Triumph Bonneville

Prueba rápida de la Triumph Bonneville orientada la mercado de segunda mano. Una moto que mantiene la estética del modelo original pero moderna en su interior.

Andrés G. Dorado

Triumph Bonneville
Triumph Bonneville

La Bonneville actual nació en 2001, a la vez que la firma británica renacía de la mano de John Bloor. Se intentó respetar al máximo la estética del modelo original de los años 60, para ello también se utilizó un chasis muy similar y un motor también bicilíndrico en línea pero lógicamente con tecnología moderna.

Empezó siendo de 800 y carburadores para subir más tarde a 900 e inyección electrónica, esto ya en la última versión de 2009. Desde ese momento hubo tres versiones que se han mantenido hasta el día de hoy: la estándar, con llantas forjadas de 17’’; la SE, con asiento algo más bajo y retoques estéticos; y la T100, con llantas de radios (la delantera de 19’’) y diferentes detalles como los escapes o los guardabarros.

Las tres comparten motor y parte ciclo. En común también tienen que son motos agradables y fáciles de llevar, para todos los públicos. Las soluciones técnicas tradicionales funcionan bien siempre y cuando la conducción sea relajada y sin demasiadas exigencias. Recomendable optar por las últimas versiones con inyección y ¡ojo! aunque parezcan carburadores, no lo son, solo es la carcasa del inyector.

  • 2001. Motor bicilíndrico de 790 cc con cigüeñal calado a 360º de carburadores. Estética retro.
  • 2007. Sube a 865 cc y pasa a denominarse 900. La T100 tiene llantas de radios, la delantera de 19’’.
  • 2009. Inyección electrónica. Llantas de aleación, la delantera de 17’’, y escapes diferentes (también la SE).
  • Ser amable con el conductor a sus mandos, la postura es cómoda y válida para todo uso, sobre todo para ciudad y cortas distancias.
  • El tacto de su motor totalmente exento de vibraciones y con una entrega de potencia suave y progresiva, sin altibajos.
  • Su cuidada estética en la que se ha mimado cada detalle. Incluso los inyectores van camufl ados en dos caburadores para que el motor parezca de época.
  • Determinados plásticos de su carrocería. Quedan muy bien a la vista porque parecen de chapa pero son de plático. Un detalle que no gustará a los más puristas, aunque resta peso.
  • La suspensión trasera tiene ciertas limitaciones como el escaso recorrido y que tienden demasiado al rebote.
  • Es un modelo que se deprecia poco de ocasión, hay que tener en cuenta que nueva sobrepasa los 8.000 euros en cualquiera de sus versiones.
  • 2001-2006: 4.800-5.500 €.
  • 2007-2008: 6.000-7.000 €.
  • 2009-2010: 6.800-7.500 €.