- Aprilia RSV4 RF. Ficha técnica y precio
El segmento de las superbike ha sido para los incondicionales de las motos extremadamente deportivas uno de los más activos esta temporada. A la llegada de la esperadísima Yamaha YZF-R1, se han sumado la Ducati 1299 Panigale S y BMW S 1000 RR y, por último pero no menos importante, la Aprilia RSV4 en sus tres diferentes versiones. Por un lado está la RSV4 RR, que es la básica de la saga y equipa el chasis y el motor de sus hermanas pero las suspensiones son Sachs.
A continuación se encuentra la RSV4 RR Race Pack, en la que se incluyen las suspensiones Öhlins y las llantas de aluminio forjado. Y por último encontramos la moto que ilustra estas páginas, la RSV4 RF, que monta el mismo equipamiento exclusivo de la Race Pack, y además le suma una decoración especial llamada «Superpole».
Para hacerla todavía más exclusiva se producirá en una serie limitada de 500 unidades con una placa numerada en la tija. La nuestra es la número 46, y es una moto «EXCEPCIONAL», escrito en letras mayúsculas, que, experimentando diversos cambios en diferentes áreas, supera a su predecesora y reivindica su plaza en el mundo de tus sueños…
Desde el Mundial
La moto que protagoniza estas páginas deriva directamente de la actual campeona del mundo de SBK. Es más, va un paso más allá. Y es que el cambio de reglamento de este apasionante certamen gestionado por la empresa española Dorna (como MotoGP), ha obligado a los fabricantes a buscar más potencia con menos preparación, y ese esfuerzo se refleja en la moto de venta en la calle, que ya de origen ha de salir más «armada» para poder triunfar. Así, las entrañas del particular y apasionante V4 han sido modificadas en 2015 para obtener mejores prestaciones, mayor régimen de giro y menor peso del conjunto motriz.
Las mejoras pudimos observarlas a conciencia en su presentación internacional en el circuito de Misano Adriático, y ahora nos tocaba el turno de «pasearla» en carretera y ver de qué sería capaz. Es una moto nacida para ganar, pero nos ha sorprendido muy gratamente al observar que, gracias a su buen tacto general y suavidad, es también disfrutable y aprovechable por las vías públicas. Y es que es descabelladamente divertida, efectiva y llamativa, y con suficientes niveles de «confort» como para disfrutar de ella sin necesidad de ir constantemente «perdiendo los papeles».
Para alcanzar mayores prestaciones, se ha evolucionado el V4 a 65º de 999 cc trabajando en la fluodinámica, la combustión y la capacidad para subir de vueltas. La caja del filtro deriva en su diseño de la que se utiliza en SBK, y se han modificado tanto las toberas de admisión variables y los inyectores superiores. Las culatas tienen nuevos conductos y están mecanizadas con herramientas de control numérico. Las válvulas son de titanio (33 mm) y sus muelles nuevos, además se han aligerado los árboles de levas, las bielas Pankl y el cigüeñal, para conseguir un mayor régimen de giro. El cárter también tiene un nuevo fundido y agujeros mayores para la ventilación. Su sistema de escape es nuevo, más ligero y con un catalizador más compacto, y la ECU más potente, más rápida en su gestión.
La electrónica es APRC (Aprilia Performance Ride Control), con control de tracción regulable en ocho posiciones sobre la marcha con unas prácticas y sencillas levas localizadas en la piña izquierda; control de lanzamiento para salidas desde parado; «antiwheelie»; quickshifter para subir velocidades de tacto exquisito (no para bajar como en la BMW, Ducati o MV Agusta, aunque no le hace falta porque su embrague accionado por cable es ciertamente suave); y tres modos de motor (Sport, Track y Race). Todo ello permanece inalterado con respecto a su predecesora, aunque con algunas mejoras.
