Es una de las pocas mecánica 250 2T de cross que aún se mantiene viva y se comercializa nueva, además de usarse en competición, por ejemplo, en el Mundial MX 300. Esta Yamaha tiene más años que las Cuevas de Altamira, se trata de un icono viviente que siempre ha estado muy bien valorada por dos valores fundamentales: rendimiento y fiabilidad. La base actual data de 2005, cuando llegó el bastidor de aluminio, pero la mecánica es aún más veterana.
El propulsor ofrece una respuesta muy alegre con unas óptimas cifras de potencia, en torno a los 46 CV, con mucho nervio, caballos casi de carreras. Todo un ¡motorazo! que, a pesar de contar con el desarrollo de cambio largo, responde con fuerza estirando lo suficiente como para ahorrar cambios de marchas. Un cambio, por cierto, que ofrece precisión absoluta y buen escalonamiento. El embrague también ofrece buen tacto y una resistencia óptima a la fatiga.
Su destacada fiabilidad, aparte de por la calidad de sus piezas y lo sobre reforzadas que están para su potencial, se debe a que son pocos los que de verdad aprietan a fondo la mecánica. Hay quienes aún tienen el pistón y el embrague de serie, tras años de uso, sin síntomas de fatiga, gracias eso sí, al cariño con el que miman sus motores sobre todo con uso de buenos aceites tanto de mezcla como para el cambio. Cosa buena es que resulta fácil encontrar mucho recambio, no sólo oficial y, una amplia variedad de accesorios de todo tipo y marcas.
Cómoda
Esta YZ destaca por las correctas dimensiones del triángulo formado por reposapiés, manillar y asiento, acomodándose a pilotos de cualquier talla. Su chasis de aluminio, no muy rígido, y su peso contenido (96,6 kg., vacía) le permite ser ágil a la entrada en curva y sigue la trayectoria fielmente, también en las roderas. A ello se suma una gran estabilidad en conjunto con su destacada manejabilidad. Ello facilita el trabajo en los giros y los saltos donde más a gusto se mueve. De hecho es una de las más utilizadas para el freestyle.
La suspensión va bien para ritmo medio. Al subir el ritmo esta suspensión encuentra más limitaciones. Desde el modelo 2006 el muelle de titanio en el amortiguador que aligera medio kilo de peso. Las tijas también cambiaron en ese año con otro ángulo mayor de dirección -más agilidad-.
Todo estos valores han convertido también en una óptima moto de enduro y son muchos los que la tienen adaptada al todo terreno e incluso matriculada. Aunque para este uso encontraréis los defectos propios de una moto de cross como la corta autonomía, la llanta trasera de 19”…
Salvo que la moto haya caído en poder de unos manazas resulta difícil encontrar unidades en estado inservible y tenéis YZ 250 con chasis de acero, anteriores a 2005, en torno a los mil o mil doscientos euros. Más modernas, con bastidor de aluminio, podéis encontrar unidades buenas desde dos mil euros y, por ejemplo, una del año 2010 os costará en torno a los 3.500 euros.