“Me he estado bañando en playas del Caribe, con ganas de volver; he andado por la Gran Manzana inclusive, a punto de devolver. Yo he estado en todas partes: he visitado museos, he sentido el arte, he tenido empleos feos y a veces he dormido en parques”. Así comienza el recuento de sus andanzas por el mundo Manuel González, más conocido como Tote.
Igual que al Tote, a Tito Rabat nadie le llama ya Esteve, pese a que en sus primeros años mundialistas aparecía como tal en los registros. Hay que ir hasta Valencia 2005 para recordar su debut en los grandes premios, aunque al año siguiente todavía lo compaginaría con el CEV de 125cc, donde solamente Pol Espargaró le separó de convertirse en campeón de España.
Desde entonces, y durante 15 años, el catalán no ha dejado de viajar por el globo para enfrentarse a los mejores pilotos del mundo una veintena de veces por curso en los mejores circuitos. Y no solo eso: a veces les ganaba. De hecho, en 2014 les ganó en tantas ocasiones que se acabó proclamando campeón del mundo de Moto2.
En 2015, y pese a que no pudo defender el trono con éxito, siguió aumentando su número de victorias, dándose el gustazo de despedirse de la categoría intermedia con una victoria en Valencia, el mismo escenario en el que debutó justo una década antes. Atrás quedaba un viaje de diez maravillosos años. Por delante: el lujo, los brillos, el glamour, los focos: MotoGP.

Pasó un lustro en la élite más absoluta del deporte… pero con truco: aunque compartía pista con las grandes superestrellas del motociclismo, no podía competir con ellos a nivel mecánico. Lo peor de ese viaje llegó en medio: a los dos años y medio -y cuando empezaba a mejorar su rendimiento- sufrió una gravísima lesión en Silverstone que condicionó totalmente su futuro.
Lo intentó todo en MotoGP y, cuando salió de ese gran casino por la puerta de atrás, probó suerte en Superbike. Ya en la parte final de este 2022 también se animó con el British Superbike, y en 2023 volverá a la escena de los grandes premios tras firmar con el Pramac Racing para llevar la nueva Ducati de MotoE.
Sin embargo, pese a llevar 15 años por el mundo, ha vuelto a encontrar la felicidad en el ESBK, proclamándose campeón de España de Superbike con la Honda CBR1000RR-R del Laglisse, demostrando que tiene mucho que ofrecer y recordándose por qué es piloto de motos cuando podría ser joyero.
Para quienes vean su nombre en el palmarés del Mundial, será Rabat, campeón de Moto2 2014. Para quienes le conocen siempre será Tito, ese chaval amable y callado capaz de vivir en una caravana en el circuito de Almería para poder pasar más horas al día subido en la moto dando vueltas a un circuito.
Ya lo decía Tote: “Yo he visto muchos sitios y muchas cosas he probao', pero como esta en mi casa no se está ningún lao'”.
*Las frases entrecomilladas pertenecen a la canción 'Como en casa', de Tote.