Nos ha dejado Anthony Gobert

El piloto australiano, de 48 años de edad, ha fallecido hoy víctima de una enfermedad derivada de sus adicciones, según ha dado a conocer su familia.

Juan Pedro de la Torre

Adiós a Anthony Gobert.
Adiós a Anthony Gobert.

Anthony Gobert se comió la vida sin reparos, sin medias tintas. La vivió a su manera, lo que en algunas ocasiones, seguramente con mayor frecuencia de lo que él mismo deseaba, eso le llevó a colocarse en situaciones incómodas y hasta desagradables, para él y para los que le rodeaban. Pasó por las carreras y por la vida como un relámpago, derrochando talento y genialidad, y dejando una honda emotiva huella en muchos de los que lo conocieron.

En la muerte -siempre prematura para una persona de 48 años de edad- de Gobert ha tenido un enorme peso la forma en que vivió, sumido en una serie de adicciones a los estupefacientes e implicado en diversos altercados en los últimos años, que complicaron aún más su existencia. Pero por encima de esta historia oscura y dolorosa resplandece el brillo de un muchacho dotado de un talento especial para el motociclismo que, desgraciadamente, no supo explotar de forma adecuada.

La afición por las motos caló hondo en casa de los Gobert, donde Anthony y sus hermanos Aaron y Alex se mostraron especialmente competitivos en motocross, aunque el talento de Anthony fue claramente superior al de sus hermanos menores. Fue creciendo en el motocross encadenando títulos nacionales hasta llegar a la velocidad, y con sólo 19 años se proclamó campeón australiano de superbike con Honda. Además, ese año (1994) debutó en el Mundial de SBK, con unos positivos resultados en Sugo (Japón), rematando la temporada con la victoria en la última manga de la temporada en Phillip Island, donde Kawasaki puso a su disposición una moto del equipo de Rob Muzzy.

Gobert llegó a ser el más joven ganador de SBK.
Gobert llegó a ser el más joven ganador de SBK.

La marca de Akashi lo incluyó en su equipo oficial de SBK en 1995, y aunque tuvo un abrupto inicio de temporada, a mitad de campaña empezó a hilar buenos resultados, coincidiendo con la marcha de Scott Russell a Suzuki, para cubrir la baja por la retirada de Kevin Schwantz en el Mundial de 500. Gobert ganó dos carreras y acabó cuarto a final de temporada, pero en 1996 un lesión a mitad de año arruinó su temporada, aunque despidió el año con una doble victoria en Phillip Island. Sin duda que este era su circuito: en tres visitas y seis carreras, logró cuatro victorias.

No llegó a explotar su talento sobre una 500.
No llegó a explotar su talento sobre una 500.

Su indudable talento y su juventud le abrieron las puertas del Mundial de 500, a pesar de su complejo carácter, que le llevó a protagonizar episodios de ira, llegando a destrozar el box de Kawasaki en una ocasión. No obstante, Suzuki, que seguía intentando recomponerse tras la marcha de Schwantz, contrató a Gobert en 1997 en sustitución de Russell. Su llegada a los Grandes Premios fue como un choque de trenes, porque su carácter no comulgaba con la rigidez de las formas del campeonato, que se regía por una conducta extremadamente profesional y rigurosa. La figura de un descamisado Gobert bebiendo cerveza no encajaba con los cánones del campeonato, y el conflicto con Suzuki terminó estallando cuando Gobert dio positivo en un control de drogas, lo que supuso su expulsión del equipo.

Su llegada al Mundial de 500 fue un choque  de trenes.
Su llegada al Mundial de 500 fue un choque de trenes.

Parecía que Gobert se había cerrado las puertas del Mundial, y terminó encontrando acomodo en el campeonato AMA en 1998 y 1999 con Ducati Vance&Hynes, llegando a ganar una manga del Mundial en Laguna Seca, donde corrió como invitado, y a final de temporada llegó a correr algunos grandes premios con la MüZ 500. En 2000 regresó al Mundial de SBK con Bimota y la novedosa SB8R, logrando una increíble victoria en Phillip Island -¡dónde si no!- bajo un terrible aguacero. Pero Bimota tuvo que dejar el campeonato por falta de recursos y Gobert terminó corriendo varias carreras del BSB sustituyendo al lesionado Steve Hislop en el Virgin Yamaha, e incluso la última carrera del Mundial de SBK en Brands Hatch, sin éxito.

Su última gran victoria fue con Bimota en SBK.
Su última gran victoria fue con Bimota en SBK.

A partir de ese momento, Gobert recaló durante tres temporadas en el campeonato AMA de SBK, donde también terminarían compitiendo sus hermanos, pero la magia de Anthony había desaparecido ya. Después de la temporada 2003 regresó a Australia y siguió compitiendo. En 2006 apareció en Losail y Phillip Island para sustituir al lesionado David Checa en las carreras de Supersport.

Con la Yamaha R6 del GMT 94.
Con la Yamaha R6 del GMT 94.

El equipo madrileño Motorrad Suzuki lo fichó para correr en la Fórmula Extreme del CEV. Tenía ya 31 años pero seguía habiendo algo especial en él. Se instaló en Madrid y el equipo puso a su disposición un preparador físico que se encargó de ponerlo a tono. Gobert corrió la cita inaugural en Albacete, en mayo, pero se retiró, y no llegó a tomar la salida en la carrera del Mundial de SBK en Cheste. Y desapareció de escena. Volvió a Australia y Kawasaki volvió a confiar en él para el campeonato australiano de SBK en 2007, pero ya nada funcionó. Gobert iba de conflicto en conflicto, y en 2008 fue detenido acusado de robo. Las carreras terminaron definitivamente para él.

Sus adicciones le llevaron al lado oscuro de la vida, e incluso perdió el contacto con su familia. Hace unos años fue víctima de una salvaje agresión, y en su convalecencia se reencontró con su familia. Los años de excesos pasaron factura a su quebradiza salud, cuyo estado se agravó en las últimas semanas hasta el triste desenlace acaecido hoy en Gold Coast, Queensland, donde Gobert se ha despedido sereno y en paz, rodeado de los suyos, su madre y sus hermanos. Descansa en paz, Go Show.

Archivado en:

Álvaro Bautista, mejor piloto SBK SSP 2023 ante Toprak Razgatlioglu y Nicolò Bulega

Relacionado

Álvaro Bautista, mejor piloto SBK/SSP 2023