MV Agusta Brutale 800. Prueba

La recién estrenada Brutale 800 es capaz de ponerte los sueños a tu alcance. Una MV Agusta naked con todo lo que puedas desear y a un precio asequible.

Sergio Romero. Fotos: Jaime de Diego

MV Agusta Brutale 800. Prueba
MV Agusta Brutale 800. Prueba

En general las motos de una marca tienen todas un toque que las hace reconocibles y en el caso de las MV Agusta es el aire de exclusividad que destilan. Da igual que se trate del modelo más alto o más bajo de la gama, todas te hacen quedarte un rato mirando esas líneas que en esencia salieron de la mano de Massimo Tamburini. La moto que hoy nos ocupa no es ni una, ni otra, se trata de la nueva Brutale 800 que supone un escalón intermedio en la gama de las naked italianas. Toma como base la pequeña 675 y a partir de ahí da una paso adelante en cuanto a prestaciones y equipamiento. Muy interesante es también su precio, 10.545 euros, 100 más que la Brutale 675 y por  debajo de muchas de sus rivales. El año pasado, durante la presentación de la F3 en Paul Ricard, el CEO de la marca, Giovanni Castiglioni, ya anunció que su plan de futuro era tener una gama con modelos más accesibles, además de los exclusivos. Y ya es una realidad.

Las Brutale, que aparecieron en 2001 con la primera 750, han ido variando su cilindrada desde esos 750 cc crecieron hasta llegar a los 1.090 cc actuales pasando por las 910, 920, 989 y 1078. Pero en los últimos años su oferta se ha diversificado, con la aparición de modelos más sencillos que acompañaban a los de alta cilindrada. De este modo la gama queda ahora compuesta por las tres versiones de la Brutale 1090 (R y RR), la Brutale 920, la Brutale 675 y esta Brutale 800. No será por posibilidades que no hay para ti... Pero vamos a ver con detenimiento la 800, que es una de las opciones más interesantes de la gama y nuestra protagonista. Exteriormente tiene, además del diseño habitual de la marca, una imagen igual a la de la Brutale 675. Con ella comparte todos los componentes de la carrocería, así que hay que leer los logos para ver de qué MV Agusta se trata.

Desde hace unos años a esta parte las motos de Varese han dado un salto cualitativo, algo que se aprecia al ver sus componentes y los acabados. Lo mismo sucede con la instrumentación, que es común en los últimos modelos y que ahora se maneja de manera fácil e intuitiva. Antes tenían un manejo complejo y ahora con el mando de la piña izquierda puedes moverte entre el cronómetro, los ajustes del control de tracción y cambio semiautomático (accesorio), y la información convencional. Puedes ver también la marcha engranada y el mapa elegido, que se cambia con el botón de arranque. La manera en la que el piloto se adapta a la moto también está lograda, el manillar es ancho y se encuentra a una altura correcta, mientras que las piernas se acoplan bien a los laterales del envolvente depósito. Los estribos están un poco elevados, algo positivo a la hora de inclinar, pero no tan cómodo para los más altos que quieran pasar mucho tiempo a sus mandos. Si bien para los pilotos de talla de media están en una posición deportiva pero correcta. Lo que sí notarán todos los que pasen una larga jornada a sus mandos es que el asiento tiene poco mullido y puede resultar algo duro en esa situación.

Si las mujeres latinas tienen fama de apasionadas, las motos latinas se han ganado la imagen de tener chasis deportivos y rígidos. Esta Brutale 800 es un buen ejemplo de ello. La visual y efectiva estructura multitubular de acero con placas de aluminio, le da una gran rigidez y una rapidez de reacciones endiablada. Unas sensaciones que también transmiten la F3 y la Brutale 675. Otro punto donde destaca esta 800 en su peso, 186 kg con todos los llenos, tan solo dos más que la 675 y claramente por debajo de su competencia. Te puedes imaginar que en una carretera de curvas, moverla de una curva a otra no cuesta ningún trabajo. Las suspensiones también dan un salto con respecto a la 675, dado que en esta moto se regulan en tres vías y permiten adecuarse a las exigencias de cada uno. Con lo tarados de serie trabajan bastante bien en todas las condiciones, pero si frenas relativamente fuerte percibes que se transfiere mucho peso al tren delantero y la rueda trasera se queda un poco en el aire. De hecho en frenadas sobre suelos deslizantes el freno trasero es muy poco efectivo. Así que se pueden frenar un poco ambos hidráulicos y aumentar la precarga de la horquilla Marzocchi, para ganar estabilidad en la frenada. Además, las pinzas Brembo radiales de cuatro pistones tienen mucha potencia de modo que se puede aprovechar mejor.

El tricilíndrico en línea con cigüeñal contrarrotante de las 675 ha aumentado la carrera de sus pistones hasta 54,3 mm, para así ganar cilindrada y llegar a los 798 cc. Este incremento de cilindrada y también de compresión (ahora 13,3:1), hacen que aumenten las cifras máximas de potencia, 115 CV, y par, 7,6 kgm, verificados. Antes de arrancar una MV Agusta ya sabes que cuando pulses el botón, su sonido no te va a dejar indiferente. Todos los motores italianos rugen con un tono inusual, aunque también suelen ser un poco rumorosos cuando los utilizas en cuidad. La 800 no lo es en exceso, aunque suena un poco más que algunas de sus rivales. La electrónica MVICS, que utilizan sus hermanas, gestiona el motor, con cuatro curvas de potencia y un control de tracción regulable en ocho posiciones. Como hemos dicho es fácil el nivel de control de tracción y elegir el modo, esto último lo puedes hacer incluso en marcha. En el modo Sport tiene la respuesta más directa, ya que en Normal no hay tanta conexión y en Rain tiene un poco de retardo y una entrega irregular. Además, está el modo Custom en el que puedes personalizar los parámetros y hacerlo más a tu gusto. En cualquier caso la tónica general es que tus demandas sobre el acelerador no se corresponden al cien por cien con lo que la centralita le transmite al motor, de modo que no te sientes en conexión con la moto. También es verdad que las curvas van evolucionando y en los concesionarios tienen cada cierto tiempo estas actualizaciones, que siempre mejoran la gestión del motor.

El rendimiento del motor en sí es muy bueno, en bajos y medios tiene fuerza y una vez la escala de las revoluciones llega a las 7.000, entra la potencia a raudales. En ese punto cambia el sonido y sientes el brutal empuje de la MV Agusta, le va que ni pintado el nombre... Luego sigue subiendo con ganas hasta el corte de encendido a 13.000 rpm, al que llega muy suavemente y encendiendo una luz en el cuadro por si te has despistado... realmente las prestaciones de este tricilíndrico de 800 cc están muy conseguidas y será una de esas motos capaz de hacerte sentir aceleraciones fuertes, aunque hay que acostumbrarse al acelerador electrónico. El freno motor es notable y aunque te ayuda en retenciones, podría ser un poco menor. El control de tracción ha mejorado con respecto a las versiones anteriores y ahora puedes notar su efecto cuando la rueda trasera desliza. No es un sistema de última generación, pero es un apoyo importante. Los italianos están dando poco a poco pasos hacia el futuro y esta Brutale 800 es una muestra de ello.