La español María Herrera afronta un 2019 interesante en el que compaginará el WorldSBK con MotoGP: en el primero correrá el Campeonato del Mundo de Supersport, donde va a ser la primera mujer de la historia en disputar una temporada completa en la categoría -en un año con hasta cinco mujeres inscritas a nivel mundialista en el WorldSBK-; y en el segundo formará parte de la primera edición de la Copa del Mundo de MotoE.
Ya ha podido probar las dos motos que la acompañarán en sendas aventuras, ambas en el Circuito de Jerez – Ángel Nieto. Los test de MotoE fueron el pasado 2018 y estuvieron llenos de dificultades, ya que cada equipo disponía de una única moto y, por lo tanto, tuvo que compartir la máquina del Ángel Nieto Team. Para colmo llovió durante buena parte de las sesiones, por lo que apenas pudo completar un puñado de giros.
En este sentido le ha ido mucho mejor su primera toma de contacto en Supersport con la Yamaha YZF-R6 del MS Racing, el que fuera su equipo el año pasado en el Campeonato del Mundo de Supersport 300. Herrera ya llevó una R6 el año pasado en el Campeonato de España de Superstock 600, donde en su primer año en la categoría finalizó en una prometedora séptima posición, subiendo al podio en Navarra, donde terminó segunda.
Un bagaje que le da confianza para encarar el reto de Supersport en este 2019: “Yo ya rodé rápido el año pasado, así que sólo necesito que la moto esté en el sitio y rodar igual", apunta a [WorldSBK](http://www.worldsbk.com/en/news/2019/Mara Herrera I think we will improve in each next outing) la piloto manchega, que en su primera toma de contacto en este 2019 a 4,4 segundos del más rápido, Federico Caricasulo.
De momento Herrera no hace mucho caso a los tiempos, centrándose en su propio trabajo y recordando que para su equipo es una categoría nueva, lo que evidentemente implica una curva de aprendizaje: “He dado bastantes vueltas con la moto nueva, hay que entenderla, el equipo tampoco tiene mucha experiencia con esta moto, sobre todo necesitan conocerla más, pero creo que mejoraremos en cada entreno", augura la piloto de 22 años.
La piloto de Oropesa está acostumbrada a hacer historia en el motociclismo femenino, siendo la primera mujer en ganar tanto en el CEV como en el FIM CEV y la quinta piloto de toda la historia en puntuar en el Campeonato del Mundo tras la finlandesa Taru Rinne, la japonesa Tomoko Igata, la alemana Katja Poensgen y su compatriota Ana Carrasco. Por eso no se siente presionada por ser la primera en disputar el Mundial de Supersport completo:
“No tengo presión por esto. Me gusta estar aquí porque es una categoría que ya el año pasado me gustó mucho y quería aprender más, aquí hay pilotos como (Lucas) Mahias y (Federico) Caricasulo que tienen mucha experiencia y estoy segura de que aprenderé con ellos", señala la española, que también explica cómo afronta el hecho de tener que compaginar dos campeonatos tan distintos:
“Mi objetivo es entender estas dos motos y estar fuerte en cada carrera. Creo que la MotoE ahora mismo es el futuro, tiene que evolucionar mucho, aún falta un poquito; y con la 600 estoy contenta porque es una moto que conozco y ya he rodado rápido con ella", recuerda Herrera, que todavía no ha revelado si sacrificará la cita del WSS en Donington Park o la de MotoE en Sachsenring, ya que coinciden el 7 de julio.