A mediados de septiembre Honda nos citó en su fábrica de Santa Perpetua de Mogoda, para comenzar una actividad que no podía resultar más atractiva. El plan era salir en dirección norte hacia los Pirineos de las comarcas del Ripollés y la Garrocha a lomos de las Honda Transalp 750 y uno de los objetivos era comprobar en primera persona que además de ser una trail turismo muy completa, fácil de pilotar y agradable a la hora de viajar, también goza de unos atributos fuera del asfalto muy reseñables. Para ello prepararon una preciosa ruta con casi 100 km de pistas pirenaicas en un entorno con paisajes incomparables.
El segundo objetivo propuesto es que ya por allí, podíamos asistir a la última prueba del Mundial de Trial, y de paso tener una charla con el ya proclamado Campeón del Mundo Toni Bou y con su compañero Gabi Marcelli, que al final se hizo con el subcampeonato. Evidentemente no podía decir que no.
No me andaré por las ramas, Toni Bou es el emperador absoluto de la historia del trial, es una leyenda viviente, con sus 35 títulos mundiales en su haber, por el momento. Fue en 2007 cuando comenzó su racha de victorias y desde entonces no ha dejado de maravillar al mundo con sus hazañas. Toni parece que desafía constantemente los límites de lo posible.
De esos 35 títulos, 18 son en la modalidad outdoor, enfrentándose a terrenos que hacen sudar frío al más valiente, en Ripoll vi muy de cerca la zona 6 y la zona 9, que creo que no eran de las más difíciles del recorrido, y sinceramente me parecía imposible superarlas a cero. Lo que hace Toni no sé si es deporte, circo, magia o ilusionismo, hace ver a todo el mundo, incluidos los jueces, que lo imposible él lo pude hacer. Lo ves saltar de una roca a otra, casi levitando, como si la gravedad no existiera para él. Y cuando piensas que ya lo has visto todo, vuelve a sorprenderte.
Su dominio es absoluto, debería decir casi tiránico, cosa que no concuerda con su personalidad sencilla y súper agradable. Bou, en el trial, ha establecido un nuevo estándar, un listón tan alto que, estoy convencido, nadie superará su récord. Y como motorista, no cabe duda que lo situaría junto a los más grandes mitos del motociclismo, como Giacomo Agostini, Mike Hailwood, Ángel Nieto, Marc Marquéz o Valentino Rossi. Aunque el trial es menos popular que otras disciplinas del motor, su hazaña no ha pasado desapercibida. En 2013, fue galardonado con la Medalla de Oro del Real Orden del Mérito Deportivo, un reconocimiento más que merecido para alguien que no sólo ha puesto a España en lo más alto del trial, sino que ha inspirado a generaciones de pilotos.
Pero a pesar de todos los logros y trofeos, como te decía antes, Bou sigue siendo un tipo humilde, cercano, y con los pies en la tierra (aunque solo cuando no está encima de su Montesa). Los que lo conocen dicen que es tan impresionante fuera de la pista como lo es dentro de ella. A pesar de su estatus de superestrella, siempre tiene una sonrisa y un buen gesto, un selfie y una dedicatoria para los fans y puedo dar buena fe de ello.
En mi humilde opinión Bou no solo ha roto records, sino que también ha definido perfectamente lo que significa ser un campeón. En cada temporada, su dominio se renueva y parece que no hay límite para sus logros. Y aunque tiene rivales de nivel que lo intentan con insistencia cada año, ninguno ha logrado destronarlo. No sé si se encuentran ya algo desmoralizados, pero parece que intentar vencer a Toni es como, en su tiempo, intentar batir a Usain Bolt en los 100 metros lisos o intentar vencer al legendario Bruce Lee en un combate de cualquiera de sus películas, ¡es simplemente imposible!
Personalmente, una de las cualidades que más admiro de Toni es su constante deseo de superación. A pesar de tener muchos más títulos que ningún deportista podría soñar, sigue entrenando con la misma pasión y dedicación que al principio de su carrera. No hay una pizca de conformismo en él. Podría relajarse y bajar un poco el pistón, pero eso él no lo contempla, parece que cada campeonato, cada prueba, cada zona que afronta es una nueva oportunidad para demostrar que sigue siendo el mejor.
En el plano personal, Toni es la clase de persona que rápidamente aprecias que está hecho de “buena pasta”. Ha alcanzado la cima más allá de lo imaginable y sigue siendo un hombre sencillo, no busca la fama, no está obsesionado con los focos. Lo suyo es simple afán de superar cada obstáculo, de mejorar en cada entrenamiento, de ser siempre el mejor en lo que hace.
En una corta charla con él terminada la jornada en el camión de Montesa, Toni admitió que le gustaría probar las motos de sus rivales para ver a qué nivel están con respecto a la suya. Recordar que Montesa es la única que utiliza motor de cuatro tiempos, las demás marcas lo probaron en su momento y volvieron a los dos tiempos. Honda, por motivos ecológicos, mantuvo su promesa desarrollando y perfeccionando su motor, para no volver a producir motores de dos tiempos.
También me dijo que espera, sin fecha determinada, concluir su carrera con este equipo, donde entre todos han formado un conjunto perfectamente ensamblado que son una verdadera familia muy bien avenida. Él valora muchísimo ese ambiente, en el que el trato humano y la absoluta confianza entre todos es fundamental, que además junto al resto de condiciones que tiene a todos los niveles, sería imposible encontrarlas en cualquier otro equipo.
Por ultimo le pregunté por los pilotos jóvenes que vienen detrás y con una leve sonrisa me contestó: “Cada vez me lo ponen más complicado, hay varios con muchas ganas y mucho talento y eso es una motivación para mí. Mi compañero de equipo ha conseguido el subcampeonato del mundo, le felicito por ello, nos llevamos muy bien, entendemos este deporte de la misma manera y cada uno da su máximo en carrera. Soy consciente de que esto no es para siempre, está durando mucho, los rivales quieren ganarme, pero voy a intentar aguantar al máximo o hasta que pierda la motivación si esto último llegara a suceder”. También le pregunte si era consciente de que muchos buenos pilotos con talento, se han retirado ya o se retiraran sin ganar un Mundial por su culpa. Toni me miró con cierta ternura en sus ojos y me dijo: “Sí… y lo siento por ellos”. ¡Que enorme Campeón!
Nota de redacción: semanas después de publicarse esta columna, Toni Bou logró su 18º título de X-Trial, su 36º título mundial.