Toby Price viaja a Australia tras su rotura de fémur y sufrir un ataque de convulsiones

Un posible coágulo en el pulmón complicó la recuperación del vigente ganador del Dakar.

Nacho González

Toby Price viaja a Australia tras su rotura de fémur y sufrir un ataque de convulsiones
Toby Price viaja a Australia tras su rotura de fémur y sufrir un ataque de convulsiones

Hace un año casi exacto, el australiano Toby Price era la persona más feliz del mundo. Tras haber debutado en el Dakar en 2015 con una más que meritoria tercera posición, se convertía en el rey del desierto al conquistar la edición de 2016, haciendo historia para Australia y convirtiéndose en la rueda a seguir de la nueva generación de pilotos cross-country.

En este 2017, sin embargo, le ha tocado vivir el lado más amargo del Dakar. Su victoria en la etapa 2 le confería el liderato, pero en la tercera etapa sucumbía ante el que se postulaba como su gran rival, el español Joan Barreda.

Inmerso en un toma y daca con el castellonense que hacía relamerse a todos los aficionados, Price salió al ataque en la cuarta, en la que iba lanzado a por su segunda victoria… hasta que, a pocos kilómetros de la meta situada en Tupiza, una roca truncó su sueño en seco.

FÉMUR EN PEDAZOS

Lo primero que se supo es que había tenido que ser evacuado y, por tanto, su retirada de la prueba. No tardó en conocerse un primer diagnóstico: el fémur izquierdo roto. Después de ser tratado inicialmente por el equipo médico del Dakar, fue trasladado al hospital de La Paz.

Si ya era una lesión complicada por sí misma, fue peor cuando el australiano compartió la radiografía de su pierna izquierda: tenía el fémur fracturado sí, pero ¡en cuatro partes! No obstante, su mensaje en las redes fue esperanzador: “Un largo camino por delante, pero volveremos”, escribió.

Ya en su tercer día en el hospital, Price relató en su página web cómo había sucedido todo. O, al menos, cómo lo recordaba:

Todo lo que recuerdo es golpear algo duro. Estaba en el lecho de un río, estoy seguro de que era una roca. Lo último que recuerdo es estar boca abajo en el suelo tras haber salido volando por los aires, viendo pasar muy rápido las rocas por debajo de mí.

Aterricé y me quedé inconsciente por un momento: no estoy seguro de cuánto tiempo pasó, pero algunas personas llegaron corriendo, y básicamente me ayudaron y comprobaron si estaba bien; y recuerdo ver a Paulo Gonçalves sobre mí haciendo lo mismo. No estoy seguro de cuánto tardó en llegar el helicóptero para evacuarme, pero para entonces ya sabía que me había roto la pierna.

Empezó a dolerme y mi pierna no se movía, así que tuvimos que volver en helicóptero al inicio de la etapa, un vuelo en avión de vuelta a La Paz y después en ambulancia, pero la carretera estaba tan bacheada que tuvieron que atarme y ponerme otra inyección, y eso es todo lo que recuerdo. Una pierna rota sólo es un pequeño obstáculo en el camino, así que volveremos y todo irá bien”.

LAS CONVULSIONES

El problema llegó cuando llegaron unos síntomas que nada tenían que ver con un fémur roto: unas convulsiones que, según creen los médicos, podrían estar causadas por un coágulo en su pulmón:

He tenido un par de noches duras aquí en La Paz, la barrera del lenguaje ha sido extremadamente desafiante, y sufrí un ataque que me hizo convulsionar un poco, pero el especialista está trabajando duro para encontrar el desencadenante, y sospechan que puede tratarse de un coágulo de sangre en mi pulmón”.

Junto a ese susto, agradeció la visita tanto del equipo KTM como de un par de amigos australianos, con la idea de poder levantarse al día siguiente y preparar el viaje a Australia para seguir con su rehabilitación, tras la que espera subirse a la moto en cuatro meses.

Menos de 48 horas después de estas declaraciones, subía una foto en la cama del hospital anunciando que por fin le permitían viajar a Australia: “Mi enorme agradecimiento a todos vosotros por vuestras amables palabras y vuestro apoyo. ¡Salgamos de aquí!”, exclama el australiano en su Twitter.