El japonés Kazuki Masaki ha anunciado su retirada como piloto de motociclismo en su cuenta de Instagram, poniendo fin a una breve carrera deportiva apenas un día después de conocerse la retirada de otro joven asiático, el malasio Khairul Idham Pawi. Masaki, que corrió dos temporadas completas en el Mundial de Moto3, tiene como gran logro el título de la MotoGP Rookies Cup en 2017.
“Las razones son que no he pude conseguir los resultados esperados en el Mundial de Moto3, en el que participé durante dos años, y que intenté volver a Moto3 en el CEV, pero no pude conseguir resultados”, admite el japonés de 20 años, que añade la reciente muerte de su padre como motivo de peso: “Falleció en septiembre, y tuve tiempo de volver a pensar en mi futuro”, explica.
“Tras volver a Japón tuve una oferta, pero desde pequeño deseaba llegar a MotoGP, así que creo que es la hora de dejarlo, ya que el camino se ha vuelto difícil. No me arrepiento de nada de lo que he hecho”, asegura Masaki, agradecido:
“He recibido apoyo de mucha gente. Gracias a todos los miembros de equipos, patrocinadores y aficionados que me apoyaron. Daré lo mejor de mí en mis retos futuros”, agrega, dejando claro que seguirá el motociclismo como fan: “Adoro la competición así que creo que estaré en el circuito como aficionado en el futuro, nos veremos de nuevo en algún lado”, concluye.
En 2015, Masaki acabó tercero en la Asia Talent Cup ganada por su compatriota Ayumu Sasaki, resultado que no pudo mejorar en 2016 al ser séptimo. Ese año también corrió el Mundial Junior de Moto3 con el Asia Talent Team, terminando décimo, competición que en 2017 compaginó con la Red Bull MotoGP Rookies Cup, donde sorprendió a todo el mundo siendo campeón en su primer año en la misma al batir por once puntos a Aleix Viu.
Dicho éxito y varios podios en el Mundial Junior, donde terminó sexto, le valió el salto al Mundial de Moto3, donde había debutado en Valencia 2017 con un interesante décimo puesto. Una posición que no pudo mejorar en todo 2018 en las filas del BOE Skull Rider, en el que también corrió un segundo año, sumando apenas 14 puntos con una octava plaza en Le Mans como mejor resultado.
Al quedarse sin sitio para 2020 decidió aceptar la oferta del Team Laglisse para llevar una Husqvarna en el Mundial Junior de Moto3 con el objetivo de ser campeón. Sin embargo, no ha logrado subir al podio y ha terminado el año noveno. Ahora, con tan solo 20 años, ha decidido colgar el casco con el título de la Rookies Cup, tres podios en el Mundial Junior y 37 grandes premios disputados en el Mundial.