Jonathan Rea, a la fuga en su palacio de verano

El WorldSBK visitó Portimao este fin de semana en la tercera ronda de 2020, donde Jonathan Rea se llevó las tres victorias en Superbike, Andrea Locatelli firmó otro doblete en Supersport y Ana Carrasco y Scott Deroue se repartieron los triunfos de Supersport 300.

SBK: LOS JARDINES DE PALACIO

En una temporada tan corta, hay muy poco margen para dejar escapar puntos. Jonathan Rea lo había hecho en Jerez, en una segunda manga donde se hundió hasta la sexta posición, entregando demasiada renta a un Scott Redding crecido a lomos de la potentísima Panigale V4R. En ese contexto, y con el horizonte próximo dibujando dos citas (seis carreras) en un trazado como Motorland Aragón donde Ducati amenaza con arrasar, en Portimao solo valía ganar. Una, dos y tres veces.

Si él es el rey de Superbike, Portimao es su palacio de verano. Da igual que toque la visita en junio, septiembre o, como esta vez, en agosto. En un trazado ratonero, difícil, donde las trazadas no están tan claras como en otros y la aceleración no tiene una importancia capital, Jonathan Rea impone su ley.

Discreto en entrenamientos, llegó la Superpole y, sin ser un especialista en clasificación, se hizo con la primera posición en parrilla: la necesitaba para escaparse. A tenor de lo visto en Jerez, sabía que si no ponía tierra de por medio lo podría pasar mal en un mano a mano, así que solo le quedaba fugarse y recluirse en su palacio de verano.

Lo hizo el sábado a mediodía, cuajando una salida perfecta para abrir un hueco que ya nadie podría cerrar. Lo repitió también en la carrera corta que abría el programa del domingo, pese a que a su espalda lo probaron absolutamente todo: el intento fallido de Toprak Razgatlioglu en la primera curva fue el único instante en el que Rea no fue primero. Con vía libre, puso su ritmo y se largó a rubricar el pleno en las carreras cortas, donde este año nadie le tose.

Tampoco le pudo la presión en la última: repitió el guion y, por tercera vez, se dirigió a su victoria número 93 (el número del rey del otro paddock) en el Mundial de Superbike. Tras haber logrado huir de España como buenamente pudo en Jerez, perpetró tres fugas reales en su palacio de verano, encerrándose en el parque cerrado con ese número 1 que ha convertido en su finca particular durante el último lustro.

Lideró las 50 vueltas del fin de semana (20 10 20) para llevarse los 62 puntos en juego y salir como líder por los pelos. Un liderato que tendrá casi imposible defender en Motorland, pero que evidencia a las claras que si alguien quiere batirle va a tener que ganar muy mucho y fallar muy poco.

La imbatibilidad de Rea tuvo un claro damnificado: Toprak Razgatlioglu. Con las Yamaha convertidas en la alternativa al norirlandés, el turco fue el encargado de acometer la difícil misión de ser su sombra en Portimao, donde nadie le hace ídem. Lo fue en la Superpole, en la primera manga, en la carrera Superpole y en la segunda manga… hasta que se cayó. Ahí tiró al traste un fin de semana que estaba siendo ejemplar, con dos podios y un gran botín de puntos. Al menos pudo levantarse y remontar hasta la octava posición.

También con dos podios salió su compañero Michael van der Mark, tercero en ambas carreras largas y dispuesto a discutir la hegemonía del turco en la marca de los diapasones, que dejará a final de año. Un puesto al que se sigue postulando Loris Baz, que en la carrera corta finalizó tercero para subir al podio por primera vez desde 2014.

¿Y las Ducati? Pues tuvieron de todo. Scott Redding pagó la novatada de lo desconocido y fue de menos a más: tras ser octavo en la Superpole solo pudo acabar séptimo en la primera manga; enderezando la situación el domingo al ser quinto en la carrera Superpole y salir con un segundo puesto en la manga final. Con Chaz Davies de nuevo casi desaparecido (11-R-4), Michael Rinaldi demostró que la Panigale también va bien en Portimao (5-8-6).

