El mercado actual sigue unas normas que dicta la situación económica por la que atravesamos y es por esto que motos del corte de nuestra protagonista de este mes, cobren la importancia que se merecen. Lejos de ser una moto con la que única y exclusivamente puedes quitarte el gusanillo a la vez que ahorras unos buenos euros, la Suzuki GSX-F es algo más. Su planteamiento tecnológicamente contenido no evita que disponga de un motor de herencia deportiva, algo que las motos utilitarias que han llegado para resolver la movilidad que dicta la coyuntura actual, no siempre cumplen. En ella, encontrarás una fiel compañera de fatigas, más bien propias, porque esta Suzuki no se cansa nunca. Ciudad, turismo, desplazamientos interurbanos... cualquier medio le viene bien a la exBandit para mostrar a las claras su condición de moto para todo. Así lo contaba nuestro compañero Luis López con motivo del "Mes con" que le dedicamos en su día, allá por enero de 2009: "en pocas palabras: si quieres un poco de todo sin echar en falta nada y tu misión en esta vida es usar la moto hasta para comprar el pan, yo no me quitaría del punto de mira esta Suzuki. no lo he hecho durante un mes y, para ser sincero, me ha convencido para esto y para hacer muchas más cosas". Y si preguntas a su pasajero tras probar el asiento de atrás, que mejora bastante el de dos piezas de la anterior Bandit naked, te dirá lo mismo. Ambos sucumbiréis irremediablemente a los encantos de la Suzuki GSX-F.
GSX... pero F
El tetrácilíndrico en línea, viene derivado de la GSX-R, pero con la cilindrada subida hasta los 656 cc que le confieren ese vigor en medios y esa progresividad tan acorde con la orientación del modelo. También lo es la posición de conducción, una de las más logradas de su segmento, tan propicia para tener todo bajo control si circulas por ciudad -donde el asiento bajo y el buen radio de giro te facilitan las cosas- como cubriendo largas tiradas por carretera o autovía protegido tras el carenado. En él precisamente encontramos otro de los rasgos GSX-R del modelo, el morro con ópticas y entradas de aire inspiradas en la deportiva, tal y como sucede también con el panel de instrumentos, mucho más moderno que el de las anteriores Bandit. Por poco más de un millón de las antiguas pesetas cuando apareció, y ahora por poco más de esta psicológica barrera ya que es la versión con ABS, algo más cara, la que ha llegado a nuestros días tenías y tienes una gran moto.