Dos semanas han pasado y qué tiene el Dakar que nos mantiene a los apasionados atentos durante este tiempo sin perder la atención. Al final es duro para todos, por supuesto para los que están en carrera, de una u otra forma, pero también para los que estáis cada jornada atentos a la información y a la evolución de la carrera.
Finaliza una edición singular marcada por el sentimiento de que hemos vivido un Dakar atípico, complicado para la organización, y mucho menos que otras ediciones para los participantes. Tampoco se debe pensar que ha sido un paseo por el campo pues duro lo ha sido e incluso para los pilotos de motos es más arduo un enlace de 400 km. lloviendo que hacer la misma distancia por campo. Pero no podemos negar que a la edición 2016 le ha faltado la dureza dakariana propia, no la que ha aparecido de forma artificial por agentes externos como pueda ser el barro.
Gran protagonista, el clima y el efecto del “Niño” causante de muchos problemas por las lluvias torrenciales. El otro protagonista el recorrido mermado de complejidad al caerse del cartel Perú y Chile. Países que se deben recuperar en 2017 pues está claro que con Bolivia y Argentina no da para hacer un Dakar. Se piensa en otras localizaciones posibles como Brasil, México, Estados Unidos… e incluso fuera de Sudámerica. Pero lo del 16 no debería repetirse en el futuro, por el bien de la prueba. ¡Ojito, a los que piensen correr en el 2017 porque igual la hacen terrorífica a no poder más!
El otro condicionante ha sido la seguridad y la anulación de sectores cronometrados. Sensacionales decisiones las de Marc Coma, que ha tenido un complicado estreno como Director Deportivo, en cuanto a velar siempre por los pilotos. Pero no es menos cierto que el Dakar, como prueba emblemática universal del todo terreno, debería tener más medios para que esto no suceda. Más helicópteros, por ejemplo, pues a muchos nos resulta difícil comprender que la carrera se pare porque hace mucho calor.
En este contexto ha discurrido una prueba que ha contado con un dominador como Toby Price. A sus 28 años estrena su palmarés de victorias marcando dos hitos históricos: lo consigue en su segunda participación –tercero en 2015-, tiempo récord y, además es el primer australiano que lo logra. El motociclismo de las antípodas ha tenido grandiosos pilotos, muchos de ellos Campeones del Mundo, de velocidad (Stoner, Gardner, Doohan, Bayliss, Corser…), de enduro (Merriman, Phillips… ), de motocross (Reed, King, Townley, McFarlane…)… y ahora ya lo tiene de raids. Ha realizado una carrera perfecta, sin sufrir ni una sola caída y con una KTM indestructible. Con esta victoria la marca austriaca mantiene la racha de 15 victorias consecutivas, las últimas logradas entre Marc Coma y Cyril Després. Price decía “ganar es increíble pero ser el primer australiano en hacer resulta insano. Acabarlo es un triunfo. Ganarlo es grandioso. He corrido con el auténtico estilo australiano. Atacando cuando debía y mimando la moto, sobre todo en las etapas maratón. Espero que vengan más victorias. No será fácil, así que habrá que saborearla”.
No menos satisfecho deber estar Stefan Svitko, segundo, un privado en el podium, algo que no se veía desde tiempos inmemoriales. El eslovaco es el primer de su país en subir al podium y mejora su quinto como mejor resultado personal y además se lleva una victoria de etapa, cuajando una actuación sensacional, la mejor desde que el que fuera Campeón de Europa de Enduro desembarcara en 2010 en el Dakar.
La foto inédita de podium del Dakar de motos la completa Pablo Quintanilla que como en el caso de los dos primeros también suma un resultado de récord personal –cuarto en 2015- pero no es el primero de su país que lo conquista pues Chile ya estuvo en el podium antes cuando lo consiguieron Chaleco López (2010 y 2013) y el malogrado Carlo de Gavardo (2001). Además, representa el éxito para la renacida Husqvarna que comienza con buen pie su andadura dakariana, una vez que la marca pasó a ser propiedad de KTM. Siempre ha estado en el top en todas las etapas y ha sumado cinco top 5 en este 2016, óptimos guarismos para él en su cuarta participación. Además, se despide ganando esta última etapa, su primer triunfo.
La hoja final de tiempos nos muestra la mejor marca de un piloto argentino en motos en el Dakar, cuarto. Debut glorioso para Kevin Benavides (27 años) que se ha convertido además en el primer deportista de su país en ganar una etapa del Dakar. Es el mejor debutante y triunfador en Súper Producción, salvando algo los muebles a Honda en su edición sombría.
No ha podido cambiar la clasificación final, como pretendía en esta última etapa el ganador de ayer, Helder Rodrigues. Hoy abría pista pero tanto Quintanilla como Benavides, con los que se jugaba el tercero final, han quedado por delante. El de Yamaha, en cualquier caso, puede estar satisfecho, sobre todo por marcar la increíble proeza de terminarlos por décima edición consecutiva, pleno en todas sus participaciones.
