear porque cada persona tiene sus propios gustos, pero la empresa de vehículos de alquiler Avis decidió averiguar cuál podía ser. Para ello realizó un estudio y no uno cualquiera, sino que llamó a tres verdaderos especialistas en la construcción de vías, el constructor de circuitos de carreras Hermann Tilke, el diseñador de montañas rusas John Wardley y el físico Mark Hadley. Tres técnicos necesitaban criterios medibles para realizar su trabajo, y decidieron basarse en cuatro factores: curvas, aceleración, velocidad constante y frenada. Con estos cuatro criterios se diseñó el ADR, que es un parámetro que define el disfrute en la conducción, y que según ellos se determina por una relación de 10 a 1 entre el tiempo que se circula en recta y en curva.
Estudiando multitud de rutas famosas, al final la carretera que más se acerca esta relación es la famosa carretera N222 que bordea el Duero desde Peso da Régua hasta Pinhao, un largo tramo entre la frontera de España y Oporto, que tiene 11,3:1. Este premio está perfectamente explotado por nuestros vecinos, y la verdad es que la ruta se merece esta consideración. El podio se completa con la Highway 1 de Castroville a Big Sur, en California y la A535 de Holmes Chapel a Alderley Edge en el Reino Unido, ambas más reviradas con una relación de 8,5:1 En la lista de las 25 mejores no faltan rutas por España, en concreto en 11º puesto con una relación de 5,0:1 la ALP 822 de San José a Cabo de Gata en Almería, en el puesto 13 la N-634 de Zumaia a Zarauz en Gipuzcoa con 3,7:1, y dos puestos por detrás la HU 631 de Escalo al río Bellós con 2,2:1 en Huesca.
