El italiano Giacomo Agostini, el piloto más laureado de la historia del Campeonato del Mundo de Motociclismo con 15 títulos mundiales, estuvo en el programa italiano Paddock TV, donde dejó algunas reflexiones interesantes sobre cómo ha cambiado del deporte desde su época.
“Corríamos porque teníamos mucha pasión, muchas ganas de correr", admite Agostini sobre el peligro de las carreras de entonces: “No podías elegir, las pistas eran lo que había, las balas de paja eran algo paliativo", asegura antes de centrarse en la carrera por excelencia: el TT de la Isla de Man.
“El Tourist Trophy era una carrera del campeonato del mundo. Era una carrera muy importante, con un ambiente muy especial y 300.000 o 400.000 espectadores", recuerda el italiano, que explica cómo lo afrontaban: “No pensabas en el peligro, sabíamos que si te caías te podías hacer mucho daño, pero teníamos la pasión, el amor".
Para Agostini, “el circuito más peligroso del mundo es el circuito más bello de ver", intentando desgranar cómo era la magia de la isla: “El Tourist Trohpy te da una emoción increíble, sales y te puedes encontrar las cuatro estaciones en la misma vuelta. Siempre con la misma goma, siempre con la misma moto. Es una pista larga de 60 kilómetros", afirma, insistiendo en que “era una fiesta del motociclismo, una cosa muy bonita, no pensabas en el peligro", repite.
Era una época donde convivían con la muerte en cada edición: “Todos los años morían dos, tres o cuatro en el Gran Premio. Cuando faltaban solamente dos hacíamos fiesta, porque siempre eran mínimo tres o cuatro", se lamenta. Pero todo cambió en la edición de 1972 con la muerte de Gilberto Parlotti: “Cuando empezamos la batalla para eliminar el TT del Campeonato del Mundo fue cuando murió Parlotti", reconoce Agostini, que relata cómo tuvo que salir a correr apenas 20 minutos de enterarse de que Parlotti había muerto.
Agostini ganó hasta diez veces el TT, el único piloto no anglosajón que ha alcanzado esas cifras. Aun así, cuando llegó en 1965 se encontró con que los pilotos ingleses le pasaban a gran velocidad: “Ganaba el que se lo conocía bien, porque era difícil. Hoy en MotoGP hacen setenta vueltas mínimo entre viernes y sábado. Allí el viernes por la mañana cuando probábamos hacíamos máximo tres vueltas", compara.
Al ser preguntado sobre quién era el mejor entre tres iconos de la época, Mike Hailwood, Phil Read o Jim Ridman, Agostini no titubea ni un segundo: “Mike Hailwood. No hay duda. Ganaba con la 125, ganaba con la 250, ganaba con la 350 y ganaba con la 500", enumera. “Se lo conocía y aparte era un gran campeón", recordando la facilidad que tenía para ir rápido nada más subirse a una moto:
“Pilotaba sin necesidad de una gran puesta a punto. Yo probaba su moto y era dos segundos más lento. Él probaba mi moto, que iba perfecta, y era tan rápido como con la suya, que era un trozo de hierro", señala, comparándole con el dominador actual del Campeonato del Mundo de MotoGP: “No se quejaba de la goma, de las suspensiones. Era tipo Marc Márquez hoy, que tiene problemas y está siempre delante", subraya.
El primer triunfo de Giacomo Agostini en el Tourist Trophy fue en el Junior TT de 1966, pero para ganar el más prestigioso, el Senior TT, tuvo que esperar a 1968… aunque lo rozó en 1967, donde protagonizó un mano a mano con Hailwood que describe así:
“Él iba con la Honda y yo con la MV. Había pensado que para poder batirle necesitaba dar el máximo desde el primer metro, porque cuando estaba llena de gasolina su moto era muy inestable. En los dos primeros giros salí a muerte y cogí siete u ocho segundos de ventaja. Luego me recortó pero en el último giro tenía ocho segundos de ventaja y rompí la cadena. Pero era un señor, me felicitó y vino a abrazarme", concluye.