También de menos a más fue el fin de semana de Álvaro Bautista (9-11-5), que en la Superpole tuvo muchos problemas y apenas pudo salvar un 12º puesto sobre la bocina. Como de costumbre con las Honda, mejor en las carreras largas, terminando en un quinto puesto y con un ritmo interesante, reafirmando la sensación de que a la CBR1000RR-R le sobra potencial y le faltan horas de rodaje. En cuanto a Xavi Forés (13-13-R), apenas sale con tres puntos pero en la segunda manga se vio por primera vez luchando en el top ten antes de un desafortunado toque con Garrett Gerloff que acabó en caída para el valenciano.

El susto del fin de semana lo dio el alemán Sandro Cortese, que sufrió una caída en la última vuelta de la primera manga y tuvo que ser evacuado en helicóptero con una fractura en la vértebra T7, entre otras cosas. Por suerte no hubo afectación medular, fue intervenido con éxito y ya se está recuperando en el hospital de Faro antes de ser trasladado a Alemania.

WSS: UNA MANO HISTÓRICA

Lo de Andrea Locatelli alcanza ya tintes épicos. A diferencia de Phillip Island y Jerez, durante el fin de semana no mostró una enorme superioridad, lo que invitaba a pensar que su racha podría terminar a manos del siempre correoso Jules Cluzel, que lo intentó todo. Sin embargo, en la primera carrera Locatelli llegó al francés, se tomó un respiro, atacó y se marchó sin problemas. Para colmo, Cluzel se cayó intentando seguirle y abrió la segunda posición para Lucas Mahias y el podio para Raffaele De Rosa.

En la segunda, más de lo mismo: llegada la mitad de la carrera, Andrea Locatelli dio el tirón y se llevó la quinta victoria seguida, récord histórico en la categoría. Esta vez Jules Cluzel sí fue segundo –por cuarta vez en cinco carreras- con Isaac Viñales tercero en su primer podio del año. Gracias a él, a Manu González y a Miquel Pons, España tuvo a tres pilotos en el top 10 por primera vez en la historia.

Isaac Viñales (5-3) tuvo su mejor fin de semana del año; Manu González (10-6) sigue creciendo a pasos agigantados; Miquel Pons (14-9) pide a gritos un contrato para todo el año; y María Herrera (19-18) mostró una enorme progresión en una moto que no conocía y con la que casi bate a su compañero.

SSP300: AL ROJO VIVO

Si una semana antes tocó vivir el estreno de dos nuevos ganadores (Unai Orradre y Bahattin Sofuoglu), en Portimao fue el turno de los dos grandes iconos de la breve historia de Supersport 300: Ana Carrasco y Scott Deroue llegaban empatados a cinco victorias en el ránking histórico de la categoría… y salen con seis por cabeza tras llevarse las victorias en dos carreras interrumpidas por bandera roja tras sendos incidentes que por suerte quedaron en sustos.

Ana Carrasco se llevó el triunfo el sábado por delante de Jeffrey Buis, al que se llevó pegado en su escapada y que así se estrenó en el podio. Completó el cajón Tom Booth-Amos, cuya caída en la última vuelta del domingo provocaría la bandera roja que dio el triunfo a Scott Deroue ante Unai Orradre y Yuta Okaya, poniéndole líder en una general –al caer también Carrasco- con cinco pilotos en 15 puntos

En material de puntos, Ana Carrasco (1-R) fue la mejor española por delante de Unai Orradre (R-2) y Mika Pérez (7-6) y Alejandro Carrión (14-20). Se fueron de vacío Álvaro Díaz (24-17), Íñigo Iglesias (18-R) y Sara Sánchez (27-21), que al pasar la Last Chance Race –donde José Luis Pérez se quedó a las puertas- se convirtió en la octava mujer en salir a carrera en Supersport 300.