Además, por ejemplo, cambia la actuación del freno motor al reducir marchas, que ahora es menos intrusivo en el modo Race, muy al gusto de los pilotos «amateur» y profesionales. A la postre nos topamos con un motor muy progresivo y utilizable, que sale desde muy abajo con suavidad si dosificamos el exquisito tacto de su puño del gas, y como un disparo si lo «abrimos» a tope. En tal caso el subir de vueltas es vertiginoso, y más allá de las 10.000 rpm percibes el trabajo termodinámico.
La mayor sensación de potencia y empuje con respecto a su predecesora es notable, al tiempo que te acompaña el excitante e intimidatorio rugido tan característico del motor con configuración V4. Los 201 CV de potencia máxima declarada se quedan en 185 CV a 13.300 rpm verificados en nuestro banco. Una cifra impresionante, que se sitúa a la altura de sus más directas rivales. Como ejemplo, están los también 185 CV verificados a 13.660 rpm de la nueva Yamaha YZF-R1, o los 191 CV a 13.680 rpm de la también remodelada BMW S 1000 RR. La cifra obtenida por la RSV4 dista mucho de la desarrollada por su inmediata predecesora, que recordemos era de «tan solo» 160 CV a 12.310 rpm. Una mejoría enorme que se plasma a la hora de extraer de ella todo su potencia.
Con todo, la Aprilia destaca y siempre sorprende por su gran sensación de tracción, del mismo modo que ocurría en la versión anterior, y que proporciona gran seguridad al conducirla y te anima a ir un poquito más allá en cada maniobra. En caso de no querer ser tan visceral, la RSV4 RF te deja disfrutar al máximo con una enorme sensación de control, primero sobre el motor, y luego sobre todo el conjunto en general, gracias a su equilibrada y sobresaliente parte ciclo, que es tan increíblemente efectiva, como fácil de guiar.
Ciclo diez
La posición a los mandos de la nueva Aprilia RSV4 ha cambiado ligeramente. No mucho, pero lo justo para ganar un mínimo confort a la hora de rodar en carretera. Esto, unido a la mayor suavidad general, no es que hagan de ella la moto ideal para desplazarte por ciudad, pero al menos el camino hasta tus zonas de «recreo» por autovía o autopista no será demasiado tedioso.
Es una moto pequeña, radical, pero con unos semimanillares ligeramente más altos que fuerzan menos la posición a los mandos. Aparte, también se ha mejorado sensiblemente la aerodinámica a través del trabajo en el túnel de viento. Sinceramente, esto es algo que se aprecia rodando en pista, pero en carretera abierta, su pantalla más alta no evita que circules con la cabeza expuesta al viento salvo que te acoples al depósito cual piloto en pos de la vuelta rápida. Lo que sí nos ha chocado muy positivamente es el radio de giro del manillar, que te permite maniobrar en parado sin excesivas complicaciones.
A nivel de parte ciclo, la RSV4 ofrece multitud de posibilidades. Tantas como las que se necesitan a nivel profesional. Para los usuarios «de a pie» no son tan necesarias, y lo cierto es que son una «chulada» que difícilmente utilizaremos nunca. Ni falta que hace. Así, se pueden ajustar la posición del motor en el chasis, el ángulo de la dirección y la altura del eje del basculante. Casi nada. No será por posibilidades de puesta a punto.
Lo que sí es más accesible y práctico es la regulación de tres vías de las suspensiones firmadas por la marca sueca Öhlins, que son tan sensitivas como resistentes, ofreciendo mucha información al conductor. La firmeza que ofrecen con sus reglajes de serie es ideal en carretera y sobre buen firme. En caso de circular por carreteras algo más rugosas o bacheadas, conviene aflojar sensiblemente los ajustes hidráulicos, de modo que queden absorbidos por las rígidas y eficaces suspensiones. Ideales en circuito, es este el escenario en el que puedes aprovechar al máximo sus excelentes cualidades.
