Si no sucede nada extraño, Jonathan Rea conquistará en este 2018 su cuarto título consecutivo en el Mundial de Superbike, un hito sin precedentes para un dominio que tampoco encuentra parangón en la historia del certamen. Y, con su renovación hasta 2020 con Kawasaki –con la que no conoce la derrota- le sitúa con el cartel de favorito para los años siguientes.
Un monopolio de Rea que está repercutiendo negativamente en el campeonato de las motos de serie. Las reglas para desbancarle han conseguido aumentar significativamente la igualdad entre marcas, pero a la larga lo que han hecho es abrir más la lucha por el subcampeonato, ya que Rea sigue dominando con puño de hierro la general.
Ante este panorama, solamente la llegada de algún piloto de talla mundial parece poder poner en aprietos al rapidísimo norirlandés. Y ese piloto es Álvaro Bautista. Confirmado su fichaje por la estructura oficial de Ducati para la temporada 2019 del Campeonato del Mundo de Superbike, el aliciente está servido: saber si el piloto talaverano será capaz de plantar cara al británico.
Ya que los logros de Rea no han sido suficientes para acceder a una moto ganadora en MotoGP, difícil pensar en mejor reto que defender su territorio de un rival que no hace tanto se codeaba con la élite de los prototipos y que casi siempre ha rendido muy por encima del nivel de su moto, como bien saben en Suzuki, Aprilia y, sobre todo, en Gresini. Cómo olvidar aquel 2012, donde con una Honda satélite acabó en quinta posición, sólo por detrás de nombres como Jorge Lorenzo, Dani Pedrosa, Casey Stoner y Andrea Dovizioso.
Curiosamente, aquel año las trayectorias de Bautista y Rea ya se cruzaron en un día muy importante para ambos: el 16 de septiembre, en Misano, Rea corría su primera carrera en MotoGP… en la que Bautista logró su primer podio en la categoría reina. También coincidieron en Aragón, donde Rea acabó justo detrás de Bautista.
En su día, Rea ya superó ampliamente –con la misma moto- a un piloto mítico de la categoría reina como Carlos Checa. Desde que está en Kawasaki también ha coincidido con pilotos con experiencia en la categoría reina como el añorado Nicky Hayden, Marco Melandri, Stefan Bradl, Eugene Laverty, Sylvain Guintoli, Alex De Angelis, Loris Baz, Karel Abraham o Yonny Hernández.
Salvo Melandri en estos dos últimos años, los demás no han tenido una moto ganadora. A priori, Bautista sí la tendrá. A priori porque el rendimiento exacto de la Panigale V4 todavía es una incógnita, pero las señalas indican que tanto su compañero Chaz Davies como él podrán meterse en la lucha por las victorias desde el primer momento. No en vano, el objetivo definitivo de dicha máquina no es otro que desbancar a Jonathan Rea y recuperar el reinado del Mundial de Superbike para Ducati, que lleva seis años sin ganar un título (Carlos Checa, 2011) que nunca había pasado más de dos sin conquistar.
Una moto concebida para conquistar Superbike y un piloto acostumbrado a batirse el cobre con los mejores del mundo. No hay duda: el próximo 2019, Jonathan Rea se enfrentará a su mayor desafío desde que se vistió de verde. Se llama Álvaro Bautista. De momento ya hay un ganador: el Mundial de Superbike.
