Si el binomio moto-piloto fuese un ordenador, está claro que la moto sería el hardware y el piloto el software. Por muy bueno que sea el hardware, sin un software que lo sepa hacer funcionar no es más que un amasijo de hierros sin ninguna utilidad.
Como hardware, la BMW M 1000 RR tenía bastante potencial, pero ningún programador era capaz de dar con el software adecuado para hacerlo funcionar en condiciones. Por eso llamaron al mejor de la zona: el turco Toprak Razgatlioglu, que -pese al escepticismo general- asumió el reto de convertirla en la máquina más rápida de todas.
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Convencido de sus posibilidades, se puso manos a la obra y ya la primera versión del software dio resultados positivos en la prueba australiana, preludio de una cita catalana en la que consiguió ser el mejor binomio en dos de las tres carreras. En Assen dejó algunas dudas, pero tras la victoria en la última carrera se escondía el código definitivo de ese software.
Presentó esa versión en salón italiano de Misano, dejando a todos los presentes con la boca abierta. Bocas que permanecieron así en los salones de Donington, Most y Portimao, donde batió el récord histórico de victorias consecutivas y encendía las alarmas ante la posibilidad de estar ante un monopolio que dinamitase por completo el mercado.
El binomio formado por la BMW y Toprak había dado lugar al TR54M1000RR, que se había postulado como el ordenador perfecto de producción en serie. Todos en BMW se las prometían muy felices hasta que se les coló un virus en forma de lesión que amenazó con dejarles completamente fuera del mercado; del que incluso tuvieron que retirarse durante un par de eventos para arreglar el problema.
Una ausencia que sembró la duda en los consumidores: ¿volvería ese ordenador a ser lo que fue antes del virus? Lo sucedido en Aragón despejó parte de los interrogantes, ya que volvió a demostrar una eficacia notable. Sin embargo, estaba todavía lejos del nivel ofrecido en los meses precedentes: competía bien ante sus rivales, pero no arrasaba.
En Estoril, por fin volvió a verse aquella versión. Como si se hubiera restaurado a los valores de fábrica previos al virus, Razgatlioglu arrasó sin piedad en las dos carreras largas, dejando muy atrás a Nicolò Bulega y el resto de la competencia, donde Iker Lecuona asomó el sábado -para volver al podio tras dos años y medio- y Álvaro Bautista el domingo.
Eso sí, todavía le falta restaurar el plug-in de la carrera Superpole, donde no consiguió cuidar los neumáticos lo suficiente como para soltar a Bulega, y el italiano le batió por tres milésimas en el final más apretado de la historia del Mundial de Superbike… algo que quedará en anécdota si en Jerez no aparece ningún otro virus; porque si algo ha quedado claro es que el ordenador TR54M1000RR ya está restaurado de fábrica y a punto de procesar su primer título.
En la siguiente categoría el hardware V2 se ha erigido claramente como el mejor, con Adrián Huertas y Yari Montella batallando por ser el mejor software; todo ello mientras Stefano Manzi trata de inmiscuirse entre ellos con el hardware de la competencia. En Estoril, Montella golpeó primero, Huertas minimizó el golpe con un segundo puesto y Manzi cerró el cajón.
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Un Manzi que, al término de la carrera, arremetió contra su propio hardware al decir que era como ir a la guerra con un palo… y que el domingo agarró ese paló para llevarlo a lo más alto tras un pantallazo azul de Montella en forma de caída, con Huertas procesando que 20 puntos le ponían al borde del título y Valentín Debise colándose en el hueco vacante en el podio.
Por último, la maravilla del WorldWCR reside, entre otras cosas, en la igualdad total de hardware entre todas las participantes. Ahí, Ana Carrasco se encontró con una victoria inesperada ante María Herrera en una carrera interrumpida que dejó el segundo podio del año para Beatriz Neila, aprovechando que Sara Sánchez quedó fuera de la lucha por la long lap que arrastraba de la cita anterior.
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El domingo, cuando todos esperaban una nueva inclinación del contador de victorias en la balanza Ana-María, apareció la propia Sara Sánchez para hacerse con su primera, esperadísima y merecidísima victoria por delante de Carrasco y Herrera, con las tres optando al título en Jerez. Eso sí, solo Carrasco dependerá de sí misma mientras que Sánchez necesita una carambola casi imposible.
Dentro de unos días, habrá mucho que procesar en el Ángel Nieto.