Justo detrás, sexto, acaba la segunda Yamaha, la de Adrien Van Beveren, segundo rookie, gran arranque para el doble vencedor de dos pruebas sobre arena emblemáticas como la francesa del Enduro de Le Touquet (2014&2015) y la argentina del Enduro del Verano (2013& 2015). Es joven, 25 años, y muestra un aval de futuro interesante.
Lo mismo que su compatriota Antoine Méo, tercer debutante, al que en las dos etapas finales se le ha escapado el podium. El Pentacampeón del Mundo de Enduro me ha convencido en su estreno y le veo con una gran proyección para próximas ediciones, incluso como posible ganador. Lástima que su caída de ayer le dejase tocada la muñeca derecha y hoy, haciendo un sobreesfuerzo, ha conseguido acabar, aún retorciéndose de dolor.
Qué comentar de Gerard Farrés, mejor español en su novena participación, acabando octavo, dejando en la jornada final un sexto puesto como mejor parcial en esta edición. Grandioso, dentro del top 10 en diez etapas de 13 –en realidad de 12, pues la primera se canceló-.
Como también hay que quitarse el sombrero ante Armand Monleón con un estreno de ensueño que ni el mismo imaginaría resultaría tan positivo, décimo en la general, a la primera y cuarto rookie. Buenos consejos ha recibido de su mentor y maestro Marc Coma, a quien intentará emular para ganar la carrera.
Por delante, otro debutante, el americano Ricky Bravec, piloto con muchos récords en USA, ganador de míticas pruebas como las Baja 250, Baja 500 y Baja 1000. El de California ha mostrado su calidad, bien entrenado en Estados Unidos por un sabio como Johnny Campbell, acabando como mejor piloto de la escuadra HRC Honda.
Laia Sanz completa otro capítulo heroico en su historia del Dakar, prueba con la que sigue manteniendo un idilio especial. Al final acaba en el puesto que se había puesto como objetivo, 15ª, en un Dakar cuyo recorrido no le ha beneficiado a su condición de piloto buena navegante más que de velocidad, sin olvidar que los cortes de carrera habidos siempre la han perjudicado. Para colmo las caídas, a las que en ediciones pasadas parecía inmune, este año la han cazado. Sobre todo en su golpe final que casi la deja fuera de carrera y que la ha obligado a terminar maltrecha con los músculos de la clavícula -.habrá que ver si hay lesión-. Tampoco las anginas y la fiebre la han dejado mostrar su plenitud.
Objetivo cumplido para Iván Cervantes que ya tiene un Dakar completado, en los términos en los que se lo había planteado al inicio de acabarlo, sin más pretensiones, pensando en aprender y comprender una especialidad nueva y una carrera tan especial. Iván ha cerrado esta edición rodando más deprisa dejando su mejor parcial con un séptimo. Torito ha sabido no sentir la presión de quienes le miraban y señalaban por su palmarés de Campeón de Enduro yendo a lo suyo sin tener compromiso por ello alguno con sus resultados. Ya vendrán tiempos de correr y ediciones en las que juzgar su resultado.
De uno que se marcha contento pasamos a otro a quien, a pesar de que todo lo vive con optimismo, no está satisfecho. Hablamos de Jordi Viladoms quien entre problemas de salud, diseño del recorrido poca favorable y montura algo quejosa le ha salido una carrera agria. Lo mejor es que ha terminado y su equipo KTM ha ganado. Ya vendrán tiempos mejores.
Entre los 13 españoles que han acabado todos estaban felices pero sin duda son los amateur o semipro los que más lo disfrutan. Caso de Antonio Gimeno que tiene la virtud de hacer sencillas las cosas y no darles importancia. Él no se considera un top pero debería sentirlo así porque no todos el mundo acaba tres Dakar en sus tres participaciones y, mucho menos, finaliza 24º. Impresionante carrera la del madrileño, infalible y constante, lección de humildad para muchos así como de compañerismo y optimismo en el equipo Himoinsa.
Increíble lo conseguido por la escuadra española poniendo sus cincos motos en meta. A los mencionados Farrés, Cervantes y Gimeno, pilotando KTM 450 Rally, se unen, con KTM 450 de enduro, Rosa Romero (67ª) y su escudero Dani Oliveras (70º) –segundo que acaba de tres corridos-. Rosa, junto a Laia las dos únicas féminas en motos, es el segundo Dakar que acaba, consecutivos y ambos desde que está en Himoinsa, en sus cinco participaciones –los tres primeros abandonó y, además en las primeras etapas-.
El debutante catalán Marc Solá acaba en el puesto 34º de le general. Proeza de los murcianos de Lorca, la familia Fernández. Dos ediciones, dos Dakar terminados juntos: el padre, Domingo (73º) –magullado y arrastrando dolores de una caída- y el hijo, Carlos (59º) -. De la misma forma que termina el catalán Enric Martí (77º) –tenía una deuda con la prueba, que ha saldado, tras su infierno vivido el pasado que casi lo lleva al hoyo-.
Llegó a la meta el bombero madrileño, novato dakariano, Julián García Merino (81º) después de vivir, como casi todos, una aventura cargada de muchas vicisitudes.
Comenzaron 136 motos, solo 84 acaban (el 61%) en Rosario tras haber recorrido más de 9.000 km.
