El problema de ser superior es que solo puedes perder. Después de un inicio de temporada absolutamente idílico, Álvaro Bautista está viendo su ventaja reducida ante un Jonathan Rea que se acerca a 16 puntos tras ganar las dos mangas largas de Misano. Pasado el ecuador, los errores y el respeto ponen la general al rojo vivo, con Randy Krummenacher ampliando su renta al ganar en Supersport y Ana Carrasco sumando su primer triunfo del año en Supersport 300.
SBK: UN JUEGO DE SUMA CERO
Durante las cuatro primeras rondas del año, Álvaro Bautista y Jonathan Rea no cometieron ni un solo fallo reseñable en carrera. El español lo ganó todo y el norirlandés acabó siempre segundo salvo una vez, que acabó tercero. Los dos tenían una misión y la cumplían a la perfección: uno, amasar ventaja; el otro, minimizar daños.
En la quinta, más de lo mismo, pero con los papeles cambiados: Rea recortó puntos y Bautista sumó todo lo que pudo en un contexto donde si bien no se puede hablar de miedo, el talaverano sí tuvo gran respeto por lo desconocido: Imola. Le salió bien. Sin fallos.
En Jerez llegaron los fallos. Primero, el de Rea: por salvar un podio acabó tirando a Alex Lowes. Después, el de Bautista: se fue al suelo cuando lideraba. En Misano habría de repetirse la historia, convirtiendo el panorama actual de Superbike en un juego de suma cero en que el que la felicidad de uno contrasta con la tristeza del otro.
Pero eso sería el domingo. El sábado, ambos volvieron a su plan de no cometer fallos. Por primera vez en todo el año la lluvia se convirtió en protagonista principal, un elemento donde Rea siempre se ha movido a la perfección –en su época en Honda aprovechaba las carreras en mojado para compensar la inferioridad mecánica- y que para Bautista resultaba desconocido.
Así pues, como en Imola, encaró el desconocimiento con respeto. Mientras Rea se encaminaba a una importante victoria tras la caída de Alex Lowes cuando lideraba, Bautista buscaba su propio ritmo, llegando a verse quinto. Todo mejor que un cero. Finalmente, los fallos del mencionado Lowes y de Leon Haslam –que perdió una ocasión de oro de echar un cable a su compañero- le llevaron hasta un podio que seguramente hubiese firmado al comenzar la carrera.
El sábado acabó y se llevó el agua, dejando un domingo despejado de nubes y respetos. Despejado para que Bautista volviese a recuperar su versión tiránica: se puso en cabeza y se largó rumbo a una victoria tan brillante como incontestable. La normalidad había vuelto… hasta que Rea, que rodaba segundo con gran comodidad, sufría una caída totalmente inexplicable. Pudo levantarse y acabó quinto, con Lowes y Haslam volviendo al podio meses después.
Llegó la segunda carrera y el error cambió de bando: Bautista se fue al suelo nada más empezar, despejando el camino para una trabajada victoria de Rea. Muy atrás quedaban ya las rondas donde nadie fallaba: el domingo en Misano fue un juego de suma cero: si Bautista ganaba, Rea caía; y si Bautista caía, Rea ganaba.
A diferencia de la del español, la victoria del norirlandés no estuvo exenta de sudor. El ‘culpable’ no fue otro que el turco Toprak Razgatlioglu, que fue –más allá de los contendientes al título- la sensación en Misano, y que sigue sumando puntos. No solo en la clasificación –donde ya lidera entre los independientes-, sino también en casa Kawasaki, donde Leon Haslam completó la fiesta batiendo a Lowes para ser tercero y darle a la marca el segundo triplete de su historia 26 años después del primero (Sugo 1993).
Otro nombre propio fue el de Tom Sykes, que aprovechó la criba de la lluvia sabatina para conseguir el primer podio en casi seis años para BMW tras completar una carrera muy sólida. En su apuesta por reinventarse, el campeón de 2013 y la marca alemana van dando pasos firmes.
Por otra parte, la gran ausencia en las carreras fue la del holandés Michael van der Mark, que lideró el viernes pero se fue al suelo en un durísimo high side que le produjo fracturas en la muñeca y las costillas, además de una conmoción. Ya ha pasado por el quirófano, pero todavía no hay fecha de regreso. Una lástima: el holandés vivía un momento dulce tras ganar en Jerez.
Finalmente, Jordi Torres tuvo un fin de semana sólido sin especial brillantez, saliendo con diez puntos más con una duodécima y una décima posición en las mangas largas, quedándose sin puntuar en la corta al ser undécimo.
WSS: LA MEDIA HELVÉTICA
Ganar en casa y empatar fuera. Es un mantra del fútbol llamado ‘media inglesa’, de la época donde ganar daba dos puntos y empatar uno, y cuya ejecución solía conducir de forma inexorable al título. Es lo que está haciendo Randy Krummenacher en Supersport, donde lleva cuatro victorias y tres segundos puestos en una serie perfecta: 1-2-1-2-1-2-1.
No lo tuvo fácil en Misano ante un crecido Federico Caricasulo, que quería ganar ante los suyos. El italiano lo puso todo en la última vuelta, donde ambos ejecutaron adelantamientos al filo del límite normal, muy por encima de los recomendables para con tu compañero de equipo… pero comprensibles cuando hay diez puntos en juego: los cinco que ganas tú y los cinco que pierde tu rival por el título. Tras ellos, Lucas Mahias logró su primer podio con Kawasaki. Nacho Calero terminó 22º y no pudieron acabar Isaac Viñales ni María Herrera.
SSP300: LA NÚMERO 1
Lo había estado buscando y por fin lo logró. Un comienzo de año dubitativo dio paso a dos podios en Jerez y, en Misano, la murciana Ana Carrasco por fin pudo llevar a lo más alto del podio a la Kawasaki con el número 1 para lograr su primer triunfo del año y el cuarto en total, más que nadie en la categoría.
Fue un triunfo que aunó estrategia y velocidad: se las ingenió para arrancar en cabeza el giro final y allí marcó la vuelta rápida, aprovechando también la lucha que se desató a su espalda y donde Manu González se hizo con un segundo puesto que le acerca más al título mundial, con Andy Verdoia estrenándose en el cajón. Sumaban sus primeros puntos del año Ferrán Hernández (10º) y Borja Sánchez (14º), quedando fuera Mika Pérez (17º), Marc García (23º) y José Luis Pérez (25º). No se clasificaron a carrera Marc Luna ni Beatriz Neila.