BMW lanzó el año pasado tres modelos de diferente concepto y filosofía, pero con un denominador común: su propulsor. Estoy hablando, como ya habrás adivinado, de la saga G 650 con la Xchallenge, enfocada al uso fuera carretera puro y duro, la Xmoto con un enfoque claramente supermotard y la Xcountry, versión intermedia de concepto trail.
Pequeños cambios
Ésta última es la que hoy nos ocupa debido a que es la que ha sufrido un «pequeño» cambio en lo que respecta a su motor. Ahora es de procedencia china, siendo el gigante asiático Loncin quien se encarga de su fabricación, si bien lo hace bajo la atenta mirada de los alemanes, dejando claro cuáles son las especificaciones que tiene que tener y sobre todo los estándares de calidad del producto de la marca bávara. Esta unión data de mediados de 2007, cuando Loncin se convirtió en el operador de Bóxer Café, que es, junto con Pekín, el segundo punto de distribución de China. Por tanto, es ahora un socio en la distribución y a partir de este año será el importador de las motos BMW en China. Dicho esto, no cabe duda del interés que tienen ambas partes en conseguir que todo esto salga adelante.
Las siete diferencias
Sin duda, el trabajo realizado ha sido excelente, puesto que si tuvieras dos Xcountry juntas, una alemana y otra china, no sabrías diferenciar cuál es cuál. El único matiz que delata la procedencia de la asiática es que el asiento es más bajo. Por lo demás, nos encontramos ante dos motos completamente idénticas y su comportamiento dinámico es, por lo tanto, similar. Pero vayamos al grano.
El diseño de la Xcountry rescata el estilo Scrambler de los 70, cuya sencillez de líneas es la nota predominante. Como protagonista, su silencioso de grandes dimensiones que destaca ostensiblemente debido también al contenido tamaño general de la moto. En cuanto al asiento, principal diferencia con su hermana alemana, es ahora 20 mm más bajo por lo que es mucho más sencillo llegar al suelo y por ende hacer maniobras con ella. Además está más mullido.
El manillar sigue siendo ancho y plano por lo que se tiene un buen brazo de palanca a la hora mover la moto, eso unido a un peso bastante contenido, la convierten en un vehículo ideal para moverse por la ciudad de forma cómoda, pero sobre todo ágil. Las palancas del freno y del cambio, así como los estribos, van recubiertos de goma, gracias a ello puede ser usada con zapatos sin miedo a destrozarlos. La posición de conducción es más relajada y vertical que en las Xmoto y Xchallenge, con el piloto encajado tras el deposito. El asiento, de dos niveles, baja aún más el centro de gravedad, con lo que la moto se muestra muy manejable y divertida, ideal para disfrutar de las carreteras secundarias de montaña. A esto también contribuye su chasis de doble viga de acero, muy rígido y consistente.
En cuanto al propulsor, ha dado dos CV menos en nuestro banco que el Rotax austríaco, cifra que no empaña el buen hacer de la fábrica china, ya que bien podría ser debido a falta de rodaje de la unidad de pruebas. También ha sido revisada la inyección para conseguir afinar aún más la respuesta del gran monocilíndrico de 652 cc y gracias ello se ha ganado en elasticidad pudiendo ser utilizarlo en marchas largas a bajo régimen sin problemas. A altas vueltas transmite ciertas vibraciones, por otro lado normales teniendo en cuenta la gran masa en movimiento. Además, tiene suficiente potencia como para movernos con soltura en cualquier situación, sin necesidad de hacerlo funcionar cerca de la línea roja continuamente. El cambio está bien escalonado, aunque la palanca tiene un accionamiento un tanto duro, que se hace más patente si calzas zapatillas deportivas, no obstante nunca llega a ser un problema, y también hay que contar con un cierto período de rodaje tras el que se suaviza.
El reglaje de las suspensiones es bastante blando, pero acorde al uso al que va destinado esta pequeña BMW. Gracias a ello podremos meternos por el campo con ciertas garantías, si bien nuestra ruta no deberá ser demasiado exigente ya que no está preparada para ello, en definitiva y como buena trail que es, lo suyo son las pistas forestales sin muchas complicaciones. En el apartado de frenos encontramos el ABS como opción, que se puede desconectar si el conductor lo desea. Así mismo, el tacto y la potencia de frenado en ambos trenes, delantero y trasero, son más que suficientes para las pretensiones de la Xcountry, pudiendo detenerla rápidamente si la situación lo requiere.
Para todos
Cualquiera que sea tu hábitat, carretera, ciudad o campo, cualquiera que sea tu estilo de conducción, más fuerte, más relajado, o al ataque, BMW pone a tu disposición esta G 650 Xcountry de corazón chino, el cual no tiene nada que envidiar a su homónimo fabricado por Rotax. Por lo tanto, la diversión sigue estando asegurada sin renunciar a tener una moto cómoda y versátil durante su uso a diario, capaz de transformarse en la compañera ideal para las aventuras del fin de semana.
¡Ah!, y no olvides que va a llegar a tus manos a un precio fantástico. Esta saga G 650 nació cara, y esta misma moto hace un año te obligaba a desembolsar 8.600 € para adquirirla. A veces los dioses se alían con nosotros y, un año después, entre las rebajas debidas a la contención en emisiones nocivas y a la aventura china que tan buen resultado ha dado, "China Connection", puedes tener toda una BMW G 650 Xcountry por sólo 6.797 €.