Toprak Razgatlioglu y la impaciencia del peón que quiere ser rey

Lo sucedido en Suzuka ya ha tenido impacto en el futuro del Mundial de Superbike.

Leon Haslam, Jonathan Rea y Toprak Razgatlioglu, ganadores de las pasadas 8 horas de Suzuka (Fotos: Kawasaki).
Leon Haslam, Jonathan Rea y Toprak Razgatlioglu, ganadores de las pasadas 8 horas de Suzuka (Fotos: Kawasaki).

De entre los muchos tipos de victorias que existen en el motociclismo, la agridulce es la más peculiar. El escalón más alto del podio se relaciona siempre con sentimientos positivos, en mayor o menor medida. En extraños casos, y por motivos de lo más variopinto, las caras son de enfado (como Jack Miller ganando en Valencia pero perdiendo el título de Moto3 en 2014), de tristeza (como Charles Leclerc logrando su primer triunfo en Fórmula 1 un día después del fatal accidente de su amigo Anthoine Hubert) o, incluso, de decepción.

El ejemplo de lo último lo tenemos en Toprak Razgatlioglu en las pasadas 8 horas de Suzuka. De hecho, los acontecimientos del final de carrera –con la descalificación y posterior recalificación del equipo Kawasaki- propiciaron un podio sin público, donde la tímida sonrisa del joven piloto turco era un ineficaz maquillaje de la decepción que se ocultaba detrás.

Había ganado las 8 horas de Suzuka en su primera participación… pero lo había hecho sin salir a carrera. Rápido en los entrenos –sus tiempos estaban lejos de los de Jonathan Rea pero eran mejores que los de Leon Haslam-, el equipo optó por encomendar todos los relevos a la dupla de británicos.

Funcionó: 26 años después de su primer –y hasta entonces único- triunfo, Kawasaki volvía a lo más alto de Suzuka, prueba de culto para los fabricantes japoneses. La felicidad desbordaba en la firma de Akashi y en la estructura del Provec, pero no se extendía por el joven turco.

Hacía ya tiempo que Razgatlioglu estaba llamado a ser el sucesor natural de Rea en Kawasaki, y su salto de calidad en este 2019 en el Mundial de Superbike parecía catapultarle sin remedio al box oficial el próximo curso. La llamada para acudir a Suzuka en lugar de optar por un tercer piloto nipón para acompañar a Rea y Haslam parecía ser un paso más.

Toprak Razgatlioglu y la impaciencia del peón que quiere ser rey

Jonathan Rea y Leon Haslam, exultantes tras ganar en Suzuka.

Por eso, cuando llegó la hora de hacer el penúltimo relevo en Suzuka y Haslam volvió a ser el elegido, Razgatlioglu supo que no iba a salir. Considerado por todos como candidato futuro al trono de Superbike, se sintió un peón más en el tablero verde. Fue en ese momento cuando decidió que en 2020 cambiaría el verde Kawasaki por el azul Yamaha, tal y como ha confirmado en GPOne. Si hasta entonces estaba deshojando la margarita de su futuro, la flor cayó entre sus dedos mientras en su mente comenzaban ya a resonar los diapasones.

Todavía no ha cumplido los 23 años y tiene ante sí un futuro brillante, que desde la próxima temporada refulgirá en azul. Con Michael van der Mark (26 años) como compañero, Yamaha se ha asegurado una estructura de los dos pilotos jóvenes que parecen tener más proyección a día de hoy, y con Razgatlioglu buscará dar ese último paso para intentar disputar el título al potentísimo binomio que Rea forma con Kawasaki y a las Ducati Panigale V4R que llevarán Scott Redding y Chaz Davies, a los que se podría sumar Álvaro Bautista con esa cacareada nueva CBR.

Parece claro que Yamaha sale ganando con la llegada de Razgatlioglu en lugar de Alex Lowes –al que quieren conservar en un equipo satélite-, pero las preguntas importantes tienen que ir en otras dos direcciones:

Una: ¿cuánto ha perdido Kawasaki? Ahora mismo tienen al gran dominador de la categoría reina del WorldSBK, pero Jonathan Rea no va a ser eterno. De momento, lo que está claro es que han perdido el relevo, la pole position de la esperanza del futuro. Ahora será el tiempo el que tendrá que decirnos cómo se va a cuantificar dicha pérdida.

Toprak Razgatlioglu y la impaciencia del peón que quiere ser rey

Jonathan Rea y Toprak Razgatlioglu.

Veían en Razgatlioglu un peón más dentro del equipo, un talento al que ir moldeando poco a poco. Una visión que contrastó con la del propio Razgatlioglu, que claramente se tiene por aspirante al trono de inmediato.

Dos: ¿ha perdido o ganado Razgatlioglu? Su nivel con la Kawasaki ZX-10RR ha alcanzado cotas enormes, pero la Yamaha YZF-R1 es una moto en clara evolución durante estos años, y él ya corrió con la marca de Iwata en sus inicios en Turquía y Alemania. Será interesante ver desde dónde parte el próximo 2020 y hasta dónde puede llegar en el futuro con Yamaha.

Veía en Kawasaki la marca en la que llegar a lo más alto, y la impaciencia por brillar le llevó a sentirse infravalorado en Suzuka cambió el color de sus sueños. El futuro nos dirá si Razgatlioglu se arrepiente de este movimiento o si consigue triunfar de azul y es Kawasaki quien acaba pagando cara la victoria en las 8 horas de Suzuka.