Una de las características más reseñables de la edición 2019 del Dakar ha sido la nutrida presencia femenina, récord histórico en el global de las categorías desde que se llegó a Sudamérica y que ha tenido su eco en las motos, donde hasta seis mujeres tomaron la salida en Lima.
LAIA SANZ, PLENO INTACTO
Un año más, todas las miradas estaban puestas en Laia Sanz. La piloto española se presentaba en la línea de salida con más incógnitas que nunca. Varias enfermedades sufridas a lo largo del año habían complicado enormemente su preparación, por lo que llegó a Perú sin apenas kilómetros en las piernas y, por lo tanto –y a diferencia de otros años donde siempre hablaba del top 15-, sin marcarse un objetivo concreto.
La cautela imperaba en sus palabras previas y encontró reflejo en los primeros días. En la etapa uno apenas finalizó en la 31ª posición, lo que denotaba su falta de rodaje y sus pocas ganas de arriesgar. A partir de ahí iría mejorando progresivamente, y tras ser 26ª y 23ª en las dos siguientes, en la cuarta por fin acabó dentro del top 20, del que ya sólo saldría en la séptima etapa (21ª), teniendo como mejor resultado parcial el 12º puesto de la penúltima etapa.
Una regularidad inusitada para una prueba tan complicada y llena de peligros como el Dakar, que Sanz ha convertido en poco menos que el patio de su casa, terminando en nueve ocasiones consecutivas –siendo la única piloto del Dakar 2019 en haberlo conseguido- para quedarse cerca de registros históricos como los del checo David Pabiska (10/10 ediciones terminadas), el portugués Hélder Rodrigues (11/11) o el francés Cyril Despres (13/13 en moto y 18/18 en total).
Y ya no se trata sólo de terminar, sino de cómo lo hace. Si dejamos atrás sus tres primeras participaciones –fue 39ª en las dos primeras y 93ª en la tercera tras vivir un auténtico infierno para poder terminar-, Sanz no se ha bajado del top 16 durante seis años consecutivos: tras ser 16ª en 2014 firmó el histórico noveno puesto en 2015, donde además se metió en el top 5 de una etapa.
Desde ahí, y pese a que los rápidos recorridos que ha cubierto el Dakar desde entonces no han beneficiado en absoluto a una piloto cuyas virtudes están más en la técnica y en la navegación que en la velocidad pura, Sanz ha terminado las últimas cuatro ediciones en 15ª, 16ª, 12º y 11ª posición. En este 2019 se ha quedado a un suspiro de volver al top ten, algo que seguramente hubiese podido hacer de haber tenido más etapas por delante.
Da igual: la undécima posición es toda una proeza después de haber pasado todo el año en blanco, ya que supone su segundo mejor resultado histórico en la prueba. El año que viene ya tocará pensar en acabar en el top ten, de momento resulta todo un éxito haber mantenido inmaculada la racha: novena edición terminada consecutiva. Bueno, y noveno Dakar ganado en categoría femenina, claro.
NIFONTOVA, LA MUJER ORIGINAL
En este 2019, Laia Sanz tiene que compartir protagonismo con otra mujer que también ha logrado un hito histórico: hablamos de la rusa Anastasiya Nifontova, que se ha convertido en la primera mujer en la historia del Dakar en terminarlo en la categoría Original, anteriormente llamada malle moto, donde los pilotos acuden sin asistencia y en la que sólo cuentan con un baúl para meter sus pertenencias, que les traslada la organización entre cada etapa.
Quizá el nombre no te suene, pero esta piloto rusa nacida en Estados Unidos ya fue protagonista dos años atrás, cuando tomó la salida en el Dakar 2017. Era su sueño y había estado a punto de torcerse por un extraño positivo en un control antidopaje por una sustancia llamada meldonium, que era legal hasta 2015 pero que en 2016 pasó a estar incluida en la lista de sustancias prohibidas en el documento de la FIM.
El positivo fue apenas mes y medio antes del comienzo de la prueba, pero Nifontova recurrió, aportando informes médicos que hicieron que la FIM permitiese a la federación rusa expedir una licencia de un único evento, y que permitió a Nifontova estar en el Dakar 2017, que logró terminar en 75ª posición.
Dos años después, retornaba con el sueño de ganar en categoría Original, un hito que también buscaba la española Sara García. Mientras García tuvo que abandonar en la primera mitad de la prueba, Ninfontova iba descontando etapas a lomos de su Husqvarna al tiempo que escalaba posiciones en la general, finalizando 62ª absoluta, tercera mujer y octava en la categoría Original, logrando el hito de ser la primera mujer en hacerlo.
POL Y NOVOTNA, FINISHERS
Sanz y Nifontova no son las únicas mujeres que han terminado el Dakar 2019 en moto. Curiosamente, de las seis que lo comenzaron, han logrado acabarlo las cuatro que ya tenían experiencia previa en la prueba, mientras que abandonaron las dos que llegaban como rookies a esta edición.
La holandesa Mirjam Pol, que volvió al Dakar en 2018 tras siete años de ausencia (ya lo había corrido entre 2006 y 2011), no sólo ha logrado terminarlo por séptima vez en ocho intentos, sino que lo ha hecho en la segunda posición entre las féminas y en la 48ª posición absoluta, mejorando por los pelos la 49ª plaza que logró en 2007, todavía en África.
La checa Gabriela Novotna debutó el pasado 2018 y no pudo acabarlo, teniendo que retirarse en la undécima etapa. Lo ha conseguido a la segunda, concluyendo en la 70ª posición de la general y con la firme intención de volver y seguir mejorando.
GENERAL FINAL DAKAR 2019 - FÉMINAS | |||||
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P | (Gral) | Piloto | País | Moto | Tiempo |
1 | (11) | Laia SANZ | España | KTM | 37h21'26'' |
2 | (48) | Mirjam POL | Holanda | Husqvarna | 16h33'06'' |
3 | (62) | Anastasiya NIFONTOVA | Rusia | Husqvarna | 25h25'08'' |
4 | (70) | Gabriela NOVOTNA | Chequia | Husqvarna | 37h40'44'' |
ABANDONOS DE GARCÍA Y VELARDE
No pudieron terminar las debutantes Sara García y Gianna Velarde. García tuvo algún problema eléctrico durante el transcurso de la cuarta etapa. La zamorana iba con su pareja, Javier Vega, y lo probaron todo para intentar reanudar la marcha, cambiando las piezas de la moto de Vega a la suya, pero la moto no volvió a arrancar y la española tuvo que decir adiós al Dakar. Como dijo ella misma, su Dakar 2020 ya ha comenzado.
Por su parte, Velarde vivió un auténtico drama en la segunda etapa, donde la peruana perdió por completo la dirección de su moto, cayéndose tres veces, quedándose sin agua, sin embrague, sin freno delantero y, finalmente, con el roadbook roto. Y lo peor, todo ello para terminar siendo excluida al alcanzar por fin la meta por haber recibido ayuda de la organización.