Ya avisó Laia Sanz de que, aunque su punto de mira principal se encuentra en el Dakar, en este 2018 –en el que por primera vez no disputará el mundial de enduro al completo- se dedicaría a preparar la cita de enero con rallies como el de Merzouga; pero que además probaría nuevos retos, con el enduro extremo como gran atracción.
Dicho y hecho. Nada más y nada menos que el Erzberg Rodeo, la segunda prueba del WESS y la prueba más dura de enduro extremo que tiene lugar en Austria. Sólo una pequeña toma de contacto con la prueba para ver sus sensaciones, pero suficiente como para poner el foco en el próximo 2019. Tras disputar las dos prólogos y conseguir la clasificación para la carrera principal, la Red Bull Hare Scramble –en la que ya había decidido no participar-, lo dejó claro: “El año que viene correré seguro", sentencia.
El plan no es otro que ser la primera mujer de la historia en terminarla, algo que –para entender la dureza de la misma- en esta edición solamente han conseguido 23 pilotos dentro de las cuatro horas establecidas (en 2016 sólo acabaron nueve).
“Siempre he visto la Erzberg como una de las carreras extremas más importantes, seguramente la que más. Es un evento muy grande", aseguraba la piloto de KTM y Soficat Xerox antes de la prueba, también conocida con los sobrenombres de la Montaña de Hierro o el Gigante de Hierro, que se disputa en una mina de metal a cielo abierto en la localidad austriaca de Eisenerz.
En la carrera principal participan 500 pilotos, los mejores clasificados del prólogo, en el que participaron 1.530 inscritos y en el que Sanz concluyó en una increíble 45ª plaza en su primera toma de contacto con la prueba a 53 segundos del mejor tiempo del estadounidense Colton Haaker; siendo la mejor de las 32 mujeres que participaron, aventajando en casi dos minutos a la segunda, la holandesa Nina Klink.
Además, la propia Laia Sanz subió un vídeo a sus redes sociales en el que se puede ver, como si estuviésemos a bordo de su KTM, un minuto de la prueba:
Quién se sube a la moto de rally conmigo en la prólogo de la #ErzbergRodeo?
— Laia Sanz (@LaiaSanz_) 2 de junio de 2018
Who is with me on the rally bike at the @erzbergrodeo prologue?@redbullESP pic.twitter.com/igX6hsvfdP
La carrera principal sería ganada por el británico Graham Jarvis, auténtica leyenda en activo de la especialidad. Sanz quería correr este año, pero no pudo prepararla debidamente y decidió competir sólo en el prólogo (Blakläder Iron Road Prologue), que consiste en recorrer a toda velocidad las laderas de una cantera. Son 13 kilómetros hasta llegar a 1.466 metros de altitud, y hay un intento el viernes y otro el sábado, y computa el mejor tiempo.
“El lugar, las montañas y las vistas hacen que sea una prueba impresionante, y el ambiente que hay es una pasada. Estoy muy contenta de haber tenido la oportunidad de estar ahí", reflexionaba Sanz después de las dos pasadas a la prólogo.
Sanz no sólo se metió entre los 500 primeros tiempos que dan derecho a correr la Red Bull Hare Scramble el domingo, sino que se metió en el top 50 que permite hacerlo en la primera parrilla de salida.
“El sábado me encontré mejor que el primer día, pero fui un poco más lenta porque el terreno estaba muy roto en la parte más estrecha después de que pasaran más de 1.500 motos el viernes. Me lo pasé muy bien y me sentí mejor en la moto. Acabar entre los 50 primeros es clave para la carrera del domingo, así que eso me da confianza de cara al próximo año", comentaba.
Pese al gran resultado, ya estaba tomada la decisión y sólo acudió a la carrera como espectadora. Eso sí, antes de que diese comienzo la acción en la jornada dominical, la piloto catalana tuvo la oportunidad de realizar una exhibición –con su KTM 450 Rally- junto al vigente campeón del Dakar, el austriaco Matthias Walkner; y al mítico piloto francés Stephane Peterhansel, 13 veces ganador del Dakar (seis en motos y siete en coches).
“Fue espectacular. Me encantó poder verla y realmente, por mucho que te hayan contado, cuando estás ahí es cuando te das cuenta de lo extremadamente dura que es, sobre todo cuando ves las caras de sufrimiento de grandísimos pilotos que están muy en forma", comenta la de Corbera de Llobregat, que ya tiene en mente volver a la prueba con el claro objetivo de hacer historia el próximo 2019:
“Será un reto enorme para mí", reconoce la piloto del Red Bull KTM Factory Racing, que continúa: “Pero tengo muchas ganas de correrla y espero ser la primera mujer que logra terminar esta prueba. Al menos lo intentaré", promete.