Rodando por tus carreteras de montaña favoritas, la RSV4 es increíblemente ágil, y te permite unos cambios de dirección fulgurantes. La entrada en los virajes es prodigiosa, y la sensación de precisión y seguridad inigualable. También es extremadamente estable en frenada o en medio de una curva, ofreciendo siempre la sensación de ser un verdadero tiralíneas. En este sentido, entre las mejoras introducidas este año se encuentra una nueva geometría de dirección, que es un poco más cerrada que en el modelo anterior para compensar la mayor longitud del basculante de aluminio.
Con ello se pretende facilitar las aceleraciones y reducir la tendencia a levantar la rueda delantera debido a su mayor potencia. A la postre, sí parece ser un poquito más «nerviosa» del tren delantero en aceleraciones, aunque en carretera es prácticamente inapreciable, salvo que realices una conducción «no apropiada» para este ambiente. Sea como fuere, para eso están ahí los reglajes de suspensiones… para adaptar en este caso el amortiguador a las exigencias de cada piloto y su forma de conducir. Y por su puesto no podemos olvidar su excepcional chasis doble viga de aluminio, que confiere al conjunto esa sensación de solidez, estabilidad y rapidez difícilmente inigualable.
El apartado frenos merece un capítulo aparte. Son en esta versión RF soberbios, y es que las pinzas radiales Brembo M430 con Race ABS de Bosch (lo mejorcito que se monta de serie en las motos actuales), perfectamente asistidas por una progresiva y consistente bomba radial de la misma marca, ofrecen tacto, potencia y estabilidad en la frenada en cualquier circunstancia.
Exclusividad
Entre las mejoras opcionales aplicables a la RSV4 RF, nos topamos con la nueva plataforma multimedia V4-MP. El sistema se instala en un móvil que se conecta a la moto por Bluetooth y hace también de GPS, así que la gestión electrónica y la telemetría pasan a estar gestionadas desde dicha aplicación. Antes de salir a pista puedes cargar en el teléfono los ajustes predeterminados para el circuito en el que te encuentras, de manera que se ajustan por sectores, es decir personalizados para cada curva, el control de tracción y el «antiwheelie» (regulable en 3 posiciones además de desconectable, como el resto de parámetros regulables que también lo son si quieres -ABS, control de tracción, etc.-).
Al terminar tu sesión puedes acceder a los tiempos por vuelta y la adquisición de datos, con diagramas, ángulo de inclinación, apertura de acelerador y actuación del freno a través del propio teléfono móvil. Esta aplicación es obviamente poco práctica en carretera abierta, pero para los que destinen su RSV4 a la pista, abre sin duda un extraordinario mundo de posibilidades.
Aparte, Aprilia pone a disposición de sus afortunados propietarios un sinfín de accesorios dirigidos a su uso en pista y competición, de gran calidad y que sin duda tienen la contrapartida de encarecer el producto. Es cara, aunque con un precio de 23.900 € se sitúa a la altura del resto de última hornada de superbike del momento. Y eso, sin olvidar algo muy importante: es la actual campeona del Mundial de SBK...
Conclusión
Como reza el titular, la nueva Aprilia RSV4 RF es una moto sensacional. Desde su llegada hace unos años siempre nos ha gustado por las cualidades de su parte ciclo, que hemos considerado en multitud de ocasiones como la más efectiva, predecible y eficaz entre las SBK. Es una moto compacta, ágil y estable como pocas, una verdadera máquina de carreras. Pero su «talón de Aquiles» residía en las limitadas prestaciones de su tetracilíndrico V4. Algo que, afortunadamente, ha cambiado radicalmente.
Con 185 CV de potencia máxima verificados en nuestro banco (25 CV más que en la versión precedente), la nueva RSV4 no tiene absolutamente nada que envidiar a sus rivales directas, amén de contar con una dotación electrónica de primera categoría. De este modo se conforma como una moto temible en pista, el entorno para el que realmente ha sido creada. Si a esto sumamos, además, que en carretera hemos podido comprobar que va de fábula... ¡para qué queremos más! ¿Quizá un precio algo más accesible?