Por un lado, el Mountain Course. El emblemático trazado que desde principios del siglo XX acoge el Tourist Trophy de la Isla de Man, la competición más histócia de las dos ruedas y que, que pese a que hace ya más de cuatro décadas que no forma el Campeonato del Mundo, sigue gozando de un enorme estatus en el motociclismo.
Por el otro, la Suzuki RG500. La moto que cambió para siempre la historia del medio litro, en este caso la versión MK10 de mediados de los años 80. Sin ninguna duda, una de las máquinas que más evocan la nostalgia de los amantes de los motores de dos tiempos.
En medio, el Classic TT. La versión del Tourist Trophy para motos clásicas que todos los años permite ver a bólidos del pasado a velocidades de vértigo. Una cita ineludible para los veteranos del lugar y los amantes del motociclismo antiguo.
Sobre la moto, el británico Danny Webb. Con pasado en el Campeonato del Mundo, más tarde decidió enfocarse en las road races con interesantes resultados. En el 2018 recibió el encargo de pilotar la RG500 del Team Classic Suzuki tras haber sido noveno un año antes en el Classic Superbike TT con la Suzuki XR69.
No consiguió terminar la carrera pero al menos tuvo tiempo de dejar esta vuelta on board, toda una delicia audiovisual que mezcla la impresionante sensación de volar entre bordillos y farolas aderezado con la música celestial del propulsor de la joya de Hamamatsu.