Hace sólo unos días han llegado al equipo un par de motos, dos Kawasaki Vulcan más conretamente. Aunque ambos afortunados, Rubén y Alejandro, ya tenían experiencia sobre dos ruedas no podemos decir lo mismo sobre sus parejas. Subirse a una moto por primera vez, aunque sea como “paquete”, no es fácil y la experiencia puede ser de todo menos agradable. Sensación constante de caerte de la moto hacia atrás, de no saber dónde agarrarte, de no saber ni si quiera como subirte o bajarte… En definitiva, no saber cómo comportarse puede provocar que, al final, uno acabe evitando subirse a una moto.
Aquí van algunos consejos para que esa experiencia se vuelva más agradable y, poco a poco, acabemos cogiéndole el gusto y… quién sabe, quizás en unos meses llevando una moto propia.
- Comunica: como en otros tantos aspectos de la vida, la comunicación es primordial. No nos referimos a llevar comunicadores conectados por bluetooth, que nunca vienen mal, sino a una comuniación mucho más simple. Entre quién conduce y el pasajero debe haber algún tipo de lenguaje que sirva para avisar de ciertas situaciones: me voy a subir, me voy a bajar, me quiero mover. Unos toques en el hombro suelenser suficientes para avisar de nuestro movimientos y evitar así perder el equilibrio en semáforos, paradas etc… Del mismo modo, quién esté a los mandos debe evitar cambios de velocidad bruscos y marcar los adelantamientos para evitar que el pasajero desprevenido tenga la sensación de caerse.
- Confía: aunque la confianza hay que ganársela. Asustar a quien lleves de pasajero no servirá más para que conseguir que no vuelva a acercarse a una moto. Si estas a los mandos, intenta no abusar del freno delantero y dale algo más de uso al trasero para evitar el choque de cascos y ponerte al “paquete” de sombrero. Sé gentíl con el gas y asume siempre que quién llevas detrás está despistado. ¡Mejor prevenir! Confía también en tu máquina (¡qué debe estar cuidada al máximo!) y en sus medidas de seguridad. Piénsalo, ¡hoy ir en moto es más seguro que nunca! ABS, control de tracción, mapas para el motor…
- Relájate: es normal sentir miedo a la moto; muchísimo aire, movimiento, ruido… pero hay que intentar relajarse. Esto vendrá dado más que nada por la confianza en quien se encuentra al manillar. Estar en constante estado de alerta provocará que te sientas extenuado en unos pocos kilómetros; esa tensión muscular acabará pasando factura. Háblalo con el conductor y no tengas miedo a moverte, explora tu “habitáculo” en busca de la postura más cómoda. Si de verdad quieres disfrutar, rehuye convertirte en un objeto inerte que espera sentado llegar a su destino.
- ¿Y en curvas?: pregunta al conductor qué prefiere que hagas; si acompañarle en sus movimientos en las curvas o si prefiere que simplemente no te muevas. Sea cuál sea la decisión, evita hacer contrapeso presionando con tu peso hacia el sentido contrario de la curva. Yo, personalmente, recomendaría acompañar sus movimientos para no abstraerte de la conducción y de alguna manera también disfrutarla. A veces con simplemente ir cambiando el lado por el que asomas la cabeza mirando a la curva es suficiente.
- ¿Dónde me agarro?: donde quieras y te encuentres más cómodo. En ocasiones tendrás asas en el colín espcialmente para esta labor pero quizás prefieras poner una mano sobre el depósito y la otra en el asa. “Abrazar” al conductor también vale, pero ten en cuenta que en las frenadas será él quien aguante tu peso en sus muñecas. Eso sí, en motos de estilos más turísticos o custom ese efecto se debería reducir notablemente por la geometría de la propia moto.
- Concéntrate en el viaje: olvídate de esa mancha de humedad, o de lo cerca que está aquel coche. Intenta concentrarte en el paisaje y, en carreteras de curvas, mantén la vista al frente siguiendo con ella el punto de fuga en el asfalto.
Y eso sería todo antes de llegar al siguiente "nivel paquete". Un nivel sólo apto para profesionales que nos muestran estos chicos en el vídeo "How to Ride Bitch"
HOW TO RIDE BITCH from Alex Vivian on Vimeo.